Los aeropuertos y los sistemas de transporte masivo han elevado sus medidas de seguridad como consecuencia de los ataques terroristas ocurridos en Reino Unido, informó este sábado el Gobierno de Estados Unidos. Se han establecido las alertas ‘amarilla’ (que supone un riesgo elevado de ataque) y ‘naranja’ (el siguiente nivel, en los aeropuertos). El nivel de alerta ‘naranja’ se estableció el pasado año después de que se frustrase en agosto un supuesto complot terrorista que consistía en el derribo de aviones comerciales en pleno vuelo desde el Reino Unido hacia Estados Unidos. Sin embargo, el portavoz del presidente George Bush y secretario de Seguridad Nacional, Tony Snow, explicó a los periodistas que "no hay indicios de ninguna amenaza específica o creíble contra Estados Unidos".
El jefe del Departamento de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, aseguró que, actuando "con suma prudencia" de cara a la festividad del Cuatro de Julio (día que muchos estadounidenses aprovechan para viajar), el Gobierno está poniendo en práctica diversos planes para incrementar la seguridad en los aeropuertos, el transporte masivo y las instalaciones de transporte. Agregó que algunas de estas medidas serán visibles y otras no. Entre las “visibles” está el aumento de la presencia policial, tanto local como federal.
Entre tanto, George Bush está en la mansión de sus padres en Kennebunkport, al Noreste del país, donde tiene previsto recibir al presidente ruso, Vladímir Putin. El presidente estadounidense fue informado de todo lo ocurrido en Escocia y de las novedades sobre los frustrados atentados en el centro de Londres y se encuentra permanentemente en contacto directo con el nuevo presidente inglés, Gordon Brown. A su vez el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca está en contacto con las autoridades británicas sobre el asunto.
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