www.diariocritico.com
Tiempo de renovación y cambio

Tiempo de renovación y cambio

viernes 15 de julio de 2011, 10:54h
Algunos buenos expertos económicos me dicen que, por primera vez en mucho tiempo, hay algunos indicios de que pueda estar iniciándose un cierto cambio de signo en el proceso de la profunda crisis económica actual, indicios que abrirían la esperanza de poder abordar, eso sí, a través de una política económica seria y eficiente, alguna senda, difícil y lenta, pero esperanzadora, de recuperación. Claro está que, al final del final, todo conduce al mismo punto, que es la urgencia de las elecciones generales anticipadas que lleven a La Moncloa un liderazgo, de izquierdas o de derechas, capaz y competente. No cabe duda de que, si verdaderamente se abre alguna esperanza de salir del pozo de esta terrible crisis económica, lo mismo el socialista Rubalcaba que el conservador Rajoy estarían en condiciones de diseñar una estrategia eficiente y designar y conducir equipos capaces de llevarla adelante. Rodríguez Zapatero es el principal problema de esta hora de España y su salida de La Moncloa cobra ya visos de imperativo de salvación nacional. Los expertos opinan que, bajo una dirección seria, concertada y eficiente, la economía española, a pesar de la profundidad alcanzada por la crisis y por la ineficiencia de los últimos años de gobierno, estaría en condiciones de diseñar y afrontar un programa serio de recuperación. Nada menos que esta oportunidad es lo que España, esto es, los españoles, estamos perdiendo cada día que Rodríguez Zapatero permanece en La Moncloa, aferrado al poder, esto es, a sus prebendas y privilegios, contra cualquier lógica y cualquier sensatez. Lo insistiré una vez más, porque es muy importante que la ciudadanía lo tenga claro: el problema no es el PSOE, que es un gran partido con magníficos dirigentes y excelentes cuadros, probablemente necesario para esta hora difícil de España, sino personalmente Rodríguez Zapatero. Nadie sensato puede imaginar a Rajoy y Rodríguez Zapatero diseñando y pactando juntos un programa nacional de salida de la crisis e inicio de la recuperación de la economía, pero no es, en cambio, imposible que, reunidas las condiciones adecuadas y el apoyo necesario de los mejores expertos, pudieran hacerlo Rajoy y Pérez Rubalcaba, políticos de signo ideológico antagónico, pero ambos serios, capaces, incluso en buena medida fiables y seguramente comprometidos con los intereses generales de España. Cada uno de ellos, por supuesto, desde la posición en que le coloquen los electores en esas elecciones generales anticipadas que son ya, conviene insistir en ello, un imperativo de salvación nacional. Para decirlo con entera claridad, sin Rodríguez Zapatero en La Moncloa, casi con cualquier otro presidente de izquierdas o de derechas, España estaría probablemente en condiciones de diseñar y llevar adelante una línea eficaz de recuperación económica y recibir las asistencias y apoyos internacionales para ello. El inmenso daño que Rodríguez Zapatero está haciendo al conjunto del país y a cada uno de los españoles probablemente merecería algo más que una valoración conceptual. Alguien tendrá que explicarnos de forma comprensible algún día como ha sido posible que un partido, el PSOE, que tiene dirigentes de la calidad, fiabilidad y nivel intelectual de Josep Borrell, Joaquín Almunia y tantos otros, ha podido permitir no tanto el asalto al poder por parte del intelectualmente menos que insuficiente Rodríguez Zapatero, como su permanencia en La Moncloa cuando ya era evidente y notorio que carecía de las capacidades intelectuales y sobre todo, de las cualidades éticas para tan alta responsabilidad. En cualquier caso, y para paliar un poco el comprensible pánico de la hora presente, conviene dejar claro que España tiene resortes para salir del pozo de la crisis, y dirigentes políticos, de izquierdas y de derechas, con capacidad y fiabilidad para convocar consensos de amplio espectro, aunar esfuerzos y conducir la economía española hacia una senda de recuperación. El diálogo transversal de izquierdas y derechas es hoy tan necesario como en los difíciles años de la transición. Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy deben ser capaces de acometerlo, y sobre todo, de hacerlo rodeados de los excelentes expertos económicos con que cuentan ambos grandes partidos e implicando activamente a las organizaciones empresariales y sindicales. Conviene, en definitiva,  recuperar el espíritu de un gran y honrado socialista de los años de la transición, el entonces llamado “viejo profesor” Tierno Galván, cuando advertía a los diseñadores de presuntas grandes estrategias políticas: “No se enreden ustedes. Se trata de hacer algo tan sencillo y al mismo tiempo tan difícil, como vivir todos juntos, vivir todos libres (aquí hacía una muy expresiva pausa)… y a ser posible, vivir todos bien”.   
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios