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Desde el gallo de la Almudena: La derecha en el poder

Desde el gallo de la Almudena: La derecha en el poder

lunes 27 de junio de 2011, 00:15h
Estoy viendo algunos sucedidos que me recuerdan, salvando las distancias a 1996 y meses previos. Si, cuando la agonía del “felipismo” y la llegada al poder del aznarismo. Pues ahora, empieza a ocurrir algo similar. Baste para ello la “coronación” en carne mortal de María Dolores de Cospedal, esa muchachita que compagina sueldos y cargos como si fueran cromos. La “descamisada” presidenta de Castilla la Mancha –como si fuera esa tierra California-se montó hace unos días un fiestorro con casi 1.500 personas, entre las que descollaban, naturalmente, las primeras escopetas nacionales: Juan Abelló el mismo que traicionó al aznarismo para subirse al zapaterismo, José Manuel Entrecanales el que cobró del gobierno socialista casi 2.000 millones en plusvalías por penetrar en ENDESA o Luis del Rivero, investigado por Anticorrupción por prácticas corruptas. ¡Todos tan satisfechos! Se me olvidaba: Juan Luis Cebrián, el chico que tanto ha ayudado históricamente al Partido Popular, ejerciendo de gran edecán de la Cospe. Simpáticos en la oposición Mi experiencia profesional y personal, que no es poca, mire usted, me dice que la derecha es siempre más simpática cuando está en la oposición. En el poder se hace insoportable. Se cree que es de verdad. El ejemplo más palmario y notorio es el de José María Aznar, ese pajarraco mentiroso y oscuro que al final ha terminado mal como no podía ser de otro modo. La derecha en la oposición es graciosa, tolerante, sonriente y palmatoria. En el poder se vuelve prepotente, soberbia, insufrible y fascistoide. Esto es así y no es de otra manera. Es verdad que siempre tendrá sus particulares palmeros. Sí, esos que tanto le gustan (según dicen porque yo apenas le conozco) a José Antonio de Santiago Juárez (alias el Pica). El desconocimiento del rol de los medios por parte de esta gente es total. O conmigo o contra mí. Oiga, no, merluzos. Usted en lo que está que es en la mamandurria y los medios a vigilarles que para eso abrevan con nuestros impuestos. Pues no hay manera. Su vocación totalitaria es tal que hasta utilizan nuestros impuestos para intentar asfixiarnos. Graciano Palomo. Periodista.
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