Arturo Casado, que siempre fue segundo, apretó los dientes en el último tramo de la prueba para apuntarse el oro con un tiempo de 3:42.74.
Reyes Estévez no pudo subir al podio al finalizar en la cuarta posición por apenas 13 centésimas de segundo.
El madrileño no se lo creía cuando entró en la línea de meta. Había ganado el título de campeón tras un año en el que todas sus miras estaban centradas en este día, el 30 de julio. Todo había salido a pedir de boca tras un final espectacular en el que Casado no tuvo rival.
El flamante campeón siempre estuvo bien colocado, entre los puestos privilegiados junto al catalán Reyes Estévez, jefe del grupo durante las dos primeras vueltas. El de Cornellá de LLobregat se 'enseñó' demasiado y ofreció lo máximo antes de afrontar el último tramo, en el que se quedó sin fuerzas.
En el último 400 apareció la figura del británico
Colin McCourt, que incendió la prueba con una arrancada que sirvió también para despertar a
Manuel Olmedo, novato en estas lides tras haber sido siempre hombre del 800.
Ahí, Casado tiró sin piedad dejando a Estévez en la estacada, que ya pensaba más por aguantar que por meterse en cabeza. Casado miró al frente y nunca giró su cabeza para fijarse en el rival. El madrileño estuvo soberbio y finalizó con solvencia como campeón. El segundo puesto, por muy poco, perteneció al alemán
Carsten Schlangen, que le quitó la plata al bueno de Olmedo por apenas dos centésimas.
De esta forma, el medio fondo español no falló a la cita y se convirtió --otra vez-- en el mejor argumento de la delegación nacional para incrementar el número de medallas. Con estas dos ya son tres las que tiene España merced a la plata de Marta Domínguez en el 3.000 obstáculos.
Plata para Domínguez

La atleta, que sumó la medalla número 100 para España en la historia de las grandes citas del atletismo, sólo fue superada por la rusa
Yuliya Zarudneva (9:17.57), que tomó las riendas de la carrera desde la segunda vuelta y no la soltó hasta el final.
La palentina --con un crono de 9:17.74-- tuvo un escenario propicio para inaugurar el medallero nacional tras el inicio que planteó Zarudneva. La rusa tiró sin piedad del grupo en los 1.000 primeros metros y Marta siguió sus pasos para no dar el oro por perdido y así garantizarse subir al podio.
Fue a partir de ese momento cuando la prueba se rompió por completo y quedó dividida entre el dúo de cabeza formado por
Zarudneva y Domínguez, y el resto de corredoras. Así pasó, ninguna de ellas se atrevió a crear discordia entre las dos grandes favoritas y entre ambas se jugaron el cetro continental.
La española esperó al último hectómetro para intentar batir a la rusa, pero se quedó muy cerca. El sprint final de su rival fue bestial y apenas tuvo opciones de alzarse al primer puesto de la final. De esta forma, Domínguez se llevó la plata por delante de la también rusa
Lyubov Kharlamova, bronce.