www.diariocritico.com
Rayma es mi candidata

Rayma es mi candidata

martes 12 de abril de 2011, 18:18h
Otra vez, como es rutina, la agenda política se me carga. Hago un intento por unir los frentes dispares. El primero de ellos hace relación con el Informe del Departamento de Estado sobre los derechos humanos en las Américas. Soy consistente en mi postura desde cuando ejerzo la Presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Ministerio de Relaciones Interiores. EEUU adquiere autoridad para tratar sobre el tema una vez como se obligue por los términos de la Convención Americana de Derechos Humanos. No lo ha hecho. Pero su afirmación en cuanto al uso de la Justicia en Venezuela para perseguir a los disidentes o enemigos del dictador, es palmaria. Fuera de Obama es el mismísimo Tribunal Supremo de Justicia quien, por voz de su magistrado Fernando Vegas Torrealba -alias Fidias- lo confirma. Lo hace en el acto de apertura del año judicial, al hablar a nombre del pleno de sus colegas. "Bajo el liderazgo de nuestro Comandante Presidente... así como en el pasado, bajo el imperio de las constituciones liberales que rigieron el llamado estado de derecho, ... la Corte Suprema de Justicia y demás tribunales se consagraban a la defensa de las estructuras liberal-democráticas y combatían con sus sentencias a quienes pretendían subvertir ese orden en cualquiera de las competencias ya fuese penal, laboral o civil, de la misma manera este Tribunal Supremo de Justicia y el resto de los tribunales de la República deben aplicar severamente las leyes para sancionar conductas o reconducir causas que vayan en desmedro de la construcción del Socialismo Bolivariano... ", son sus palabras. Huelgan comentarios, dado que los enemigos del socialismo bolivariano, y marxista como cabe agregarlo, los identifica el Libro Rojo del partido dictatorial. Sus bases programáticas identifican sin maquillajes y como tales a "la alta jerarquía eclesiástica contra revolucionaria, la oligarquía, las burguesías apátridas, así como todo sector social que, al igual que aquellos, le sirva de base social al imperialismo", léase al capitalismo. El dictador y sus áulicos, por ende, llaman derechistas a los miembros de la oposición democrática y ellos terminan en la cárcel como Peña Esclusa, Simonovis, Forero, Vivas y antes Álvarez Paz y Capriles, entre otros muchos. La persecución contra la juez Afiuni, y las confiscaciones materiales como los secuestros y sobretodo las lapidaciones judiciales y mediáticas de periodistas, constructores, banqueros de tradición, empresarios, petroleros, líderes sindicales, militares disidentes, obispos, entre tantos, son consistentes con el credo revolucionario. La verdad es peligrosa, como lo afirma el mismo dictador. Cabe, a todas éstas, preguntar si en el deslave de aspirantes a las primarias ¿éstos se proponen rescatar la autonomía de los jueces venezolanos y blindar a la Justicia de las infamantes influencias ideológicas? Ninguno me lo ofrece como su prioridad y todos a uno, eso sí, aspiran y nada más. Rayma apunta bien y lo hace con certeza. Por lo pronto es mi candidata. Su slogan electoral es demoledor. Lo dice todo sin declararse aspirante ni tener que especular sobre un programa de gobierno farragoso: "En el 2012 apagaremos el abuso". He aquí, pues, lo central de la agenda, a saber la crisis eléctrica. Causa bochorno constatar que el verdadero activo de nuestra modernidad, obra del siglo XX, cede y se pierde en pleno siglo XXI. Atrás queda el esfuerzo de Ricardo Zuloaga Tovar, quien nos trae desde Alemania la corriente alterna y funda la celebérrima Electricidad de Caracas. El orgullo nacional que representa Guri con su planta termoeléctrica y es destino obligado de visitantes y gobernantes extranjeros desde los años '60, medra en el abandono. Y el último ingenio gubernamental, que en buena lid compite con la iniciativa privada, Planta Centro, medra en la total parálisis. Antes exportamos luz. Hoy usamos velas de cebo. De suyo, al no tener luz y apagarse el país por la ceguera del dictador, quien al paso y con burdo cinismo arguye que hay sabotaje o exceso de consumo, en otras palabras sobran venezolanos y de allí que no pocos tomen las de Villadiego hacia el exilio, la consecuencia ominosa no se hace esperar. No hay agua. Y al no haberla vuelven las endemias y las epidemias, y el paso de 53 años como promedio de vida en 1958 hasta 73,5 años en 1998 se frena en seco. Así de simple. No sé, lo repito, si los gobernantes locales y regidores aspirantes se bastan a sí, aspirando, y les basta medir sus respectivas franquicias partidarias para llegar a buen puerto. Por lo pronto, salvo Rayma, el resto vive en la penumbra. correoaustral@gmail.com  
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios