Menos política, más empleo

¿Va el presidente a Rodiezmo o no va? ¿No va porque tiene miedo de que le abucheen, no va para no provocar o no va porque Cándido Méndez le ha dicho que mejor que se quede en La Moncloa y espere al resultado de la huelga? ¿Aceptará Rajoy la “invitación” de Zapatero y se presentará en Rodiezmo? ¿Se irá Montilla de La Moncloa con un acuerdo para llevar adelante lo que el Constitucional ha prohibido sin que eso se interprete como una “burla” al tribunal, parezca una victoria del PSC y no enfurezca a CiU ni a Esquerra?

En serio, ¿eso es lo que preocupa a los españoles, lo que nos va a sacar de la crisis, lo que va hacer que se cree empleo? Hay un tercio de españoles de vacaciones, pero ni ellos ni los que se irán en agosto ni los que no se van a ir porque no pueden, se merecen que el Gobierno, la oposición y los medios andemos perdiendo el tiempo y no se afronten los problemas que de verdad importan.

El problema no es ni siquiera el paro, ni la precariedad laboral –que lo son- sino las condiciones necesarias para que los empresarios privados puedan crear empleo. Un empleo público cuesta un tercio más que uno privado. El coste salarial de los funcionarios, a pesar de los recortes todavía sigue subiendo,  mientras se destruyen puestos en el sector privado. El Gobierno prevé ahorrar costes, que es algo imprescindible, pero no hace nada por favorecer que quienes pueden tengan las condiciones adecuadas para arriesgarse a crear empleo. Bastante hacen con no destruirlos. La ineficacia y la ineficiencia del sector público es muy importante, pero una vieja izquierda, vieja ideológica y políticamente, sigue empeñada en que se multiplique el número de funcionarios. En la enseñanza, como en otros sectores está demostrado que un puesto escolar cuesta menos de la mitad de lo que cuesta un puesto público, pero algunos siguen empeñados en acabar no ya con la escuela privada, que afortunadamente no pueden, sino con la concertada, que cuesta la mitad que la pública y vale el doble.

La tributación de los autónomos se hunde y supera ya el 12 por ciento de caída en 2009 y no mejorará esas cifras en 2010. Parece que son ellos, al igual que los trabajadores y profesionales medios, los que tienen que sostener la Hacienda pública, los que soportan las inspecciones, los que pagan más impuestos y a los que se les suben las facturas de la luz, el agua o el teléfono. Por eso, parece un sarcasmo que hablemos de Rodiezmo o del Estatuto de Cataluña y no le hinquemos de verdad el diente a la crisis. O se toman medidas para que autónomos y emprendedores puedan crear empleo o nos vamos todos al fondo de la mina. Con o sin Zapatero.