www.diariocritico.com
El evangelio de Gara

El evangelio de Gara

martes 26 de junio de 2007, 20:48h

Cuando uno se asoma a los diferentes medios de comunicación españoles, sin pasarse de pueblo, claro está, se puede encontrar no con diferencias de matiz o con interpretaciones contradictorias, sino con descaradas manipulaciones de la realidad y con auténticas incitaciones a la ruptura del débil consenso alcanzado en las últimas semanas sobre la política antiterrorista. Esto es lo que habrán comprobado hoy quienes hayan leído en su totalidad el editorial de ABC, diario que siempre había considerado riguroso con la verdad aunque su alineamiento político no se conformara con mis ideas, sustancialmente iguales al progresismo suarista. Bien es cierto que mis incursiones en tal medio de prensa  no eran diarias, aunque sí muy frecuentes, porque es necesario contrastar las ideas propias.

Pero lo que no podía imaginar el que suscribe es que el rotativo madrileño estuviera haciendo méritos para convertirse en el  periódico portavoz de un futuro gobierno del partido popular, aunque sea ocultando la verdad. No se trata de rebatir las opiniones que vierte el diario sobre el “Ejecutivo que más ha practicado la mendacidad…” o que se “ha confirmado que, por primera vez en la historia democrática, los etarras fueron guionistas de una declaración oficial del presidente del Gobierno…”. La verdadera gravedad estriba en que la base para llegar a esta y otras conclusiones del mismo género es el diario “Gara” que, como portavoz cuasi oficial de ETA ha ofrecido en estos últimos días  detalles sobre el proceso negociador facilitados por la banda a su conveniencia, porque así consigue romper la unidad antiterrorista de los demócratas. Y son muchos los que parece que están  dispuestos  a dejarse arrastrar por la táctica de los terroristas dando credibilidad  a un medio que se manifiesta como portavoz de la izquierda abertzale y de la propia banda, que en el comunicado de ruptura de la tregua reconocía que el Gobierno no había querido negociar una solución política.

Nadie puede negar con solidez que hubo contactos con la banda ya en el año 2005 y que se produjeron en Noruega. También parece razonable que la solicitud de autorización de contactos al Congreso tuviera su soporte en algún tipo de contactos previos, pero hay que ser muy ingenuos o malintencionados para admitir la integridad del relato de Gara, sin duda confeccionado por algún novelista en ciernes. Pretender que algún gobierno del universo mundo “suscribiera” unos pactos iniciales con una banda de terroristas, es desconocer totalmente la sistemática en este tipo de contactos en el que solamente de manejan borradores y  se llega  o no a arreglos muy generales. Llegar al extremo de afirmar que el acta de las reuniones obra en poder del mediador, es ya el colmo de los despistes o de una osadía sin parangón posible. Sin embargo, para muchos tiene más credibilidad que el Evangelio, que tampoco es mucho decir, pero es una frase hecha que queda muy bien.

Hoy mismo Pernando Barrena (¿tendrá credibilidad?) ha manifestado que el PNV y el PSOE han tenido la "oportunidad de desatar el nudo principal del conflicto" y, por el contrario, han optado por "abordar el proceso de diálogo con esquemas de desarme y rendición", añadiendo que ambos partidos han tenido miedo para negociar contenidos políticos y que no han ofrecido alternativas a las propuestas de la izquierda abertzale. Pero es lo mismo: Con la indiscutible autoridad de “Gara”, algunos parecen dispuestos a seguir el juego sucio contra el Gobierno en materia de terrorismo, precisamente cuando parecía que Rajoy había enterrado temporalmente el hacha de guerra.

Ha quedado demostrado que no hubo ninguna cesión política en los contactos con la banda terrorista. Es más: que en ello radica el fin de la tregua. Pues no sirve. Ahora se pretenderá echar al Gobierno la culpa por el fin de la tregua, porque no tenían crédito ante la banda sus ofertas de negociación. A más, no se puede llegar. Y es una lástima que, como advirtiera el lider del partido popular, no se deriven al próximo proceso electoral la toma en cuenta de méritos  y desaciertos, las ingenuidades y arrogancias  de unos y otros, porque ese es el momento en que los ciudadanos deben exigir responsabilidades políticas. Esa es la autentica certeza, no las elucubraciones o las informaciones deformadas de un diario que a veces dice la verdad, y otras no.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios