Los festejos del Bicentenario de la Independencia de México, resultaron todo un éxito. Desde la eficacia, el colorido y la alegría con la que iniciaron el 15 de septiembre oficialmente, a las 18: 00 horas con la marcha de carros alegóricos alusivos a nuestra nacionalidad; el “Árbol de la Vida ” que ágiles acróbatas realizaron antes del “Grito de Independencia” que dio en el Balcón Central de Palacio el presidente Felipe Calderón. Y luego el Grito en Dolores Hidalgo este 16 de septiembre, más el desfile militar, en donde participaron Ejércitos de naciones hermanas, tal es el caso de España. En todas las entidades de la República, las fiestas patrias fueron un éxito.
Por la organización de los festejos y por el ánimo popular mostrado por el pueblo en plazas públicas, calles y avenidas, tal ocurrió en el DF en Paseo de la Reforma y la Plaza de la Constitución o en el Estado de México, Jalisco, Nuevo León, etc, etc. Dos siglos de Independencia en los que se recordó la importancia de nuestro mestizaje originario y ascendencia hispánica, que creo una nación que desde hace 200 años busca su integración cultural, social y política.
México requiere de alcanzar mucho mayores estadios de justicia social y para ello tendrá que avanzar no sólo en la consolidación de su Estado democrático, sino en el planteamiento de consolidar un nuevo pacto político entre los diferentes partidos y fuerzas sociales, tras haberse consolidado la transición democrática, que permitió en la década de los 80s del siglo anterior, que la oposición panista gobernara en entidades tal es el caso de Baja California; luego empezó la izquierda del PRD con Cuauhtémoc Cárdenas en el DF en 1996, para después se concretara el arribo del panismo a la casa presidencial de Los Pinos en el 2000 y estamos a menos de dos meses de que se cumpla una década del PAN en el poder presidencial y con la posibilidad de que el PRI pudiera volver al Ejecutivo federal, en el 2012.
Fiestas del Bicentenario que tuvieron un valor esencial: el de mostrar en hechos la necesidad de la unidad en nuestro país y de lo cual tuvo una actitud que habla muy bien de Felipe Calderón como Jefe de Estado y de Gobierno, al invitar a la Celebración del Bicentenario en Palacio Nacional, a los ex presidentes de la República , Luis Echeverría Álvarez, Miguel de la Madrid Hurtado –con quienes ha platicado en estos momentos difíciles de salud por los que atraviesan ahora estos ex mandatarios priístas-, al igual que a los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León –con quien inició la alternancia se ha reunido en varias ocasiones- más su antecesor y compañero de partido, el Guanajuatense Vicente Fox Quezada. Por encontrarse en el extranjero, el ex presidente Zedillo no pudo acudir a la invitación, al igual que como ya lo dijimos, por motivos de salud, ni Echeverría ni Fox, estuvieron en el importante evento, que fue y es –porque las efemérides de esta dimensión son parte de la his
toria- la celebración de los 200 años de Independencia Nacional.
Así, los ex presidente Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox Quezada, estuvieron en Palacio Nacional la noche del 15 de septiembre previó a la ceremonia del “Grito de la Independencia” y en la recepción que ofreció el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Entrevistados por los periodistas, tanto el ex presidente Salinas y el ex presidente Fox, estuvieron de acuerdo en la importancia del planteamiento hecho por el presidente Felipe Calderón para lograr la unidad nacional y de esta manera, sortear los muy difíciles problemas que afectan en estos momentos a México.
Teniendo el privilegio de conocer y en varias ocasiones haber platicado con los ex presidentes de mi país, conozco de sus diferencias de opinión, pero de su profundo amor por México, dicho ello sin ningún ditirambo. El método para que salga adelante la nación, es lo que falta. Y muy probablemente en la invitación de Calderón a Echeverría, De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox, esté la clave de lo que requiere México. Diferentes aportaciones conceptuales de quienes mejor conocen a este país –FCH en poco más de dos años también será ex presidente-, para construir las bases del nuevo Estado, que responda eficazmente a los problemas nacionales, que quienes nos gobiernan, deben resolver o intentar hacerlo de la mejor manera posible.
Con el mismo éxito con el que se realizaron los fastos del Bicentenario de la Independencia. Con la aceptación de lo que el otro puede aportar y con el fortalecimiento y consolidación de nuestro sistema democrático.
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