Consejo de Ministros nada de ‘trámite’, sino todo lo contrario: cargado de promesas y de novedades introducidas, sobre todo, por la sorpresiva remodelación gubernamental. No es sólo que -según confesión propia- la nueva ministra de Vivienda, Carme Chacón, se haya enterado de su nuevo cargo sólo unas horas antes, sino que los ‘socios’ parlamentarios del Gobierno no han tenido siquiera una indicación anterior de 'cortesía' de Rodríguez Zapatero sobre sus planes. No es que el presidente tenga la obligación de informar previamente, pero acaso sí pudo tener la deferencia de que Gaspar Llamazares, por ejemplo, el cambio gubernamental no le hubiera pillado in albis fuera de España en viaje privado. O hubiera podido evitar que los de ERC, que tanto han contribuido –o no- a la estabilidad del Gabinete Zapatero, se enteraran de la remodelación “por la prensa” o al tiempo que la prensa.
Pero, más allá de estas consideraciones de ‘socios’ no muy sinceros, ¿cómo valora el Gobierno este cambio? En palabras de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, se trata de dar “el impulso político necesario para cumplir con los compromisos contraídos con los ciudadanos en esta Legislatura”. La pregunta es evidente: ¿no se podía dar ese impulso con el actual Gabinete? Es decir, había que cesar a Jordi Sevilla, Carmen Calvo y María Antonia Trujillo?
Son aspectos en los que, evidentemente, no iba a entrar la vicepresidenta primera en la habitual ruedfa de prensa tras el Consejo de Ministros, pero que han quedado claramente en el ambiente político. Lo que sí dijo la vicepresidenta al respecto, más allá de su “reconocimiento, agradecimiento y afecto” a los ‘despedidos’ –de los que dijo, claro, que “son profesionales bien reconocidos”- es que “tenemos ocho meses por delante para sweguir trabajando” y con “la misma ilusión y entusiasmo y empeño que el primer día”. El mensaje que lanza Moncloa es claro: ni soñar en elecciones anticipadas, sino que se celebrarán en marzo de 2007, y que aunque queden sólo ocho meses al actual Ejecutivo, la agenda legislativa va a ser realmente amplia.
Es cierto que con el nuevo Gobierno se ha roto la ‘igualdad numérica’ –salen dos mujeres y no entran dos mujeres-, pero la vicepresidenta no acepta ni hablar de que se haya roto la paridad. Y, en realidad, lleva razón: “Éste es un Gobierno claramente comprometido con la igualdad. Hoy hay un hombre más que una mujer, pero mañana puede haber una mujer más que un hombre. Es el Gobierno más comprometido con la paridad”. Efectivamente, se quería meter a Fernández de la Vega en un compromiso, pero no hay tal: la ley de paridad establece que los límites incuestionables serán en todo caso del 60-40 %, lo cual “se cumple sobradamente” en el actual Ejecutivo.
¿Qué harán los salientes y, por ahora, silentes? Al igual que Rodríguez Zapatero en su comparecencia pública de las diez de la mañana para informar de los cambios, la vicepresidenta Fernández de la Vega ha reconocido que tendrán “responsabilidades”, pero se ha negado a revelar cuáles. Tampoco ha querido reconocer explícitamente si el ex de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, será llamado al ‘alto honor’ de sustituir a Joan Ignasi Pla en la Secretaría General del PSPV-PSOE y, por tanto, líder máximo del socialismo valenciano de cara a los comicios de marzo de 2008.
La ‘España negra, profunda’ de Rajoy
Lo cierto es que el Gobierno no solamente da la impresión, sino que realmente está eufórico y la encuesta del CIS sobre la valoración de los españoles respecto a los resultados del debate del estado de la Nación ha venido a colocar en una posición aún más optimista tanto al PSOE como al Ejecutivo. Y los ha colocado en esta posición por dos razones: primera, porque en el Gobierno creen que del debate de política general ha surgido un nuevo impulso de ZP seguido de una ‘derrota al PP mediáticamente’ y, segundo, que ha abierto a los socialistas una espita para contrarrestar con ‘martillo pilón’ la posición de Mariano Rajoy debilitando al Gobierno con las ‘oscuras’ negociaciones con la banda terrorista ETA.
No han pasado desapercibidos al respecto los comentarios realizados por De la Vega en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, al analizar, precisamente, el debate sobre política general: “El Gobierno está satisfecho con el desarrollo del debate”, dijo, para luego añadir que los españoles han visto ya claro que hay “dos modelos de sociedad y de país: la España que avanza, que progresa; la España pacífica, solidaria y plural” que representaría el socialismo de Zapatero frente a “la España agresiva, regresiva y pesimista con la que no pueden identificarse mayoritariamente los ciudadanos”, y que representaría el PP de Rajoy-Acebes-Zaplana.
En definitiva, que los españoles no tendrían que preguntarse sobre quién ha ganado el debate de política general –“que es algo evidente”, dijo-, sino “qué modelo de país ganó el debate y quién lo representa mejor”. Pregunta-trampa, porque venía con respuesta incluida: “El Gobierno está muy satisfecho, aunque apenado porque el PP siga empeñado en hacer del terrorismo su único debate electoral”.
Muchos temas para tres ‘despedidas’
Cambiando de tema, el Consejo de Ministros ha sido especialmente prolífico este viernes. No sólo se ha estudiado un informe sobre cómo desarrollar la promesa de Zapatero de pagar 2.500 euros por cada hijo nuevo que venga al mundo “con carácter retroactivo” desde las cero horas del 3 de julio de este año –será Proyecto de Ley y se aprobará en el próximo Consejo de Ministros, modificando el IRPF y la Seguridad Social-, sino por el resto de los temas aprobados.
El Gobierno ha efectuado reformas en la ley de reproducción humana asistida, aumentando el número de vocales en la Comisión Nacional a propuesta de la sociedad científica y creando una comisión técnica de trabajo que asesore a la Comisión Nacional. También ha comenzado a plantear medidas para conseguir en la Administración Pública un ahorro energético del 30 %, y un tercio del mismo se conseguirá con medidas como mantener la temperatura de los edificios públicos a 24 grados, que “es suficiente para mantener el bienestar”, según De la Vega.
Otras medidas son el inicio de la búsqueda de inmuebles para que la Policía proceda ‘en sitios fijos’ a la expedición del nuevo DNI electrónico –“se trata de situar a España en la vanguardia de la sociedad de la información”, dijo la vicepresidenta-; o en seguridad vial la fijación de los nuevos tiempos de descanso para los profesionales del transporte por carretera; o extender los servicios del SIVE –Sistema Integrado de Vigilancia Exterior- a Valencia, Alicante y Murcia; o, en fin, conceder la nacionalidad española a 30 personas de la comunidad sefardí: 18 de Turquía y 12 de Venezuela.
Pero quizá la reforma ‘más sentida’ es la del Real Decreto de 1 de agosto de 2003 de concesión de medallas, con el objetivo de poder conceder medallas con distintivo rojo a los soldados españoles que fallezcan en circunstancias como las del Líbano, así como para conceder la nacionalidad española a los familiares de los soldados fallecidos en misiones de paz en el exterior.
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