Pocos dudan ya de que estamos en el inicio de otro proceso negociador con la banda terrorista ETA. Pero el proceso estaría tan avanzado, que la descomposición de la banda se está acelerando por momentos. La cuestión, según fuentes conectadas con la lucha antiterrorista, es observar cómo ETA deja su actividad terrorista sin parecer lo que realmente es: una entrega total, una derrota en toda línea. Ante ese previsible final, la izquierda
abertzale proyecta presentar el próximo 10 de diciembre, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, una fantasmagórica 'asociación de víctimas' para homenajear a los etarras muertos por el 'terrorismo de Estado'.
Algo se está moviendo a pasos agigantados. Según ha podido saber
Diariocrítico de fuentes solventes, los 20 firmantes de la 'Declaración de Bruselas', entre los que se encuentran la Fundación Nelson Mandela, el Nobel de la Paz sudafricano
Desmond Tutu, el ex presidente sudafricano y Nobel de la Paz
Frederik W. De Klerk, la ex presidenta de Irlanda
Mary Robinson, o el Nobel de la Paz
John Hume, participó en los Acuerdos de Viernes Santo de Irlanda, están a punto de hacer público un nuevo documento.
Se espera que en ese documento se les exija a los terroristas de ETA determinadas garantías para poder llevar adelante un nuevo proceso de paz. Entre otras cosas, la necesidad de que decreten ya una tregua total y absolutamente verificable, condición sine qua non para avanzar en ese terreno. Esa declaración de ETA, según diversas fuentes, podría llegar antes de finalizar este año. A partir de ese momento la maquinaria se pondría nuevamente en marcha para hallar una solución dialogada a la violencia.
De eso parece que hablaron el pasado miércoles, 22 de septiembre, en La Moncloa el presidente del Gobierno,
Rodríguez Zapatero, y el del EBB del PNV,
Iñigo Urkullu,
cuando cerraron el pacto presupuestario: Urkullu ofreció a Zapatero la capacidad de interlocución del PNV ante un nuevo proceso de paz, según ha confirmado este lunes el propio líder penuevista. Ahora bien, Urkullu ya no habla de 'mesa de partidos', como en el anterior proceso de Loyola, sino de otras fórmulas 'sin luz, cámaras ni taquígrafos'.
¿Asociación de víctimas?
Paralelamente, y en ese escenario que se está preparando ETA -y su entorno de la izquierda abertzale- para poner fin a la violencia sin que parezca lo que es, una rendición, los etarras proyectan presentar el próximo 10 de diciembre, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, una 'asociación de víctimas' para condenar a 'todas' las víctimas de la violencia, incluyendo, claro, a los terroristas abatidos por el 'terrorismo de Estado'. Lo ha denunciado la Asociación de Víctimas del Terrorismo este lunes, pero es algo que se viene gestando desde muy atrás.
Los intentos de penetración de ETA en las organizaciones mundiales de Derechos Humanos vienen de muy antiguo, y ya el Gobierno de Zapatero, en pleno
'proceso de paz' de Loyola, tuvo que emplearse a fondo -a través de
Bernardino León- para impedir que los etarras pudieran contar con dos representantes permanentes –actuando en nombre de siglas no incluidas en las listas terroristas de la Unión Europea ni de la ONU- en los diversos organismos de Naciones Unidas para los derechos humanos en Ginebra.
Este episodio se
relata con pelos y señales en el libro de
Fernando Jáuregui y
Manuel Ángel Menéndez "El Zapaterato. La negociación. El fin de ETA".
De momento, el Gobierno ha negado todo tipo de contacto -ha desmentido, sobre todo, a
Jaime Mayor Oreja, quien afirma que el Ejecutivo sigue negociando con los terroristas-, pero mueve ficha: este lunes se ha sabido que el Ministerio del Interior que preside
Alfredo Pérez Rubalcaba está preparando el acercamiento a cárceles vascas de otros cien presos etarras.
Obras son amores...
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Según expertos, la banda está escenificando su final para que no pase por una derrota
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