Y el Tratado se hizo

Dejamos ayer -¿qué está pasando en Bruselas?- a los Jefes de Estado y de Gobierno en una cena de trabajo que comenzaba a las 21:00 horas, cuando Polonia había rechazado la última propuesta de la Canciller alemana sobre el Tratado, y este veto se entendió que era una imposición que el Primer Ministro Kaczynski “el Malo”(Jaroslaw) había realizado sobre el Presidente negociador Kaczynski “el Bueno”(Lech), ante la indignación de los socios europeos que no entendían que el Presidente polaco pudiera echarse atrás de un acuerdo casi cerrado, por la imposición de su gemelo Primer Ministro, alguien despectivamente decía que era la Cumbre de los ausentes, en referencia al Primer Ministro polaco y al futuro Primer Ministro británico.

La indignación provocó una advertencia de la Presidencia alemana que recordó que no era la primera vez que se excluía a un país en la redacción de un Tratado. En efecto, Londres se excluyó de las negociaciones que dieron lugar al Acta Única de 1986 y al Tratado de la Unión de 1992. Ángela Merkel dijo textualmente “necesitamos unanimidad al final, pero no al principio”. Pero esta amenaza preocupó a los socios europeos y después de la cena, Blair, Sarkozy, Jean Claude Juncker y Rodríguez Zapatero se reunieron con Lech Kaczynski para intentar lograr un acuerdo mientras checos y lituanos se oponían a la iniciativa alemana de dejar aislada a Polonia que seguía insistiendo en modificar el sistema de votación por doble mayoría de Estados y de población que le perjudicaba y que claramente beneficiaba a Alemania.

Los cinco grandes encontraron finalmente una solución, retrasar hasta 2017 la plena aplicación del sistema de voto por doble mayoría, principal escollo para desbloquear las negociaciones del Tratado, pero Polonia planteó entonces otra exigencia relativa a cuestiones de moral y que según indicaron había incluido Alemania en el último momento como una concesión. Para España y otros países esta exigencia resultaba inaceptable pero finalmente se admitió que en una nota en el Capítulo referido a la Carta de Derechos Fundamentales se matizaría que “la Carta no afecta de ningún modo al derecho de los Estados miembros a legislar en la esfera de la moralidad pública, Derecho de familia y la protección de la dignidad humana y respeto a la integridad moral y humana”.

Cuando ya por fin había una solución para Polonia, a las 2:49 de la mañana se informó que nueve países ponían reparos al texto del Tratado suspendiéndose momentáneamente el plenario y continuando las negociaciones a nivel bilateral, y nuevamente, superadas algunas objeciones finales, a las 3:25 se informaba haberse reanudado la sesión plenaria. A las 4:35 de la mañana de este día de hoy 23 de junio se hacía pública la esperada noticia según la cual los líderes europeos habían alcanzado un acuerdo sobre el nuevo Tratado simplificado.

Las primeras declaraciones las haría, según era de esperar la Presidenta de turno del Consejo Ángela Merkel, acompañada del Presidente del ejecutivo europeo, José Manuel Durao Barroso. La Canciller alemana destacaría que las negociaciones no fueron fáciles y que se habían realizado concesiones a los países que habían dicho “no” a la Constitución como Francia y Países Bajos y a otros Estados miembros que tenían dificultades como Reino Unido y Polonia, y en referencia a este país dijo textualmente “hemos logrado que nadie vuelva a su casa pensando que ha quedado aislado y al mismo tiempo hemos dejado claro que no todo es posible a cualquier precio”.

Ángela Merkel añadió, ante todo, que el nuevo Tratado suponía un progreso claro para la Unión Europea dándole capacidad de acción y que había recogido la mayor parte del contenido del Tratado Constitucional -se entiende que de la parte primera-, cambiándose “el formato” pero manteniendo en gran medida “el fondo”. Cierto es que el Tratado simplificado elimina los valores simbólicos para que la Unión Europea no aparezca como un Superestado por encima de los Estados que la integran.

El Presidente de la Comisión, Durao Barroso, expresó su respeto y admiración por los esfuerzos de la Canciller y la entregó a modo de homenaje un ramo de flores, yo diría que no especialmente bonito ni espectacular. Pero no sólo la Canciller alemana había sido la gran protagonista, sin duda alguna, el nuevo Presidente francés, Nicolás Sarkozy, se presenta como el gran artífice y el mediador crucial con Polonia cuando la Canciller daba por perdidas las negociaciones y también el Premier británico Blair acompañado por el Presidente español Rodríguez Zapatero y el Primer Ministro luxemburgués Jean Claude Juncker. Ángela Merkel elogió la flexibilidad de Blair y mostró su deseo de que el próximo primer ministro británico mantuviera sus actitudes proeuropeas, recordando que le había prometido una jarra de cerveza que no había traído consigo y que se supone que le enviará más adelante.

Ahora, corresponderá a la Presidencia Portuguesa del Consejo que comienza el 1 de julio de este año 2007 concluir la redacción del texto del nuevo Tratado de la Unión que será elaborado en una inmediatamente convocada Conferencia Intergubernamental. Portugal había sido terminante cuando en plena contienda anunció que solamente aceptaría este encargo si el Tratado quedaba claramente definido. Ahora el Primer Ministro portugués, José Sócrates, anunciaba en la madrugada de hoy que en el Consejo de Asuntos Generales de 23 y 24 de julio se convocaría la CIG y que posteriormente el 18 de octubre tendría lugar un Consejo Europeo informal en Lisboa en el que se presentaría el texto redactado a los 27 Jefes de Estado y de Gobierno convirtiéndose esto en una prioridad absoluta de la Presidencia Portuguesa. En otro comunicado de esta madrugada, los 27 Jefes de Estado y de Gobierno confirmaban su compromiso con la Unión Africana, y señalaban que la Cumbre sobre África bajo la Presidencia Portuguesa hace meses acordada sería la oportunidad para construir una Asociación ambiciosa y estratégica.

El Presidente español Rodríguez Zapatero, haría sus primeras declaraciones en la mañana de hoy día 23 manifestando que es un buen día para Europa “estoy satisfecho porque hemos logrado un texto que mejora de manera sustancial el funcionamiento de la Unión Europea […]que debe cubrir una nueva etapa caminando para lograr una unión política más perfecta, más eficaz y más útil”. Efectivamente, los europeístas entendemos que la Unión Europea no podía fracasar en esta Cumbre, ni podía permitírselo Ángela Merkel, ni podía permitírselo Alemania, ni podía permitírselo el conjunto de la Unión Europea en una verdadera situación de debilidad institucional consigo misma, en una situación de debilidad económica frente a los países emergentes. Europa ha venido siendo la más perfeccionada construcción jurídica y política del pasado siglo y de lo que va del presente y este Tratado efectivamente supone un gran avance en términos políticos y jurídicos que le permite alcanzar nuevas metas y concluir en un futuro no muy lejano un nuevo Tratado que vaya al menos tan lejos como fue el Tratado Constitucional de 2004. Diríamos que se ha hecho mucho más que salvar los muebles, que es lo que sucedió con el Tratado de Niza.