Contra la descomposición familiar 

Las cifras del Ministerio de Salud Pública  muestran un incremento del 74% en la tasa de embarazos entre adolescentes menores de 15 años. Esta difícil y alarmante realidad  debe ser enfrentada con urgencia. Los jóvenes inician una vida de “adulto” a muy temprana edad, seguramente motivados por el bombardeo de programas de televisión, periódicos y revistas que  publican contenidos cargados de escenas explícitas y lenguaje sexual. Pero además de los medios tradicionales de   información, Internet y  sus utilitarios constituyen otra fuente de motivación temprana en las relaciones sexuales.

Lo cierto es que los padres, debido a los contenidos totalmente sesgados, encuentran cada vez más difícil   controlar o restringir estas motivaciones altamente obvias y dañinas.

En esta sincera preocupación ciudadana no existe hipocresía ni falsa moral; la modernidad misma ha llevado a situaciones conflictivas cuando padre y madre se ven obligados a trabajar fuera de casa y se reduce, como consecuencia lógica, la cantidad del tiempo de calidad que pueden compartir con sus hijos.

Entonces surge la pregunta de a quién le corresponde la responsabilidad de impedir que la vida de nuestros jóvenes siga arruinándose, o que vengan al mundo hijos sin ser deseados.
Y existen otras interrogantes sin respuesta cuando niñas menores de 15 años deben abandonar sus estudios para convertirse en madres prematuras que ni siquiera han terminado de crecer.

Por lo pronto, la iniciativa de las autoridades de Salud está orientada a multiplicar el trabajo de educación sexual en los colegios del país, como  un paso más de los que se necesitan  para encontrar los correctivos. Padres y madres estamos obligados a dejar de lado conceptos caducos y tabús en la crianza y educación de nuestros hijos e hijas. Una   dosis de objetividad permitirá  que ellos comprendan los riesgos que las relaciones sexuales prematuras o sin protección pueden acarrear. Dejemos de lado  la carga ideológica que nos ha postrado  para hacer frente a la descomposición de la familia.