La ayuda y solidaridad internacional empieza a llegar a la costa central peruana

La ayuda y la solidaridad internacional empezó a llegar a la costa central de Perú, donde algunas poblaciones quedaron devastadas en el terremoto de 8 grados en la escala de Richter que sacudió este país el pasado miércoles.

El viernes llegaron de España al aeropuerto de Pisco, la población más afectada por el desastre, cinco especialistas en desastres y un grupo de catorce Bomberos Unidos Sin Fronteras, con cuatro perros entrenados para la localización de personas entre los escombros.

Los bomberos y sus perros iniciaron el sábado la búsqueda de posibles supervivientes entre los restos de las casas de la ciudad, construida en su mayor parte con adobe y cañas y que ha quedado destruida en un 80 por ciento, según sus autoridades.

Tras estos primeros grupos de expertos, la noche del viernes llegaron a Pisco en un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Peruana, procedente de Lima, tres plantas potabilizadoras de agua enviadas por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), que podrán servir para el suministro de 7.500 personas.

El agua es el producto más requerido por la población de la zona, que, desde el miércoles, cuando se produjo el terremoto, se encuentra sin servicios básicos y tampoco dispone de electricidad ni teléfonos fijos, aunque los celulares funcionan con algunas dificultades.

El embajador de España en Lima, Julio Albi de la Cuesta, llegó también el sábado a Pisco con algunos expertos españoles en desastres.

Para el sábado está prevista la llegada al aeropuerto de esta ciudad de un avión español con 100 toneladas de ayuda humanitaria y 11 técnicos en desastres, que no será el último de los que la AECI piensa enviar a Perú para paliar las necesidades de los miles de afectados.

La ayuda viajará en un avión Boeing 747 "Jumbo", un tipo de aparato para el que si tiene capacidad la pista de este aeropuerto, aunque las autoridades aéreas peruanas no suelen permitir el aterrizaje de aviones tan grandes en este lugar salvo en ocasiones excepcionales, como la actual.

La ayuda está compuesta esencialmente por alimentos, medicinas, mantas y tiendas de campaña, que la Defensa Civil de Perú ha solicitado para poder atender las necesidades primarias de los afectados.

Las autoridades españolas coordinan asimismo el envío de dinero y otras ayudas ofrecidas por organizaciones no gubernamentales españolas, entre ellas Cáritas e Intermon.
Además de España, la ayuda internacional ha empezado a llegar a Pisco por vía aérea desde países como Colombia, Estados Unidos, Bolivia y Chile.

El mayor cargamento hasta ahora ha sido el enviado por Colombia, cuyo ministro de Protección Social, Diego Palacios, viajó el viernes a Perú en un avión Boeing 707 de la Fuerza Aérea de su país para entregar 35 toneladas de ayuda, en la víspera de una anunciada visita de solidaridad a Perú de su presidente, Álvaro Uribe.

También equipos de la Defensa Civil colombiana se encuentran en la zona y ya han acudido a evaluar las necesidades médicas del área de Paracas, donde aún se desconoce el alcance real de la destrucción causada por el terremoto del miércoles, según sus autoridades.

Equipos de rescate militares de Estados Unidos y Bolivia también han iniciado trabajos de auxilio en el área y Chile ha enviado un cargamento de ayuda humanitaria en un avión Hércules C-130.
Otros países europeos y americanos han anunciado el envío de grupos de socorro y de más ayuda, que de momento se ha empezado a repartir con dificultades a los afectados.

Los suministros, en cualquier caso, se requieren con urgencia en toda la zona de Pisco, Ica, Chincha y Cañete, la más afectada por el terremoto, donde la falta de agua y alimentos ha empezado ya a provocar protestas de la población.

La escasez de estos productos básicos podría provocar conflictos y saqueos debido a la desesperación de la gente, según un responsable local de Pisco, que pidió que no se revelase su identidad.