¿Embajador de las FARC o periodista independiente?

Esta decisión generó varias reacciones, la primera de ellas una positiva respuesta de Colombia hacia Venezuela por la evidente rapidez y facilidad con la que este gobierno permitió la extradición; una gestión que deja entrever con claridad que las reuniones y los convenios que se han realizado entre los mandatarios de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Hugo Chávez respectivamente, sí han funcionado en lo que se refiere a la colaboración binacional y a la lucha conjunta contra el terrorismo. Sin embargo, pese a que la extradición de Pérez fue un buen termómetro para comprobar la relación entre los dos países, en Venezuela éste trámite provocó duras críticas al interior de chavismo. Tal es el caso del Movimiento Continental Bolivariano (MCB), que presentó un recurso de amparo ante un tribunal venezolano para solicitar respeto a "los derechos y garantías de libertad y seguridad" de Pérez. Este grupo es el mismo que en Caracas todos los años conmemora la muerte de 'Manuel Marulanda Vélez' ó 'Tirofijo', creador y extinto jefe máximo de las FARC.   Así mismo, el secretario general del Partido Comunista de Venezuela, Óscar Figuera, acusó al Miraflores de ceder ante Estados Unidos y la oligarquía colombiana. "Rechazamos esta conducta que contradice los postulados del proceso político bolivariano", dijo el diputado a la Asamblea Nacional, tras enfatizar que Chávez está sacrificando sus principios para complacer a Santos. La tercera reacción, tiene que ver con el hecho de sí Pérez Becerra es o no un miembro de las FARC o si simplemente es un periodista independiente. Las autoridades colombianas señalan que, basados en información obtenida en los correos de varios miembros del grupo armado, el detenido es identificado como alias ‘Alberto Martínez’ y oficia como canciller o embajador de las FARC en Europa, misión en la que aseguran llevaba por lo menos 30 años;  además, al parecer existen pruebas de que Pérez recibía ingresos directos del grupo guerrillero, por aproximadamente 1500 dólares mensuales, como pago a los servicios realizados en la página de ANNCOL. Pese a lo anterior, el detenido asegura que no es guerrillero y que su actividad al frente del medio electrónico se remite única y exclusivamente a la actuaciones propias de su profesión de periodista, que nada tienen que ver con el terrorismo; así mismo, indicó que es claro que el Estado colombiano lo que busca es estigmatizar toda iniciativa mediática que no se ajusta a sus intereses y que manejen un discurso crítico frente a las instituciones. En este sentido, Carlos Lozano, director del semanario Voz de Colombia, manifestó que la extradición de Pérez Becerra lesionaba la fuerza de las izquierdas revolucionarias. Y agregó: “Se puede discrepar del estilo de ANNCOL y de algunas de sus publicaciones, pero eso no convierte a su director en terrorista o en miembro de las FARC”. La última reacción fue provocada por el propio detenido y su defensa, quienes intentaron probar que la detención de Pérez está plagada de irregularidades en tanto que éste renunció a su nacionalidad colombiana en el año 2000, por lo que actualmente tiene nacionalidad sueca, y en ese sentido su extradición a Colombia es ilegal. No obstante lo anterior, antes de que comenzara la diligencia judicial de imputación contra el detenido –por los cargos de concierto para delinquir y financiación del terrorismo, entre otros delitos-, el ministro de Interior, Germán Vargas Lleras, aseguró que la nacionalidad colombiana "no es renunciable y mucho menos cuando tiene un propósito delictivo", por lo que en este caso la justicia puede actuar con plena libertad. Así mismo, el funcionario aseguró que en el momento de su captura, Pérez “estaba viajando con otra identidad y un pasaporte sueco, pero eso no le quita su condición de ciudadano colombiano". Finalmente, el juez no solo válido la legalidad de la captura, sino que también ordenó el traslado de Pérez a la cárcel Modelo de Bogotá; por ahora, sólo resta esperar a que la justicia determine si el acusado sí hace parte o no de las FARC.