Otaola y otros cargos populares, entre ellos el secretario general del PP en el País Vasco, Carmelo Barrio, el portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda, la presidente del partido en Guipúzcoa, María José Usandizaga, el presidente del PP en Vizcaya y el eurodiputado Carlos Iturgaiz, llegaron al Ayuntamiento cinco minutos antes de que iniciara la sesión, prevista para las ocho y media de la mañana.
La Casa Consistorial estaba custodiada por un fuerte dispositivo de la Policía vasca, situados frente a una treintena de simpatizantes de la izquierda abertzale que portaban ikurriñas y profería gritos de 'PP Faxistak' y 'Regina Otalola, lapurra (ladrona)'. Finalmente, algunos de los concentrados, un media docena, accedió al salón de plenos, donde una cadena de agentes separaba al público de la futura Corporación.
Al proceder a la lectura de los nombres de la lista de ediles, comenzaron los gritos, insultos y abucheos. La tensión se elevó en el momento en el que Otaola juró su cargo, aunque los alborotadores no llegaron a ser desalojados y éstos abandonaron el lugar una vez concluido el acto.
En su discurso, la nueva alcaldesa señaló que la constitución del Ayuntamiento de Lizartza no puede ser entendida "como un acto de fuerza" sino como "una aplicación escrupulosa de la ley"."Nada,excepto lo inevitable apartará al PP de su objetivo", enfatizó.
Cuando los concejales abandonaron la Corporación volvieron a ser insultados, al igual que los periodistas desplazados para cubrir el evento a los que se instó, en euskera a abandonar el lugar.
Los populares fueron los únicos que concurrieron a las elecciones para el Ayuntamiento de Lizartza, tras la anulación de las candidaturas de la izquierda abertzale. PP obtuvo en la localidad guipuzcoana en los últimos comicios municipales celebrados el pasado 27 de mayo, 27 votos frente a 186 nulos y 142 blancos.
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