Demagogia para acabar el año
lunes 27 de diciembre de 2010, 23:37h
Algunos de mis lectores me acusan de demagogo por poner de manifiesto lo mal que lo están (estamos) pasando muchos andaluces en los últimos años. Yo me pregunto ¿es demagogia decir que Andalucía tiene una tasa cercana al treinta por ciento de de paro y que éste afecta a casi un millón de andaluces? Si así es el demagogo no soy yo sino la propia Junta de Andalucía. ¿Es demagogia decir que en el último año se han visto obligadas a echar el cierre cerca de cincuenta mil pequeñas y medianas empresas? ¿lo es que el Gobierno andaluz ha puesto en pie de guerra a casi todos sus funcionarios ante la aprobación sin negociación alguna de un decreto que pretende darle plaza fija a veinte mil enchufados mientras les reduce el sueldo a los que ya la tienen? ¿Soy un demagogo si digo que en el último año Griñán se ha limitado a dejar correr el tiempo en busca de un liderazgo en su partido que no sólo no llega sino que es cada día más cuestionado, mientras la sociedad andaluza contempla como se va degradando poco a poco la escasa estabilidad económica de la Junta? ¿Hago demagogia si digo que la "Caja ünica" pretendida y avalada por Pepe Griñán se ha convertido al final en la "Unicacaja" de Braulio Médel con la que nadie, ni los "amigos" de CajaSol, ni los de CajaGranada. y menos aún los "enemigos" de CajaSur, han querido saber nada? ¿Soy un demagogo si afirmo que sindicatos (UGT y CC.OO.) y empresarios (CEA) han sido "comprados" por la Junta con el VII Acuerdo de Concertación Social del que reibirán cientos de millones para "cursos de formación" que no son sino la única forma que tiene la Administración de comprar la paz social? Si cualquiera de estas afirmaciones es, como pretenden algunos, demagogia, lo siento, pero vivimos en un mundo gobernado por demagogos.
Y sigo. ¿Es demagogia denunciar la congelación de las pensiones y contemplar, al mismo tiempo, cómo los ex presidentes de algunas comunidades autónomas se van a su casa con una pensión millonaria de por vida después de haber estado parasitando en el puesto durante unos pocos años? ¿es de recibo que un diputado pueda cobrar la jubilación con sólo siete años de ocupar su puesto en el Congreso, mientras el resto de los trabajadores españoles tenemos que estar al menos veinticinco años trabajando para cobrar el ochenta por ciento de la pensión? ¿Es cierto que Manuel Chaves cobra actualmente dos sueldos, el de ministro y el de ex presidente de la Junta que le suponen más de 120.000 euros anuales? ¿Sigue siendo demagogia denunciar los 30.000 móviles gratis que da la Junta a sus empleados de confianza o los casi trescientos coches oficiales de los que gozan los altos cargos de la Administración autonómica? Demagogia, pura demagogia.
En fin como no quiero amargarle este final de año a mi amigo Juan y a sus colegas, sólo me resta decir que todas estas propuestas demagógicas son sólo la punta del iceberg de la política española. Sólo bastaría indagar un poco para poner al descubierto los tejemanejes de los políticos (de uno y otro signo, claro, en todas partes cuecen habas y la "casta" es la casta) que en lugar de servir al pueblo, se sirven del pueblo. Y que conste que esta última frase sí que es pura y dura demagogia. Es lo que hay. Que les sea leve el 2011 porque la cosa no está para muchas bromas ni tan siquiera el día de los Inocentes en el que Zapatero ha tenido la gran ocurrencia de subirnos la luz un diez por ciento, y los trenes un ojo de la cara. Gracioso que es el muchacho.