La Plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz ha entregado este jueves un documento al consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad, Santiago Fisas, para que este espacio escénico sea considerado Bien de Interés Cultural. Esta petición se fundamenta, en esta ocasión, en la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad, la cual prevé medidas cautelares por las que, tras la entrega de este documento, tienen que paralizarse automáticamente todas las acciones previstas para el citado edificio y concretamente su demolición estimada para enero de 2008.
Así lo ha confirmado Beltrán Gambier, abogado de la Plataforma, y Jesús Prieto de Pedro, experto en derecho cultural y profesor titular de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III. Este último ha recordado que será el Consejo de Gobierno de la Comunidad quien deba pronunciarse al respecto en el plazo de 15 meses y que hasta entonces, si se cumple la ley, la citada demolición no podrá llevarse a efecto.
Tal y como ha explicado Eva Aladro, portavoz de la Plataforma, el documento (de 30 páginas) razona que no solamente por su tradición cultural en la ciudad de Madrid, sino por el movimiento humano, profesional y ciudadano que se despertó en defensa de este teatro el año pasado por estas fechas, el Albéniz debe ser considerado Bien de Interés Cultural.
En él, firmado también simbólicamente por Ana Belén y Víctor Manuel, se reseñan todos los apoyos que el movimiento por el Albéniz tuvo y ha tenido hasta ahora -más de 3.000 personas desde premios Nóbel como Saramago hasta cineastas como Almodóvar o músicos como Serrat o Víctor Manuel, dramaturgos de todo tipo, actores y bailarines...- que, de acuerdo con la Ley que regula las bases por las que algo se considera De Interés Cultural, obligaría a la Comunidad a comenzar el procedimiento oficial.
Desde la Plataforma se han alegado todos los documentos del movimiento: el blog, las fotos, artículos e informaciones aparecidas a favor del teatro, los dictámenes de expertos y las cartas enviadas a todos los responsables, las firmas recogidas y las acciones emprendidas, para justificar que esto no se hace si no existe un Interés Cultural "clarísimo".
Aladro ha recordado que a día de hoy la situación del Teatro Albéniz es "anodina" y ha resaltado que se desconocen sus planes de futuro. "No hay programación para 2008, existe un enorme silencio, precisamente ahora con las elecciones a un paso, porque ésta resulta una verdad incómoda", manifiesta.
La portavoz de la Plataforma ha indicado que se han reunido 6.100 firmas y que se cuenta con el apoyo del Colegio de Arquitectos de Madrid, de las asociaciones profesionales y de los artistas. Berta Delgado, miembro también de la Plataforma, ha destacado lo "sorprendente y extraño" que resulta que desde el inicio de la campaña electoral "ni el PP porque no le interesa ni, sobre todo, PSOE e IU se hayan manifestado abiertamente sobre el Albéniz". Delgado pide que la izquierda realice una "declaración concreta" y que Simancas diga "si mantiene su promesa de compra" de este teatro.
Beltrán Gambier ha recordado que en 1997 el Plan Urbanístico protegía este edificio y su uso. Contra esta decisión el dueño del teatro fue a juicio para dejarla sin efecto y la Comunidad, con Alberto Ruiz Gallardón a la cabeza, interpuso un recurso de casación que llegó al Supremo. "Misteriosamente ese recurso fue desistido por la Comunidad cuando llegó a ella Esperanza Aguirre, quien cedió a las presiones del dueño que amenazaba con no prorrogar el contrato de arrendamiento", explica el abogado quien recuerda que Gallardón criticó esta actitud en su momento.
Eva Aladro ha criticado también que la Comunidad haya asegurado la continuidad salarial de los trabajadores en otros lugares que no sean el Albéniz pretendiendo con ello envolver cualquier reclamo de salvación en una nube de confusiones. A este respecto ha recordado que "curiosamente no se ha presentado el nuevo proyecto sobre el solar en el que trabajaba Gabriel Allende Gil de Biedma, primo segundo de la Presidenta de la Comunidad" y ha dicho que parecen congeladas las intentonas de negociar con la empresa propietaria inmobiliaria la construcción de sucedáneos del Albéniz, que se promovió en cierto momento en el mundo profesional.
A este respecto se puso en cuestión también la posición de la cúpula de la Unión de Actores y de la Asociación de Bailarines Profesionales, que mientras inicialmente se pronunciaron a favor de la expropiación del Teatro Albéniz, luego encabezaron ese intento de negociación de una sala mucho más pequeña con la empresa propietaria inmobiliaria.