OPINIÓN/Víctor Gijón
martes 07 de agosto de 2007, 11:47h
No es difícil de entender, aunque tire por tierra ese antivasquismo primario que algunos practican en Cantabria. Me refiero al hecho de que nuestra Comunidad Autónoma sea la principal proveedora de emigrantes nacionales a Euskadi, por delante de Madrid, Navarra, Burgos o La Rioja, según los últimos datos actualizados, del año 2005, del Instituto Vasco de Estadística.
No es difícil de entender, aunque tire por tierra ese antivasquismo primario que algunos practican en Cantabria. Me refiero al hecho de que nuestra Comunidad Autónoma sea la principal proveedora de emigrantes nacionales a Euskadi, por delante de Madrid, Navarra, Burgos o La Rioja, según los últimos datos actualizados, del año 2005, del Instituto Vasco de Estadística.
Para completar el circulo me hubiera gustado conocer el dato de cuántos vascos tomaron el camino en dirección contraria y si es relevante o no, por cantidad y cualidad, la emigración vasca a Cantabria. En todo caso no parece nada anormal el trasvase de población entre buenos vecinos. Y lo somos, buenos vecinos, a pesar de que algunos se empeñen en ver en todo vasco un potencial terrorista.
También hay algunos vascos que ven en cada cántabro, sobre todo si es santanderino, a un pijo o a un facha o a alguien que es las dos cosas a la vez.
Los estereotipos son siempre estúpidos, vengan de donde vengan. La marcha desde Cantabria a Euskadi tiene su origen, mayoritariamente, en razones económicas. Muchos jóvenes cántabros estudian en universidades del País Vasco y allí se quedan cuando concluyen su formación para iniciar su actividad profesional.
Los vascos que vienen e Cantabria, tanto para instalarse de forma permanente como si optan por elegirnos como segunda residencia, no lo hacen, en su inmensa mayoría, buscando un empleo, sino buscando mejorar su calidad de vida y en algunos casos por razones de seguridad personal. Además, Cantabria es, lo vienen siendo tradicionalmente, sobre todo su zona oriental, la gran playa del gran Bilbao. Y es que cada uno da lo que puede y tiene.
Cantabria ofrece calidad medio ambiental y tranquilidad, Euskadi tiene una oferta de trabajo más diversificada. Y es que aunque el presidente Miguel Ángel Revilla puje por lograr, que se logrará, que ningún joven que no lo desee tenga que salir de Cantabria a buscar empleo, no hay soluciones inmediatas ni milagrosas. Por otra parte, el País Vasco está, como, quien dice, a la vuelta de la esquina.
Si (
No(
