El aún conseller de Educación matiza, no obstante, que no es necesario romper con el socialismo español
Pero, para cubrirse las espaldas 'sin que se note el empeño' Maragall ya ha advertido que la farisaica fórmula "no es sinónimo de ruptura y enfrentamiento con el socialismo español; es sinónimo de libertad para definir la posición propia y defenderla abiertamente en todo lo que afecte el interés específico de Cataluña", según ha recalcado el aún titular de Educación.
El finiquitado conseller lo ha dicho en un apunte en Twitter recogido por Europa Press, en el que insta a sus seguidores a consultar un conjunto de reflexiones que él mismo escribió este agosto, y que ha publicado este miércoles el blog federalisme.cat bajo su expresa autorización.
Según Maragall, la dirección del partido liderada por José Montilla se equivocó al no hacer suya la reivindicación del grupo propio antes del 28-N, y de hecho, el conseller ya indicaba en agosto que por esta razón las encuestas daban al PSC unas expectativas electorales "tan bajas". Tal vez buen jefe de área, francamente mal analista demuestra ser.
"Mi convicción es que sin dar una respuesta positiva y convincente será muy difícil recuperar credibilidad y apoyo activo entre amplios sectores de la sociedad catalana que, inexcusablemente, deben formar parte principal de un proyecto progresista que quiera ser ganador", ha añadido.
Según Maragall, durante el tripartito ha quedado clara "la eclosión inevitable de las limitaciones y efectos derivados del modelo de relación PSC-PSOE" que cambió en la legislatura 1982-1986 y de la que ahora, parece ser se da cuenta
Fue entonces cuando el catalanismo progresista se quedó "sin derecho a voz y voto en el proyecto compartido con el socialismo español", y esta "contradicción" ha quedado reflejada "con intensidad" cuando el PSC ha gobernado Cataluña, sobre todo tras el recorte del Estatut.
No es lo mismo
Maragall contrasta que en 10 años el PSC ha pasado de ser la "punta de lanza de la renovación política, del salto hacia adelante del autogobierno y de la modernización reformadora de la sociedad catalana a ser víctima propiciatoria" del recorte del Estatut, la llegada de más de un millón de extracomunitarios y los efectos de la crisis.
En este sentido, Maragall apela a los 1,2 millones de sufragios -perdedores, por cierto, habría que recordarle al hermano menor de Pasqual- que el PSC cosechó en 1999, en una candidatura liderada por su hermano, en la que iba en coalición con Ciutadans pel Canvi en las cuatro provincias y con Iniciativa en Lleida, Girona y Tarragona.
Maragall también ha indicado que la reivindicación del concierto económico que propone Mas es un "intento de 'matar' todo el Estatut y hacer olvidar su protagonismo y responsabilidad en aquel proceso de aprobación".
Sobre la debacle de ERC, ha considerado que el partido no ha sabido rentabilizar su rechazo al Estatut pese al creciente soberanismo, algo a lo que también debe hacer frente el PSC, no sólo los partidos nacionalistas.
El blog pone de manifiesto que ha sido el propio Maragall quien ha pedido publicar estas notas, que hizo en agosto, "antes que se decidiera la fecha de las elecciones".
"Este documento fue enviado a principios de septiembre a algunos miembros de la dirección del PSC, con la voluntad de construir al debate abierto que consideraba, y sigue considerando hoy, necesario", ha recalcado.
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