Aznar calienta los ánimos en el PP

Finalmente, ETA ha pasado a ser asunto electoral central, por virtud de la intervención con la que José María Aznar abría la convención del PP, en Málaga. De algún modo, Aznar rompía con la estrategia de Génova al hacer de sus críticas a ETA, a Bildu y a la política antiterrorista socialista eje principal de su discurso. Aznar reclamó para el PP la idea de que se podía acabar con ETA, y reprocha a los socialistas que piensan que "para conseguir el fin de ETA lo mejor es darles la razón", acusándoles de hacerlo mediante "cesiones". Aznar dijo que derrotar a ETA debe significar que la banda no pueda desplegar su proyecto totalitario en las instituciones vascas y navarras con una coalición que no condena el terrorismo.

"Derrotar a ETA", añadió, en alusión al reciente plan del lehendakari Patxi López, o al que considera complaciente análisis de Zapatero de la carta de los presos, "significa que no se suplique cada día a la banda terrorista que, por favor, haga algún gesto, alguna declaración, algún documento, algo que se pueda llevar al próximo mitin y que justifique la colección de cesiones que se les están regalando". "Derrotar a ETA, dijo también, es no convertir a Bildu en los hombres de paz del momento, porque no lo son". El exdirigente popular recordó la política antiterrorista que hizo desde su Gobierno. "Se habla del final de ETA. Eso es lo que queremos, y antes que muchos otros fuimos nosotros los que creímos y dijimos que podíamos acabar con ETA mientras otros se apuntaban a aquello que llamaban el empate infinito".

Aznar añadió que poner fin a la banda implica igualmente que el perdón es un derecho que sólo corresponde a las víctimas y que no se puede ofrecer nunca como moneda de cambio.Los asistentes a la convención, muchos de ellos cabeceras de lista y ministrables del PP, aplaudieron también otras duras acusaciones de su ex presidente a los socialistas, de los que dijo que "nos salen muy caros". "La burbuja socialista ha estallado. Nos ha salido muy cara su sesuda tesis de que el dinero público no era de nadie". "Y nos están saliendo muy caros sus tratos para mostrar a los terroristas como hombres de paz". Aznar, especialmente con el Gobierno de Zapatero, afirmó que el PSOE ha dejado a España más debilitada, más empobrecida y más entrampada que nunca", y ahora pretenden simular que sobre España se ha estrellado un meteorito en forma de crisis financiera internacional. El meteorito son ellos mismos",  concluyó, antes de emplazar a los suyos a abordar "la primera reforma que necesita España, que más que una reforma será una revolución: la revolución de la normalidad". Y explicó que lo normal", entre otras cosas, es no gastar más de lo que se ingresa; que los jóvenes tengan perspectivas de empleo y de futuro, que se aliente a los emprendedores, o que el Estado funcione con lealtad institucional, cooperación y austeridad. Y lo normal también es,  según Aznar, trabajar por la derrota de los terroristas, asentar el Estado autonómico y no alimentar la deriva de diecisiete estados inviables... Aznar señaló luego que es tiempo de la política con mayúsculas y de conseguir en las urnas un amplio respaldo para acometer, con la máxima urgencia las reformas necesarias. Es tiempo de Mariano Rajoy", concluyó entre aplausos.

Según señala El País, la cúpula socialista ha decidido optar por el perfil bajo en su réplica a Aznar. El responsable parlamentario de Interior y miembro de la ejecutiva federal, Antonio Hernando se limitó a pedir a Aznar "que no crispe". Y añadió que la lucha antiterrorista va muy bien, y por lo tanto le pedimos al señor Aznar que no entorpezca la unidad de los partidos democráticos, que está consiguiendo acabar con ETA."

Aznar también afirmó que, en materia económica, la herencia que va a recibir Mariano Rajoy es "mucho peor" que la que tuvo él cuando llegó a La Moncloa en 1996, pero expresó su confianza en el partido para volver a poner a España "en el camino del éxito" y sacarla "del paro masivo, del retroceso social y del deterioro institucional". Además, reiteró su apoyo y confianza en Rajoy, cuya "serenidad, experiencia y buen sentido", dijo, son "sólidos avales" para que España recupere la confianza perdida. El discurso de clausura de la convención lo pondrá el candidato a la presidencia, Mariano Rajoy, con un mitin al mediodía de este sábado. Antes, intervendrá también el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, el líder de la región donde se celebra este cónclave que está permitiendo al PP abrir el debate que sobre su programa electoral para la campaña del 20-N. La organización ha programado seis ponencias unidas bajo el epígrafe común de "Lo que España necesita" y que estarán a cargo de destacados dirigentes del partido: Cristóbal Montoro, Baudilio Tomé, González Pons,  Gallardón, Sáenz de Santamaría y Pío García Escudero. Todos estos nombres circulan ya como  ministrables de Rajoy, además de Enrique López (Interior), García Tizón (para Justicia) y Arias Cañete para Exteriores. La convención es buena oportunidad para que desfilen "los mejores"..., en medio de la euforia del triunfo ya casi garantizado.