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No confían en la capacidad de los dirigentes de las instituciones financieras

Un estudio de Funcas dice que el Banco de España incumplió su deber de supervisión

Un estudio de Funcas dice que el Banco de España incumplió su deber de supervisión

 El informe mantiene que el Banco de España incumplió su deber de supervisión

lunes 17 de enero de 2011, 15:14h
Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros, ha presentado este lunes "Alerta y desconfiada: la sociedad española ante la crisis", cuyos autores son Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez, presidente e investigador, respectivamente, de Analistas Socio-Políticos, Gabinete de Estudios. El ensayo, realizado a través de encuestas, señala que respecto del Banco de España, una mayoría amplia (66%) opta por una descripción bastante crítica de su actuación, según la cual "habría faltado a su deber de vigilancia y previsión, permitiendo que las entidades financieras se endeudaran en exceso". Además, los líderes de los principales partidos políticos tampoco salen bien parados: ni Zapatero ni Rajoy saben de lo que hablan cuando se pronuncian sobre la crisis, afirma un 60% de los encuestados.
El libro es el resultado de una investigación financiada por Funcas sobre las opiniones y actitudes de los españoles acerca de la crisis económica que vivimos, y está basado, sobre todo, en dos encuestas representativas de la población adulta (18 a 75 años), celebradas en desde el mes de septiembre a octubre de 2009 y en octubre de 2010.

Los españoles están alerta, pero más cerca de la confusión y la desconfianza que de la claridad y la confianza, por lo que para afrontar la crisis sigue requiriéndose reconocer los hechos, primero, los “objetivos” de gravedad y la complejidad de la crisis, y, segundo, los “subjetivos” de los límites cognitivos y morales de todos los actores, políticos y ciudadanos, elites socioeconómicas, profesionales o medios de comunicación. El libro muestra la percepción que tiene el público español de hechos objetivos de la crisis y de los límites cognitivos y morales de los actores, empezando por los de ese mismo público.


La percepción de la crisis


El libro comienza recordando los datos fundamentales de la crisis, lo que sirve como telón de fondo a las opiniones de las encuestas. Inmediatamente después muestra la percepción que tiene el público de la gravedad y la duración de la crisis, y analiza su nivel de información y de su comprensión de los datos de la crisis. Destaca la estimación media de los años que harán falta para volver a una tasa de paro pre-crisis (11%), que ha aumentado entre 2009 y 2010, de 3,6 a 4,8 años, pero parece optimista a
la vista de lo ocurrido en el pasado. También está claro que las expectativas de mejora de la situación financiera del hogar son limitadas y han caído entre las dos encuestas, desde el 36 al 22%.

Tanto en 2009 como en 2010 la misma mayoría (59%) cree que las cosas en España van por un camino equivocado, y son muy pocos (30 y 26%) los que creen que van por la dirección correcta.


Información y comprensión a medias


El público cree que el gobierno ha informado de la crisis tarde (75%) y de manera poco o muy incompleta (80%), y que los medios de comunicación informan de ella de manera más bien desordenada y confusa (68%). La estimación media de su propio nivel de información sobre la crisis parece insuficiente (un 2,8 en una escala del 1 al 5), aunque no son pocos (56%) los que creen tener una idea bastante clara de los riesgos principales de la economía española. Sin embargo, escasamente la mitad (52%) reconoció que había oído hablar de la crisis de la deuda pública española de mayo del 2010, y de ellos apenas un 25% consiguió situarla en un marco temporal laxamente correcto.


La visión de la economía de mercado

En cualquier caso, es mayoritaria (63%) la preferencia por la economía de mercado, frente a la alternativa de una economía dirigida por el gobierno (25%), son mayoría los que creen que la crisis económica mundial se debe más bien a abusos dentro del capitalismo (59%) que a un fracaso de dicho sistema (36%), y son un amplia mayoría (70%) los que creen que la crisis actual refleja graves fallos en la regulación y la supervisión del capitalismo (frente a un 20% que cree que refleja graves fallos del
capitalismo).

La política económica deseable

Como paso siguiente, se examinan las opiniones del público sobre determinadas políticas económicas. Por lo pronto, son tantos los que creen responsabilidad gubernamental intervenir y salvar las instituciones financieras en dificultades (48%) como los que no lo creen (49%), y son mayoría (57%) los que no piensan que las inyecciones de dinero público en dichas entidades contribuya a sanearlas.

De cara a reducir el déficit público, algo que un 75% considera prioritario, muchos (71%) apoya la reducción del gasto en personal de las administraciones públicas, pero pocos apoyan reducir la inversión en infraestructuras (35%), reducir el gasto social (29%) o aumentar los impuestos (20%). En general, la opinión es reticente con respecto a cambiar el statu quo del mercado laboral, aunque hay minorías reformistas apreciables. Para reducir el paro, sólo un 22% estaría de acuerdo con
abaratar la contratación de trabajadores reduciendo los costes del despido (y un 75% estaría en contra), mientras que un 44% estaría de acuerdo con reducir las cuotas a la Seguridad Social que pagan los empresarios para abaratar la contratación de trabajadores, pero un 52% estaría en contra.

Asimismo, sólo un 27% favorecería un modelo de negociación colectiva que adaptase lo más posible las condiciones de trabajo y los salarios a las características de cada empresa, pronunciándose la mayoría (68%) por un modelo en que las condiciones de trabajo y los salarios sean muy parecidos en cada sector.

Pensando en el largo plazo, mayorías diversas están de acuerdo con juicios que señalan las debilidades del modelo de crecimiento español. Por ejemplo, un 91% cree que el peso de la construcción ha sido excesivo en la última década y sólo un 23. A su vez, son muchos (un 85%) los que están de acuerdo con que hagamos un gran esfuerzo para mejorar nuestra capacidad de fabricación de productos de alta tecnología.


El sistema de debate y decisión, y sus actores principales

A continuación se recogen sus juicios sobre los actores principales del sistema de debate, decisión y gestión de los asuntos comunes, incluyendo al gobierno y la oposición, pero también de otros actores relevantes, como los economistas, el banco central, otras instituciones financieras, y sindicatos y patronal, sin olvidar la dimensión europea de las decisiones. La gran mayoría está en desacuerdo con cómo está afrontando la crisis el gobierno (un 78% en 2010), pero son pocos los que creen que un gobierno del PP lo haría mejor (un 25% en 2010). De hecho, mayorías claras creen que tanto el presidente del gobierno como el líder de la oposición saben poco o
nada de lo que hablan cuando se pronuncian sobre la crisis y la situación económica (62 y 59%, respectivamente). Ello es coherente con que la caída en la intención directa de voto al PSOE no suponga una apreciable transferencia de votos hacia el PP.

Respecto de dichas entidades financieras,recordemos que se confía poco en la capacidad de sus dirigentes para hacer frente a la crisis financiera (media de 2,2 en una escala del 1 al 5), casi todos (83%) les achacan falta de prudencia en
la concesión de créditos hipotecarios, y una mayoría (64%) de los que creen que están concediendo pocos créditos apunta a razones que tienen que ver con decisiones propias de esas entidades.
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