Borja Fayos lee mejor que nadie Dos Hermanas. Hace poco alguien, con criterio, escribía en un comentario que en los pronósticos siempre tengo un trato de favor a los caballos que conduce este jockey. Ahora, visto lo visto, me lamento de no confiar más a ciegas porque en este hipódromo nazareno la monta es más determinante que en cualquier otro trazado. La moral de Fayos es, hoy por hoy, lo que ayuda a separar la paja del trigo. Con Blackberry Boy volvió a ganar el jockey y eso que Kuruchet mostró una resistencia numantina.
En tiempos de ‘María Castaña’ muchos entraban a La Zarzuela para jugar su dinero a los caballos de Carudel y Román Martín. Tal era la devoción de sus seguidores que, montaran lo que montaran, siempre terminaban siendo favoritos. “No pierdes si les juegas a los dos”. Ahora lo mismo serviría si la fórmula Fayos. Es un jockey que está defendiendo la probabilidad de cada caballo que conduce con uñas y dientes. Quizá no sea brillante, quizá no sea el más estético pero los euros del apostante y la probabilidad del caballo están en buenas manos. De hecho sus cuatro montas de hoy no sólo sirven para demostrarlo (un primero, dos segundos y un cuarto) sino que también para analizar cada una de las carreras.
Si Belate tenía alguna posibilidad de batir a Carioka era si hacía valer el estado de forma. Y para ello imponer un ritmo selectivo de carrera desde el golpe de los cajones y luchar toda la recta hasta donde llegara. Y así hizo. Lo malo para la yegua de Jesús López es que Francisco Jiménez no se confió y marcó a su rival durante la carrera y en la recta no dejó de empujarla hasta pasada la meta. Resultado, victoria por la mínima, o derrota por la mínima de Borja Fayos.
Parecido papel a jugar en la segunda. Esta vez Borja Fayos se subía en Luthjet. Otra vez como aval la forma y otra vez a empujar desde la salida de la curva, aunque en esta ocasión también le sirvió para llevarse la consolación porque el tres años Callilou hizo bueno aquello de que los handicaps de poco nivel son más asequibles para tres años y ganó como quiso con la monta de Marino Gomes.
En la tercera, nuestro último protagonista del año, no estuvo en el trío. ¡Noticia! Espido entraba primero en la recta, con dos o tres cuerpos por delante, pero no le sirvió para sorprender. El Africano, gran forma la de la denostada cuadra Las Águilas, remató para hacerse con la victoria. Aquí si Fayos hubiera conducido a Corcubion a lo mejor estaríamos hablando de un cambio de orden. Porque Marino Gomes no le supo sacar del culo de El Africano y fue uno más de la lista de caballos en este Hipódromo y en esta temporada que no culmina el remate por coger la estela del puntero.
Whistleinthewind no es el primer caballo con el cual sus responsables ‘engañan’ en la revista. Textualmente; “Acusó mucho el viaje de Inglaterra y todavía le estoy recuperando. Se mueve bien y puede ser un caballo interesante pero está muy falto y queremos que tenga una toma de contacto para conocerle mejor”. Lo malo es que engañar a la revista es hacerlo también al aficionado. Y la forma en que ganó no es de un caballo que esté muy falto. Lo hizo como quiso. Y pagó un buen dividendo en una carrera de jinetes aficionados que, una vez más en el colmo del despropósito, era soporte de la Lototurf. Detrás del caballo de José Calderón, más o menos lo lógico, con Compton Park quitándole el segundo lugar a un inadaptado Jhon Fiztgerald.
La reunión y el año concluyeron, ahora sí, con el triunfo de Borja Fayos. Blackberry Boy había reaparecido sin más. A sus seis años y con tantas batallas parecía menor su opción, pero su jockey no lo creía así. Lo montó con fe y con brazos hasta el poste. Sólo así doblegó a Ilusionista y se puso a salvo del postrero remate de Kuruchet, que por los palos, pareció haberle tenido demasiado miedo al ritmo impuesto en el recorrido. Si Jarcovsky lo hubiera llevado más en carrera… Le faltaron veinte metros y le sobró el empuje de Fayos. Por algo era el protagonista del día…