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ELECCIONS 28-N

González critica a un Montilla que muestra como su única virtud querer ser presidente

González critica a un Montilla que muestra como su única virtud querer ser presidente

El candidato socialista ha corrido el riesgo de pedir que se juzguen sus propuestas

martes 23 de noviembre de 2010, 00:53h

El presidente de la Generalitat y candidato socialista a la reelección, José Montilla, ha asegurado que a diferencia de otros candidatos, para él lo prioritario no es salir bien por la tele, afirmando que: "mi principal combate no es contra las cámaras, sino contra la crisis". Pero más allá de frases coyunturales -de menos que increíble hombre normal: él no tiene la solución global para el tema pero, desde luego, su Gobierno tampoco ha contribuido a paliar la debacle económica en el pequeño margen que podía hacerlo. Véase, sino, las cifras de empleo en Cataluña-, el candidato a seguir rigiendo los destinos de los catalanes ha reconocido que no tiene virtudes de imagen ni de oratoria. A la vez que ha seguido con la demagogia del izquierdismo como marca principal catalana -sin caer en que ésta no es, verdaderamente, su personalidad diferencial: lo es un talante nacional-. Y, claro, se ha complicado la vida pidiendo que se le juzgue por sus propuestas y por su ideología. Al final, la sensación ofrecida ha sido que su única virtud es la de querer seguir sentado en la poltrona de Sant Jaume, lado montaña. Pero esto no es lo más grave. Lo peor es que el gran ícono socialista Felipe González -en una situación tal vez inédita en democracia-, uno que estaba para arroparle, también le ha criticado en su propio mitin. Tal vez le haya lanzado el torpedo definitivo.

El candidato socialista ha dicho que no le preocupa si queda bien ante las cámaras o no o cómo es su imagen, ya que su prioridad pasa por luchar contra la crisis y que "en un país de izquierdas como Cataluña haya un presidente de izquierdas" tras el 28 de noviembre.

"He luchado toda la vida contra prejuicios y clichés", ha dicho Montilla, quien ha indicado que lo que él desea es que los catalanes puedan juzgar las propuestas que defiende y su ideología política.

"Yo no me examino para un concurso de oratoria, yo me presento para ser vuestro presidente, y me presento con mis hechos, mis palabras, mis convicciones plenas y mis valores irrenunciables", algo de lo que en su opinión no puede hacer gala el candidato convergente a la Generalitat, Artur Mas.

Montilla ha sostenido que Mas no ha concretado algunos de sus objetivos, como reducir los impuestos y el número de funcionarios y si piensa convocar un referéndum independentista en los próximos años.

"Yo no me presento a las elecciones con incógnitas, todo el mundo sabe lo que quiero hacer, cuando lo quiero hacer y con quien lo quiero hacer", ha añadido Montilla, quien ha señalado que este martes habrá el primer debate 'cara a cara' pese a que hace tres décadas que Cataluña recuperó su autogobierno.

La nota de color del mitin la ha puesto un militante del PSC que desde las filas del público, ha coreado el lema que catapultó a Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos: "Montilla yes, we can". Algo que, seguramente no habrá sido muy del agrado del de Iznájar. Y no porque ahora decline la imagen del presidente norteamericano sino porque, en plena obamanía, declaró que hay personas en este mundo mucho más interesantes para conocer que Barack Obama.

González, un amigo para Mas

Tirón de orejas -seguramente inoportuno: puede traer cola y todavía peores consecuencias para el candidato socialista- ha recibido Montillla, en el transcurso del mitin, de Felipe González. En su 'casa' Montilla -¿qué no es, sino, un mitin, donde sólo suelen arropar a uno los suyos?- se ha tenido que oír reproches del antiguo jefe del Gobierno socialista. Sin calcular éste -o... ¿quién sabe?- que la crítica puede beneficiar al rival directo de Montilla, Artur Mas

Y es que el ex presidente del Gobierno, Felipe González, ha criticado ante el presidente de la Generalitat y candidato socialista a la reelección, José Montilla, el excesivo "ruido" que a su juicio ha caracterizado el gabinete que ha liderado.

"Si el ruido de tripartito no hubiera impedido explicar el pedazo de gestión que has hecho, estaríamos en otras condiciones" y las expectativas electorales del PSC serían mejores que las actuales, ha admitido González.

González también ha advertido del riesgo de otro tripartito -en fin, que ni ese agarradero le concede al actual presidente de los catalanes-, de un gobierno de coalición entre "Convergència y Unió y el PP". "¿Vamos a cambiar hacia la derecha?", ha preguntado González ante un auditorio entregado, considerando que una mayoría de centro-derecha en Catalunya sería perjudicial para el futuro de esta comunidad autónoma.

"Perderíamos cuatro años vitales para dar una respuesta progresista a la crisis", ha recalcado González, quien ha asegurado que ante la crisis hay dos respuestas claramente diferenciadas: las que da la izquierda, y que a su juicio son las que ha impulsado el PSC desde la Generalitat, y las de la derecha, las mismas que ha hecho David Cameron en Reino Unido recortando el sector público.

Si ante Montilla ha cuestionado la política comunicativa del Govern, González ha vuelto a poner el dedo en la llaga en la respuesta que ha dado el Gobierno del PSOE a la crisis económica.

A juicio de González, esta respuesta ha llegado demasiado "tarde", aunque sin embargo, ha celebrado que la reacción del Gobierno se anticipase a la de otros gobiernos europeos como el francés, que han ido más tarde que España.

González ha vuelto a reclamar cambios económicos a nivel internacional ya que, en caso contrario, en "seis o siete años" habrá una nueva crisis económica, con la singularidad que, en esta próxima ocasión, los ciudadanos no estarán dispuestos a que se destine tanto dinero público para salvaguardar a la banca.

"Antes me peleaba por la economía social de mercado, y hoy porque la economía no sea sólo de mercado", ha admitido el ex mandatario español.

González también ha dirigido sus críticas a los populares, diciéndoles que lo que está pagando ahora España por su deuda pública es "menos" de lo que se abonaba entre 2001 y 2003, cuando gobernaba José María Aznar. Y así, las cosas como sean, ha abierto un nuevo capítulo que demuestra que, en ciertas esferas, la contienda catalana no importa y sí la futura pugna por el Gobierno de España. Y Montilla, aunque ya tal vez con la mosca tras la oreja, siguiéndole el juego.

Al final de su intervención, González ha recalcado que el jueves volverá a arropar a los socialistas catalanes ('con amigos como estos...', puede haber pensado en este momento Montilla) en un gran mitin en el Palau Sant Jordi de Barcelona junto al aún jefe de Gobierno catalán y so homólogo español, Zapatero. Aunque alguna esperanza le queda a Montilla, dependiendo de por donde recorte González su discurso: "En el Sant Jordi seré más breve, y sólo les pido que falten plazas, y que lo pongamos a reventar", ha concluido González.

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