La creciente presencia de Hugo Chávez en todos los procesos electorales de América Latina en los últimos años tendría que tener, más tarde o más temprano, consecuencias políticas, sociales, económicas y mediáticas. Las elecciones argentinas se avecinan, y la sombra de Venezuela ha ‘teñido’ el proceso electoral; un asunto con importancia nacional e internacional de primera magnitud.
La polémica estaba servida una vez que los medios se hicieron eco del famoso ‘caso Guido Antonini Wilson’, más conocido como el ‘maletín venezolano’; recordamos que este ‘maletín’ contenía 800.000 dólares, y que Antonini intentó introducir ilegalmente en Argentina incluyéndolo dentro del equipaje de la delegación venezolana. Estos acontecimientos han abierto la posibilidad de encontrar pruebas sobre un potencial escándalo de influencias extranjeras en el proceso electoral, asunto que podría afectar claramente a la que de momento es la candidata favorita en las encuestas, la primera dama Cristina Kirchner.
Este es el escenario que vive argentina, cada vez más intenso por los inminentes sufragios que están a la vuelta de la esquina. A pesar de que las consecuencias puedan parecer de gran magnitud, el informe de septiembre de Prestomedia determina que el caso del ‘maletín venezolano’ se quedará en mero ruido mediático.
Reelección presidencial venezolana
El último paquete de reformas del presidente venezolano Hugo Chávez, con el que pretende abrir la vía legal que le permitirá perpetuarse en la presidencia, también ha tenido no pocas críticas de los opositores.
Según el informe al que hacíamos referencia, Chávez logrará aprobar la reforma sin problemas a pesar de que la oposición venezolana volverá a expresar, de manera clara y rotunda, su crítica a las reformas constitucionales. Sin embargo los opositores no contarán con el apoyo de una presión eficaz de la comunidad internacional y se quedarán solos en su labor opositora.
Masivas deportaciones de inmigrantes ilegales en EE.UU.
El estancamiento de la reforma migratoria en EE.UU. supondría de facto, según lo estimaba la Red de expertos, que los inmigrantes seguirían como hasta ahora, trabajando en un alto porcentaje ilegalmente y que EE.UU. continuaría con su idea de construir un muro fronterizo. Además se mantendrían las protestas del colectivo inmigrante residente en Norte América, donde grupos influyentes presionarían para activar una ley de inmigración permisiva.
Aparte de que la idea del muro sigue adelante, el escenario actual ha estado marcado por las demandas de algunos presidentes de la región. Así, el mexicano Felipe Calderón ha exigido una vez más a su vecino del norte que acelere la aprobación de una nueva ley migratoria, mientras que el hondureño José Manuel Zelaya pidió un trato justo para los millones de emigrantes hispanoamericanos; que se ponga fin a su “persecución”, traducida en un aumento de las deportaciones, y que se facilite la reunificación familiar.
Finalmente, la presión interna en Estados Unidos a favor de una reforma ha venido de la mano de los propios aspirantes del Partido Demócrata, quienes se han comprometido, ante el poderoso sindicato Internacional de Empleados de Servicios, a impulsar una reforma migratoria integral, caso de llegar a la Casa Blanca.
Fuente: Análisis prospectivo de la actualidad Latinoamérica. Septiembre de 2007.
Si (
No(
