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Dura comparecencia en la Comisión de Defensa

Defensa cambiará los criterios de condecoración a soldados fallecidos

Defensa cambiará los criterios de condecoración a soldados fallecidos

· Alonso defiende la actuación del Gobierno y el PP le acusa de no tener 'dignidad'

lunes 02 de julio de 2007, 08:52h
Durísima Comisión de Defensa. El ministro Alonso atacó al PP defendiendo la actuación del Gobierno en el caso de las tropas en el Líbano: desde las medidas de seguridad hasta la concesión de las medallas con distintivos amarillos por ‘fallos’ en el decreto que aprobó el Gobierno de Aznar. Pero luego llegó la respuesta del portavoz del PP Zaplana: “Ni usted ni el presidente del Gobierno han estado a la altura del nivel de derroche de honor y dignidad de los seis soldados caídos”. Alonso ha anunciado que cambiará los criterios para las condecoraciones a militares fallecidos.

La comparecencia del ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ante la correspondiente Comisión del Congreso de los Diputados para informar sobre la muerte de seis soldados españoles en Líbano el pasado 24 de junio comenzó, como se esperaba, con una seria crítica al PP. El ministro, supuestamente dolido por las críticas contra el Ejecutivo por hechos como la concesión de medallas amarillas o la poca seguridad de nuestras tropas en aquel país, arremetió contra el PP asegurando que no aceptaría en ningún caso que al Gobierno se le llamara “cicatero” por la concesión de medallas, o que siguiera en la línea de señalar que no se ocupa de la seguridad de nuestros efectivos.

  Si dura fue la intervención de Alonso, la respuesta del portavoz popular, Eduardo Zaplana, no lo fue menos: “Ni usted ni el presidente del Gobierno han estado a la altura del derroche de honor y dignidad de los seis soldados caídos en Líbano y es cínico -perdóneme la expresión, señor ministro- venir ahora y escudarse en una orden que no impide otra decisión que la que han tomado”.

En general, pocas novedades ha revelado el ministro a los diputados de la Comisión de Defensa, pero en su intervención inicial ha reconocido que el objeto del atentado contra los militares españoles era el de “incendiar una zona tan sensible como el Líbano” y extender el conflicto a todo el Oriente medio. Aún cuando no se sabe con exactitud quién perpetró el atentado contra los BMR españoles, sí dijo Alonso que se cree que fue una célula terrorista formada por no libaneses y apoyados por una organización terrorista local. ¿Al Qaeda? La pregunta quedó en el aire, ante la falta de datos.

Pero lo que sí defendió el ministro fue la presencia de nuestras tropas en tierra libanesa porque “para España, la UE y todo el mundo representado en las Naciones Unidas, Líbano constituye un lugar estratégico” y responde a la petición de Líbano, de Naciones Unidas y de la Unión Europea, razones que llevaron al Gobierno socialista a pedir permiso para participar en el proceso de paz. Así respondía Alonso a la pregunta que él mismo se formuló sobre “¿por qué estamos aquí y para qué?”. Y subrayó en este punto –la primera que lanzó a la frente del PP- que nuestras tropas se encuadran en los cascos azules que “promueven la paz”, en clara referencia a que en Irak no se daban esas características. “Esas eran las tareas a las que se dedicaban los soldados fallecidos”, la de la paz, según el ministro, por contraposición a lo que hacían nuestras tropas en territorio iraquí.

Precisamente este punto fue muy criticado por el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, quien en su intervención posterior dijo que “no llamaremos asesino al presidente del Gobierno, como tuvimos que escuchar” y que “ustedes y nosotros, ante tragedias, no actuamos de la misma forma”, para afirmar que los socialistas quieren “justificar su comportamiento desleal y demagógico de entonces y seguir buscando réditos políticos”, y que por eso dicen que en Líbano están en ‘misión de paz’ y que “en Irak éramos una fuerza invasora”.

Siguiendo con la intervención inicial de Alonso, el ministro recordó que ya en su intervención del 7 de septiembre pasado, cuando pidió permiso para el envío de tropas al Líbano, ya dio cuenta de los riesgos que nuestros soldados deberían asumir: primero, por grupos incontrolados que podrían actuar contra nuestros soldados con morteros y granadas; segundo, por la existencia de campos minados, y tercero, por las condiciones higiénico-sanitarias de la zona.

Alonso hizo luego hizo un breve resumen de las misiones de nuestra fuerza allí, como mas de 17.000 patrullas realizadas y con 467 misiones de desactivación, al tiempo que han requisado un buen arsenal armamentístico.

Respecto a la seguridad de las tropas, el ministro no reveló nada nuevo, pero sí dijo que “las medidas de protección han estado incluso por encima del nivel de riesgos previsto”, que nuestros soldados “están haciendo un buen trabajo” y que “disponen de material adecuado” para la misión asignada y que se han puesto todos los medios necesario. Sólo reveló que, a fecha de hoy, el gasto de nuestras fuerzas en Líbano asciende a 108 millones de euros. En definitiva, “un buen trabajo que España tiene que seguir realizando después de este cruel atentado”.

Ninguna novedad tampoco en cuanto a las causas y circunstancias del atentado. Según la información oficial dada por Alonso, el atentado se produjo el pasado 24 de junio, a las 17.45 hora del Líbano, cuando dos BMR españoles hacían un recorrido de 13 kilómetros de una base a otra. A 4 km de la base Cervantes, una explosión afectó al segundo BMR, con el fallecimiento de 6 soldados y produciendo heridas a otros dos: “Tres fallecieron en el acto y otros tres en las horas siguientes”.

Las causas fueron por un coche bomba con una carga que se estima superior a 50 kilos, se descarta un mecanismo de disparo a presión, así como una misión suicida, y se descartan también otros mecanismos que “por razones de seguridad no puedo revelar”. “Se trata”, en definitiva, “de un sistema de radio control” como el más probable. La autoría, según el ministro, correspondería a una célula terrorista formada por no libaneses, pero apoyados por una organización terrorista local.

En cuanto a la recuperación e identificación de los soldados españoles, Alonso dijo que “se ha aplicado el protocolo” –el aire quedó lo ocurrido con el Yak-42 que se estrelló en Turquía-; dijo que los seis soldados fallecidos recibieron honores in situ y en España y que se les concedió la cruz mérito militar con distintivo amarillo. ¿Por qué no rojo? Por el contenido del decreto que “aprobaron otros” (el Gobierno de Aznar) y que tiene “fallos concretos”. Por ejemplo, “si fueran muertos por disparos en la misma misión, el distintivo sería rojo ¿y quién puede entenderlo?”. Alonso ha anunciado que ha procedido a cambiar ese decreto, para afirmar que “me indigna pensar” que algún familiar de los fallecidos pueda pensar que “este gobierno es cicatero”.

Respecto a los inhibidores, el ministro informó que el análisis de los especialistas estableció que la posibilidad de un atentado de ese tipo en Líbano era “baja” o “débil”, aunque en el verano de 2005 se empezaron a utilizar estos dispositivos en Afganistán, donde en un año ha habido no menos de mil atentados, mientras que en Líbano no ha habido ni uno solo. Según dijo Alonso, el Ejército de tierra se puso a la tarea incluso antes de que finalizara el despliegue de nuestras tropas: en el presupuesto de 2006 había un coste de 6 millones de euros –los dispositivos no llegan a un millón-, en enero de 2007, cuando se recibe la asignación presupuestaria, el ejército de tierra reservó un millón de euros para la adquisición: habló con la empresa ese mismo mes y le pidió que empezara a fabricar los inhibidores, “cosa que la empresa empieza a hacer inmediatamente”.

Según el ministro, la instalación dura entre seis y siete semanas y la empresa los empezó a entregar en mayo, cuando en tiempo normal sería en noviembre; luego, “la empresa actuó diligentemente” y “se ganó medio año”. Ahora bien, existen problemas añadidos los GPS, equipos de transmisión, etcétera de los BMR pueden ser interferidos por los inhibidores “si la cosa no se hace bien”, lo cual no tendría sentido, y se necesita una instalación específica para cada BMR.

“El riesgo cero no existe, pero en cuanto a seguridad, nuestras tropas en el exterior disponen ahora de mejores medios que nunca”, dijo Alonso, para finalizar afirmando que “estoy  orgulloso de representar a un país, España, que goza de un alto grado de credibilidad internacional”.

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