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La previa de la 'Due Diligence'

Joan Laporta asegura que su gestión económica al frente del Futbol Club Barcelona es intachable

Joan Laporta asegura que su gestión económica al frente del Futbol Club Barcelona es intachable

Sala i Martín recuerda que las auditorías sólo son opiniones no vinculantes

viernes 15 de octubre de 2010, 05:52h

El expresidente del Futbol Club Barcelona Joan Laporta ha querido dejar claro en la tarde de este jueves que los números de su mandato al frente del Futbol Club Barcelona entre los años 2003 y 2010 han sido negros se mire como se mire. Incluso sometidos al prisma más duramente crítico -mientras esa disparidad de criterio se ejerza de modo objetivo, ha dejado entrever- de la oposición. Y, desde luego, que es totalmente falso que su junta perdiera 77 millones. Para avalar sus tesis, Joan Laporta se ha escudado en quienes, de verdad, dominaban el tema económico en su junta, como son el exdirectivo y también antiguo presidente de la Comisión Económica del club, Xavier Sala-i-Martín, i el antiguo director general de la entidad Joan Oliver. El primero ha recordado el carácter subjetivo que han de tener las auditorías; el segundo ha explicado que una auditoría encargada a Safont Auditors por la junta de la cuál fue empleado concluye en las mismas tesis que la firma a la cual se refieren los actuales gestores del club: Deloitte. A la cuál, por cierto, los gestores de Laporta también presentaron sus números sin que ésta los rechazara. En cualquier caso, la tesis general ha sido que las auditorías no son biblias sino que son instrumentos meramente consultivos. Y que depende de cómo se contabilicen los capítulos -que pueden concretarse a gusto del consumidor- para obtener un resultado u otro. También que debe quedar claro que quien firma unos números es el responsable de los mismos. O que no se puede exigir que la junta de Laporta responda por unos números de Gaspart y perdonarle a Rosell los mismos parámetros respecto a su antecesor. Este jueves, Laporta se ha explicado; ell sábado lo hará la junta de Rosell en la asamblea de compromisarios en qué presentará su 'Due Diligence'.

Joan Laporta ha iniciado su parlamento dando a entender que su voluntad era no hablar de nada que se refiriera a la entidad que presidió entre junio de 2003 y julio de 2010. "Pero han pasado 100 días con la nueva junta directiva al frente de la entidad y se ha visto que la tónica es 'difama que algo queda'. Además, apremiaba la necesidad de adelantarse a la versión que, este sábado, la junta presidida por Sandro Rosell pueda dar de la situación. En esta tesitura, según Laporta, se ha entrado en una época de manipulaciones sobre las cuentas y de un torbellino de declaraciones basadas en una "supuesta mala gestión". Joan Laporta ha mostrado aquí su indignación a raíz de una situación "que atenta a nuestro prestigio como gestores y a mi honorabilidad". De ahí que "nos veamos obligados a pronunciarnos". Sobre todo porque "queremos que los socios tengan toda la información". Llegados a este punto, Laporta ha opinado que se ha vulnerado su derecho a explicar unas cuentas que deberían ser explicadas ante la Asamblea de Compromisarios del Futbol Club Barcelona. Sea como fuere, Joan Laporta i Estruch se ha mostrado orgulloso de que su Barça sea el mejor de la historia en todos los niveles -deportivo, económico, social, y por lo que respecta a la Fundación-. El exitoso mandatario blau-grana ha lamentado, llegado a este punto, que la actual directiva persiga que los compromisarios interpongan una demanda "mediática" -el procedimiento puede abarcar un período de tiempo objetivamente suficiente para mancillar la imagen del laportismo- que "nos desacredite a nosotros y a nuestras familias", ha indicado Joan Laporta.

Los números, para Sala-i-Martín

Xavier Sala-i-Martín ha sido el encargado de asustar a la audiencia: la farragosidad de los números impregnará el discurso, ha venido a decir, como disculpándose se la imposibilidad de hallar una razón a la convocatoria que no tuviera como temática lógica las cifras. Y es así como ha empezado su exposición explicando que la situación que se encontró la junta laportista en 2003 y el resultado de haber conseguido el magma de títulos de la misma ya supone, de entrada, un gasto de 40 millones de euros en razón a la finalidad. Los números del profesor universitario de Columbia arrojan unas cifras de 445 millones en concepto de ingresos de explotación y 428 millones en gastos -títulos incluidos-. Al final, el balance positivo son 16'8 millones de euros que se traducen en unos beneficios de 11 millones, contrarios al déficit de 77 millones que asegura la junta de Sandro Rosell que hay actualmente. Aún más, según Sala-i-Martín, la junta de Laporta se encontró con que los ingresos en 2003 habían sido de 137 millones de euros y en el momento de que la misma dejó de ejercer sus funciones en el club el concepto ascendía a 445 millones de euros "lo que definía al Barça como el mejor club del mundo, cifras NBA, por ejemplo, incluidas". Y, ha añadido Sala-i-Martín, "sin pelotazos". Y, aún más, contando con los efectos desestabilizadores, a la hora de contabilizar, como podría ser el breve paso del delantero Zlatan Ibrahimovic.

El economista también ha abundado en cómo se "creó" la historia de que había que vender a Dmitro Chigrinsky para pagar los sueldos de los jugadores. Según Sala-i-Martín, la nueva junta directiva "se inventó" la excusa de que no había dinero para pagarles hasta el 15 de julio, sin explicar que los sueldos de los futbolistas -con diferente sistema de pago al del resto de los mortales- se pagan, básicamente, en dos fechas: y una de ellas es, precisamente, el 15 de julio. Es decir, que la cuestión no es si a los profesionales del balón no se les podía pagar antes sino que está estipulado que cobran el grueso del sueldo precisamente ese día. Siguiendo el hilo, también ha explicado que no es verdad que existiera un crédito sindicado de 150 millones, que desestabilizara las cuentas, para hacer frente a antiguos gastos. En realidad, lo que hizo la antigua junta fue reconvertir una parte de los avales contenidos en el mismo -unos 60 millones- en dinero en efectivo, con lo cuál las cuentas no quedaban alteradas. Sea como fuere, la situación económica que ha dejado la junta de Laporta "es perfecta" porque "mientras los ingresos han ido aumentando, el crédito sindicado ha seguido siendo el mismo", ha ilustrado Sala-i Martín. Que también ha calificado -irónicamente- como "flexibilización de la verdad", la opinión de la nuevas junta respecto de la antigua en el sentido de que se "marchó sin auditar". "A Deloitte le pedimos que nos presentaran las cuentas de su auditoría el día 30 de junio y ellos nos dijeron que lo harían el día 1 de julio y aún tardaron unos días más", ha evocado quien fue presidente de la Comisión Económica del Futbol Club Barcelona, que a su vez ha recordado que "los auditores no formulan cuentas: lo hacen los gestores". Finalmente, Xavier Sala-i-Martín ha cifrado en 95 millones el saldo favorable de la junta de Joan Laporta.

Los matices, para Joan Oliver

Quien fuera director general del club Joan Oliver ha entrado en detalles antes apuntados por Sala-i-Martín, tales como los conceptos que incluyen las auditorías de las salvedades -aquellos números que podían ser interpretados de modo distinto sin menoscabo de la lectura efectuada- y las incertidumbres -situaciones posibles pero no previstas en la lógica contable-.

Entre las primeras, y recordando que los antiguos gestores del club tienen una auditoría paralela llevada a cabo por Safont Auditors Associats, ha señalado la polémica generada por la venta de terrenos en Sant Joan Despí, cuyos resultados -con un ingreso de 14'6 millones de euros- pueden incluirse, según prisma, en las cuentas del ejercicio 2009-2010 o del 2010-2011. También la prima de los derechos futbolísticos de Mediapro, en relación a la cuál ha recordado que es el mejor contrato nunca firmado por lo que se refiere a transmisiones deportivas, si bien las discrepancias pueden venir generadas por la distribución de beneficios una vez renegociado el acuerdo, pues hay 12 millones que 'bailan' entre el previo y el reconsiderado. Otro punto, en este aspecto, se ha referido al traspaso del delantero Thierry Henry, cuya efectividad se concretó cuando el club comprador -New York Red Bulls- se decidió a hacerse cargo de su ficha. "Pero todo esto parece muy fácil si no se tiene en cuenta que, una vez conseguido el acuerdo entre clubes es necesario el visto bueno del jugador", ha explicado Oliver, para recordar que el transfer no se hizo efectivo, a efectos contables, en la temporada 2009-2010, "como sí se hizo con Toure Yaya -de nuevo de cara a la contabilidad- al Manchester City, y en cambio esta operación sí se cuenta". Los terrenos de Viladecans, cuya depreciación se debe al diferente objeto que se les ha conferido según la situación ("no es lo mismo pretender destinarlos a un BarçaPark que a un campo de coles", ha dicho Oliver). O el 'caso Baena' por le cuál el Barça está en litigio con el Real Club Deportivo Español por un jugador de la cantera y, si bien hoy en día el club blau-grana debe pagar 3,8 millones de euros el tema está pendiente de resolución, con lo que el dinero en cuestión puede no contabilizarse como dispendio, han sido otros capítulos incluidos en la relación de salvedades.

La primera incertidumbre tendría como foco el concurso de acreedores que la propietaria de los derechos de las retransmisiones futbolísticas Mediapro tuvo que asumir a principios del último verano, si bien la empresa multimedia siempre ha pagado hasta el 40 por ciento previo de la temporada subsiguiente -y además, Deloitte remarca que esta incertidumbre afecta al futbol español en general-. La segunda el litigio con Sogecable por los partidos de Champions que, con los números en la mano, también favorece a las arcas del club, aunque los balances -"mágicos", término que se ha repetido a lo largo de los discursos para comentar los números de los actuales gestores blau-grana- hagan parecer lo contrario.

Las misceláneas de la exposición

De nuevo Xavier Sala-i-Martín ha tomado la palabra para considerar que la junta que preside Sandro Rosell has aprovechado las cuentas de Deloitte para jugar con los números -mediante las salvedades e incertidumbres, principalmente- a su albedrío. Y ha añadido que "si deciden reformular cuentas, la responsabilidad legal y financiera será de la nueva junta. La que firma las susodichas cuentas".

Joan Laporta, por su parte y haciendo referencia a la 'Due Diligence' que los actuales gestores del Futbol Club Barcelona prevén presentar el sábado ante la asamblea de compromisarios, ha asegurado que los resultados de su junta directiva son positivos. Asimismo, según el antiguo máximo mandatario blau-grana, la voluntad de la nueva junta es originar una demanda judicial y a la vez mediática que conlleve arrojar descrédito a su junta mientras se instruye el proceso. "Querríamos que la 'Due Diligence' se hubiera hecho llegar al socio porque no tenemos que esconder nada. Ahora, la junta que está al frente del club ha permitido crear un ambiente hostil hacia nosotros que, incluso, puede perjudicar la imagen del club y resultar irreparable". Laporta ha apuntado que estas actitudes responde a un "resentimiento e interés personal de aprovechamiento de los beneficios de nuestra gestión: por ejemplo, el afán de demostrar nuestra mala gestión económica reduce la cantidad que deben presentar como aval". No se ha detenido aquí el antiguo máximo mandatario barcelonista, pues ha opinado que la actitud de los nuevos mandatarios del club puede ligarse al "pago de compromisos mediáticos -y, en pocos minutos, la expresión "caverna mediática españolista" ha salido reiteradamente de su boca- anteriores a la campaña electoral". Aun se ha atrevido a más cuando ha vinculado ciertas actitudes a la voluntad de servir a un partido político en concreto. Aunque no ha dicho a cuál.

Sobre temas que podrían calificarse de menores, como los supuestos desvaríos en el uso de tarjetas de crédito o cuentas de catering o de locales nocturnos de moda, el antiguo mandatario barcelonista ha dicho que se trata de "falsedades" y ha emplazado a quienes denuncian estos supuestos abusos a su demostración.

La (posible) solución al embrollo

En la exposición que los antiguos gestores del Futbol Club Barcelona han llevado a cabo, se ha deslizado la fórmula que podría acabar con la incertidumbre sobre quién lleva la razón en las discrepancias económicas del club. Efectivamente, y como se ha reconocido, las únicas auditorías vinculantes de la situación serían las emitidas o bien por la Liga de Futbol Profesional o bien por el Comité Superior de Deportes "siempre y cuando sólo tuvieran en cuenta las salvedades" -dejando al margen las incertidumbres-. Preguntada la mesa por qué ni ellos ni los actuales gestores del club se han acogido a esta posibilidad, Joan Laporta ha opinado que un club como la entidad que él presidió no debe caer en la "confusión e irresponsabilidad" de ser "fiscalizado" por un agente externo. "Los números son responsabilidad de quien los firma y si la nueva junta presenta unos números, ellos son los responsables", ha sentenciado.

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