Han pasado ya cinco largos años desde la reapertura del Hipódromo de La Zarzuela y es una realidad que la gestión del recinto hípico más importante de España sólo tiene un calificativo: NEFASTA. Y me da igual la excusa de que los años de cierre dejaron La Zarzuela como un solar o las trabas de Patrimonio para con las obras de acondicionamiento o la crisis galopante que asola el país o el susum corda. No estábamos mejor sin carreras, pero nunca antes a los aficionados al turf se les había maltratado como hasta la fecha.
Y lo peor es que seguimos enfrentados en la tribuna del Hipódromo. Sabedores de que nos están tomando el pelo. Sabedores de que hacen lo que quieren con nuestro dinero. Sabedores de que las carreras de caballos en España son un desastre. Sabedores de que nos están engañando. Sabedores que el domingo que viene volveremos. Nos va la marcha.
Ya he escrito en anteriores ocasiones el masoquismo que acompaña a un aficionado a las carreras de caballos en España. Y así es imposible pensar con éxito en el futuro. No obstante, también escribo y defenderé siempre que las carreras de caballos son el espectáculo/deporte, si lo entiendes, más maravilloso que pueda existir. Es una ‘droga’ imposible muchas veces de vivir sin ella. Por eso pese a todo, los de siempre responden a la llamada del Hipódromo como poseídos y cabreados si un atasco en la A6 les hace perderse la primera.
Ahora que la tecnología te permite ver y apostar por Internet carreras en todo el mundo es de necios seguir preocupándote por Madrid. Lo normal si eres aficionado a los caballos en España es cruzar fronteras. Seguir las carreras en Francia, Inglaterra o Estados Unidos y pasarte, de vez en cuando, por un Hipódromo de los de España para ocupar la mañana o la tarde. Me consta que es lo inteligente.
Puedes verlas por la red, lo mismo que las de aquí, y puedes jugar en páginas al efecto. Me consta que cada vez hay más aficionados, de los de siempre, que destina una parte de su dinero en apuestas para jugar en carreras internacionales y que espacia su presencia en el Hipódromo madrileño cada vez más. Pero estoy también convencido que este tipo de aficionado desea más que nadie el éxito de los gestores y que se dé con la tecla. No entiende como son tan malos. Como no copian lo de Francia o Inglaterra. Y se le llevan los demonios cada vez que va al Hipódromo y comprueba lo que hay. Y luego vuelve a su casa se conecta en la red o en su TV y disfruta de algo que en su ciudad padece.
Todo esto tiene una consecuencia. Las tribunas de La Zarzuela y las recaudaciones de la apuesta Quíntuple siguen decreciendo al mismo tiempo que páginas de apuestas por Internet crecen. Pero eso sí tienen un truco para seguir engañando al personal y hacernos creer que no estamos tan mal. Que los que lo denunciamos no queremos a los caballos y que somos poco menos que gente con ocultos intereses y maquiavelos del turf. Y el maquiavelismo lo practican ellos. Al menos en Madrid.
Un ejemplo. Los últimos días pueblan los despachos de apuestas de invitaciones, que ya no valen para la próxima temporada, y consiguen que al cierre de cada ciclo el Hipódromo presente unas entradas magníficas. ¿A quién quieren engañar? Al aficionado de todos los días, no. A ese le jode ir cada domingo para pelearse con la seguridad por el parking, ponerse hasta arriba del polvo de las obras, pelearse con los taquilleros en cuanto le pides una apuesta un poco complicada, desesperarse con las arbitrarias decisiones de algunos profesionales, y le da igual que el último día tenga que ver la carrera como una sardina en lata en la única tribuna en la que se puede ver bien la llegada.
Tan malos son que parecen protagonizar el día de la Marmota. Otro ejemplo. Decisiones como las de este viernes de poner las carreras a las cinco de la tarde en plena operación salida del fin de semana en la A6 y después de comprobar en junio como lo mejor era empezar media hora más tarde son cosas irrisorias, pero que cabrearán al personal. Ya anticipo desde aquí que el próximo viernes se retrasará el inicio. Y lo venderán como una decisión por el bien del aficionado. Tendrán cara.
Por cierto hoy hasta leo en A Galopar (la única revista) un atisbo de crítica. Sé que es complicado hacerla desde esa tribuna y hay que darles la enhorabuena como otras veces se les ha criticado. Lo malo es que me da que pueden estar preparando una jugada para posicionarse en alguna productora o canal. Y me huele a Marca TV. Y si es así sería un error. Lo mejor es copiar el modelo francés y crear un canal tipo Equidia, con carreras no sólo de España, que es lo que me da en la nariz debe perseguir el nuevo mecenas de las carreras Victor Chadler, que no da puntadas sin hilo y que, casualidades de la vida, entra en el mercado español al mismo tiempo que en Francia han legalizado a Zeturf ... Pero de todo eso hablaré otro día.
Igual que de estos dos videos.
En el primero el ‘gerente de la pista’ ya se excusa en la crisis para justificar el descenso de aficionados, amén de dar cifras de juego demasiado elevadas. El primer día en otoño 130.000 euros que dista mucho de los 200.000 a 250.000 que proclama.
. http://www.youtube.com/watch?v=PDp2cLD7nO0&feature=fvw
Y en el segundo, las obras de lo que será La Zarzuela. Pero hasta ese momento, ¿cuántos se quedarán en el camino? ¿Quién se las cree?
http://www.youtube.com/watch?v=tMaotUcgeFg&feature=player_embedded
Si (
No(
