Las verdades del Gobernador

   Miguel Angel Fernández Ordóñez no tiene pelos en la lengua. El Gobernador del Banco de España dice en voz alta lo que piensa y sus análisis sobre la realidad financiera y económica hacen temblar al Gobierno, a los sindicatos y, a veces también, a la oposición. Desde que fue nombrado Gobernador del Banco de España no se ha andado con contemplaciones, no se ha casado con nadie, actuando con la independencia que se debe de esperar de alguien que ocupa su cargo.

   Lo último que ha dejado dicho en el Congreso ha sido que las comunidades autónomas y ayuntamientos gastan más de lo que deben y que de la misma manera que desde la Unión Europea se resta soberanía a los Estados limitando su gasto, el Estado, a su vez, debe de poner un límite al gasto de nuestras comunidades autónomas.

   Se pueden imaginar lo mal que han sentado las declaraciones del Gobernador del Banco de España. Los partidos nacionalistas, en vez de reflexionar sobre el argumento de Fernández Ordóñez, lo que han hecho es rechazarlo de plano y escandalizarse por la sola reflexión. Y el Gobierno, por su parte, aun sabiendo que el Gobernador tiene toda la razón, prefiere pasar de puntillas para no alterar las siempre agitadas aguas del nacionalismo, y más en vísperas de las elecciones catalanas.

   Pero la realidad es tozuda, de manera que un país solvente debe de ser capaz de preguntarse en voz alta lo que puede y no puede permitirse, y nuestro país, o mejor dicho nuestros políticos, en vez de esconder la cabeza debajo del ala, deberían de reflexionar sobre si podemos permitirnos un Estado autonómico tal y como está concebido. Una cosa es la descentralización y otra multiplicar por tres todas las administraciones en comunidades autónomas y ayuntamientos.

   El Estado de las autonomías como es evidente tiene ventajas, pero también inconvenientes, y el mayor de los inconvenientes es precisamente que es caro, muy caro, tal y como está concebido. Pero que sea caro no significa que no pueda preservarse todo lo bueno y limar lo que no funciona, y desde luego que no pueda ponerse un límite de gasto a las comunidades autónomas.

   Una vez más, Miguel Angel Fernández Ordóñez ha dicho en voz alta lo que ve cualquiera que analice objetivamente la realidad. Ahora, la pelota está en el tejado de nuestra clase política y yo me pregunto si se atreverán a hacer frente a la realidad, o si preferirán hacer lo que hacen en otras ocasiones: si la realidad no está de acuerdo con sus intereses, peor para la realidad.


Lea también:

• Fernández Ordóñez pide un 'plan B' por si empeora la economía