Casi mil trabajadores de Correos se manifiestan por sus condiciones laborales

El portavoz de la Plataforma de Trabajadores de Correos, Francisco Guerra, incidió en que "la gente en España tiene que saber que sus carteros cobran sueldos de 900 o 1.000 euros con más de 20 años de antigüedad", lo que les obliga a "luchar por unas condiciones laborales y salariales dignas".

Así, insistió en la necesidad de continuar "peleando porque Correos siga siendo un servicio público y de calidad". "Entendemos que lo público es riqueza social y ésta debe perseguir la rentabilidad social y no la económica por mucho que se quiera hacer de correos un negocio", opinó.

Guerra hizo hincapié en la ausencia en la manifestación de los principales sindicatos a los que instó a comenzar a "hacer su trabajo, que no es defender a la empresa ni poner la mano cuando venden los derechos a cambio de prebendas" sino "estar con los trabajadores". "En correos los sindicatos mayoritarios ya no son sindicatos, son agentes de la empresa, son pura empresa", añadió.

Por su parte, otro de los trabajadores que se encontraba en la cabecera de la manifestación, José Manuel, insistió en que el segundo convenio firmado por los sindicatos acuerda "unas condiciones en las que se está perdiendo todo". "Si tenemos que regirnos por lo que manden tres sindicatos, no es justo", sentenció.

Así, explicó que "hoy en día sí" hay temor al despido como represalia si se entra en la lucha por la mejora en las condiciones de trabajo. "En algunos ocasiones si que sabemos que están surgiendo represalias porque favorecen más a unos u otros en las contrataciones según el sindicato al que se pertenezca", subrayó.

La manifestación recorrió la carrera de San Jerónimo desde la madrileña Plaza de Neptuno hasta la Puerta del Sol, donde leyeron un manifiesto dirigido a los congregados y animaron a seguir con el proceso de reivindicaciones, que no descartan que llegue a la huelga. Según los convocantes se superaron los 2.000 asistentes registrados en la anterior manifestación, aunque la policía cifró en 500 el número de asistentes.