El domingo se celebró en Barcelona la corrida de toros más esperada en los últimos tiempos por los aficionados. La dirección de la plaza había invitado al presidente de la Generalitat, José Montilla para que estuviera en la presidencia. Finalmente su localidad la ocupó su esposa, Anna Hernández. El cambio no se supo hasta casi el momento de empezar la corrida. Montilla estuvo dudando entre la asistencia al evento taurino u otra actividad protocolaria que según fuentes de la Generalitat estaba programada anteriormente.
Lo que si hizo Montilla fue asistir al partido de fútbol celebrado en el campo del Tarragona entre el Nástic y el FC Barcelona.
Los que le conocen afirman que ni los toros ni el fútbol son espectáculos que conmuevan al presidente catalán.