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Investidura y gobierno, principales tareas de Rajoy

Investidura y gobierno, principales tareas de Rajoy

domingo 18 de diciembre de 2011, 11:41h
Con bastante probabilidad, la investidura que da comienzo este lunes, no será demasiado parecida a las anteriores... Primero, porque Rajoy tiene mayoría absoluta y por ello acude con gran tranquilidad al debate previo y a la votación final. Queda la duda de si los convergentes de Durán cambiarán su propósito de oponerse o abstenerse, pero parece bastante probable que no cedan al programa de Rajoy...  Otra nota básica, el presidente del grupo parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, piensa exigir al líder del PP que concrete sus propuestas para el país, y, a cambio, y por el contrario, le ofrecerá la lealtad de los socialistas en la lucha contra la crisis, aunque le marcará también unas "líneas rojas" que los socialistas están dispuestos a defender durante toda la legislatura, y que son el mantenimiento del Estado del bienestar y de los servicios básicos como la educación y la sanidad públicas. Sobre ese eje girará la intervención de Rubalcaba en el que sentará las bases de la oposición que ejercerá el PSOE en los próximos años, una oposición "rigurosa y firme, pero también constructiva y leal", según las mismas fuentes, porque los socialistas quieren ser un aliado del Gobierno contra la crisis, aunque avisan de que el PP les tendrá enfrente si usa la crisis como excusa para desmantelar el Estado del bienestar. Rubalcaba intentará que Rajoy desvele lo que quiere hacer con España y le expondrá que ya no tiene excusas para mantener en silencio sus propósitos y que ya no puede haber más retrasos ni más ambigüedades sobre su programa de gobierno, ya que el PSOE teme que Rajoy deje aspectos importantes de su proyecto sin concretar, y que busque pretextos para no desvelar algunas de sus medidas, como por ejemplo decir que tiene que esperar a conocer la situación real de las cuentas públicas para no comprometerse a mantener determinadas políticas sociales. A juicio del PSOE, ´ésas serían excusas insostenibles, sobre todo teniendo en cuenta "el exquisito" traspaso de poderes que se ha realizado, en el que el Gobierno saliente ha facilitado al PP todos los datos que ha solicitado. También esperan los socialistas el anuncio de Rajoy de algunas medidas que consideran "demagógicas" que apenas tendrán impacto real en la economía, pero con las que pretenderá dar un golpe de efecto y, de paso, justificar las medidas más duras, por ejemplo la reducción o congelación de sueldos de altos cargos, en línea con lo realizado por los gobiernos autonómicos del PP "para ocultar el calado de sus recortes sociales". El PSOE sospecha además que Rajoy quiera eliminar organismos oficiales que controlan o condicionan la acción del gobierno.
Los socialistas quieren que se visualice, desde el primer momento, que el PSOE hará una oposición "muy diferente a la que ha hecho el PP durante los últimos 8 años": Una oposición rigurosa y firme en la defensa del Estado social y de las libertades, del programa electoral con el que el PSOE concurrió a las elecciones del 20N, pero también constructiva, leal y útil, que ayude y no que dificulte la lucha del Gobierno contra la crisis. La prioridad del PSOE en el debate y durante toda la legislatura va a ser la lucha contra el paro y contra la crisis económica, aunque no una oposición que vaya sembrando dudas por Europa y por el resto del mundo sobre la solvencia económica y la capacidad de salir de la crisis que tiene España. Una parte del discurso de Rubalcaba se centrará en el papel que jugará el PSOE como principal partido de la oposición, así como la referida al protagonismo que debe tener la UE en el mundo y España en la UE, la clave del futuro. El resto de su intervención la elaborará tras conocer el  discurso de Rajoy y antes de las cuatro de la tarde, cuando empiece su turno. Rubalcaba quiere "escuchar de verdad" al líder del PP y las propuestas que formule, habida cuenta de que se trata de su investidura. Los socialistas confían en que se comprobará la gran diferencia entre la forma en la que Rajoy afrontaba estos debates en la oposición, pues ya llevaba preparado su discurso y no lo modificaba dijera lo que dijera José Luis Rodríguez Zapatero.
De manera que Rajoy trabaja este domingo, -después de acudir el sábado a la boda del hijo mayor de José María Aznar, de la que fue el primero en marcharse- en su discurso de investidura. La otra tarea que tiene pendiente, la formación de su Gobierno, se cree que está ya perfilada en su cabeza, aunque se sospecha que, en las últimas semanas, el futuro presidente ha recibido todo tipo de presiones. Banqueros, empresarios, barones autonómicos..., todos quieren tratar de influir, y todos tienen sus candidatos. Especialmente para Economía. Rajoy ha escuchado a todo el mundo, e incluso a algunos les ha pedido que le envíen sus sugerencias por escrito, pero no ha avanzado nada a nadie y tiene la firme intención de resistir todas las presiones. El futuro presidente, obsesionado con evitar filtraciones, ha recibido a personas importantes en su casa de Aravaca (Madrid) y no en su despacho de la calle Génova. Se suele recordar que en 2008, cuando perdió por segunda vez, no sólo algunos medios de comunicación conservadores, también varios empresarios relevantes se movieron para buscarle una alternativa. Y él tiene instalada esa idea de que ha llegado al poder gracias al hundimiento del PSOE, pero sin apoyo externo. Según cuenta El País este domingo, en el equipo económico, la mayoría de los consultados juega con un tándem: Luis de Guindos, hombre de confianza del líder como asesor en la sombra durante estos años -fue secretario de Estado de Economía con Rodrigo Rato, y después pasó a la empresa privada-, y Cristóbal Montoro, que ha recorrido como portavoz económico de Rajoy la travesía del desierto de la oposición. Montoro sería el político, tal vez con rango de vicepresidente, encargado de manejar a las comunidades autónomas y embridar el déficit, por ejemplo, y De Guindos el técnico para afrontar la crisis, en especial la reforma financiera, y negociar con la Unión Europea. Montoro tiene el aval de Javier Arenas, tal vez el barón más influyente del PP. Él también avala a Elvira Rodríguez, otra exministra del Gobierno de José María Aznar, como Montoro, y a Fátima Báñez, que podría quedarse en el siguiente escalón, de secretarios de Estado. Otros grupos de presión, en especial empresarios catalanes, promueven el regreso de Josep Piqué -que coincidió con Rajoy el sábado en la boda- como vicepresidente económico. Sin embargo, casi nadie acaba de ver claro su regreso -preside Vueling-. Otros pesos pesados del PP que han dejado la política, como Rodrigo Rato (Bankia) o Manuel Pizarro (Baker & McKenzie), parecen haberse descartado a sí mismos. En el PP se da por hecho que otros grupos presionan para incorporar a personajes de alto nivel técnico, como el exgobernador del Banco de España Jaime Caruana (ahora en el Banco Internacional de Pagos y con dos años aún de mandato) o José Manuel González Páramo (ahora en el BCE). Nadie está en condiciones de descartar nada, dado el hermetismo de Rajoy, pero no parecen las opciones más probables. Que se sepa, hasta el momento, sólo se ha producido una filtración de los altos cargos designados por Rajoy: Celia Villalobos confirmó que sería vicepresidenta del Congreso una hora antes de que lo confirmara Rajoy... Precisamente, ´los nombramientos parlamentarios del pasado lunes hacen pensar a muchos que Rajoy no arriesgará demasiado en su Ejecutivo. En cualquier caso, la incertidumbre e ignorancia son totales. Parece seguro que Soraya Sáenz de Santamaría estará en el puesto de mando,.tal vez como vicepresidenta. Alberto Ruiz Gallardón es otro "ministrable" fijo, como José Manuel Soria, Esteban González Pons, o tal vez también Ana Mato, Miguel Arias Cañete, Ana Pastor, Federico Trillo...
Banquillo hay muchos Designados, sólo serán unos pocos
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