La Comunidad de Madrid vuelve a las andadas con los medios pero desconvoca a última hora

Como ya me extendí bastante en aquella ocasión (me disculpan, por favor, porque de nuevo me he ido otra vez de líneas), no incluí datos de la ley de prensa e imprenta del año 1966 que aún sigue vigente. Algunos de sus artículos han sido derogados, pero otros no. Dejo aquí una selección de su redacción: La Administración podrá ser consultada sobre el contenido de toda clase de impresos por cualquier persona que pudiera resultar responsable de su difusión. La Administración garantizará el ejercicio de las libertades y derechos que se regulan en esta Ley, persiguiendo, a través de los Órganos competentes e incluso por vía judicial, cualquier actividad contraria a aquéllos y, en especial, las que a través de monopolios u otros medios intenten deformar la opinión pública o impidan la libre información, difusión o distribución.

Y continúa, en referencia a la información de interés general: Tales informaciones serán remitidas sin discriminación entre publicaciones análogas... El Gobierno, la Administración y las Entidades públicas deberán facilitar información sobre sus actos a todas las publicaciones periódicas y agencias informativas en la forma que legal o reglamentariamente se determine. La actividad de los expresados órganos y de la Administración de Justicia será reservada cuando por precepto de la Ley o por su propia naturaleza sus actuaciones, disposiciones o acuerdos no sean públicos o cuando los documentos o actos en que se formalicen sean declarados reservados. Pero vamos, nada... Con ellos no va el asunto. Esto lo redactaría quién sabe y para qué.

Otra vez dos horas antes

Porque la burra del refranero volvió al trigo. El viernes 16, por la tarde, determinados periodistas recibieron de nuevo convocatorias por parte de la Comunidad de Madrid para que acudieran el lunes 19 a las 10.00 horas de la mañana. Iba a comparecer Carlos Abella y un jurista. No se sabía más. No era una rueda de prensa, se aclaraba, era una comparecencia. Eso sí, pública, en una administración pública, en un edificio público, etc. ¿A las 10 de la mañana? ¿Por qué convocan a las diez, si a las doce es la hora oficial para que la Comunidad de Madrid comunique el dictamen de la Mesa de Contratación, y a ese dictamen puede acudir cualquier periodista sin necesidad de que le convoquen ni le seleccionen? ¿Qué estaba ocurriendo, qué ha ocurrido o qué iba a ocurrir de nuevo? Quizá algún día se sepa. ¿Se trataba de otra de esas comparecencias con pocos medios para evitar muchas preguntas? Y dale... Lo que cuesta explicar que el hecho de que vayan pocos periodistas y que se hagan los simpáticos con ellos no quiere decir que estos no vayan a hacer preguntas directas e incisivas.

¿Pero es que no se acordaban de que los periodistas no habían aceptado condiciones de ningún tipo en la primera maniobra y retransmitieron la convocatoria desde sus Twitter? Esta vez no convocó Carlos Abella, sino Elena Mohíno (jefa de coordinación informativa en la Comunidad de Madrid). El aviso llegó a pocos colegas, no muchos. En la tarde del viernes se empezaron a orientar algunos periodistas. Periodistas que andan ya más que hartos de muchas cosas y que no están dispuestos a que les "toreen". La indignación e irritación fue in crescendo en la misma medida que la rebelión y la toma de decisión.
No hay mal que por bien no venga. La AITAM (Asociación de Informadores Taurinos de Madrid) no funcionará posiblemente nunca por muchos motivos, muchos. Pero uno de ellos, el menor, las cosas como son, es el interés que tienen algunos "ínclitos" en que los periodistas ni se unan, ni se organicen, ni permanezcan en contacto... al menos para ciertos asuntos.
A esos, y desde aquí, alto y claro: descansen armas, que lo que se va por un sitio entra por otro. Y como decía, no hay mal que por bien no venga y la vocación -término que aún no se ha perdido- se está uniendo sin necesidad de siglas. Mal asunto este para muchos ¿verdad?

¿Y qué pasó? Pues llamadas; muchas; entre los periodistas. Y análisis del asunto. Se repetía la jugadita. En el mismo sitio y a la misma hora, como dice la canción. Hubo mucha actividad. Y ¡oh! ¡Milagro! De repente, el domingo por la tarde-noche todo había sido un error y no iba a tener lugar la comparecencia de nadie a las 10 de la mañana. ¡Qué casualidad!, digo causalidad.
¿El viernes no era un error? ¿El sábado tampoco era un error? Pero el domingo, cuando ya se lía, sí, ahora sí que se ha tratado de un error y no hay que acudir a las 10, sino a las 12, hora oficial. Aquí queda esto. Cada cual que interprete lo que quiera. Se anularon las pocas convocatorias, pues algunos de los agraciados en la anterior ni siquiera habían recibido la "invitación VIP". Pero claro, cuando la "marcha atrás" entró en los móviles los terminales estaban más que apagados por no ser horas de recibir "desconvocatorias". Coordinación informativa que se llama el concepto: convoco un viernes por la tarde y desconvoco el domingo por la noche.

Nervios

Sobre aviso estamos todos los periodistas. Hay que ver los nervios que está originando esto del pliego. ¿Por qué será?
Habría que analizar todo un poco más ¿no? ¿Por qué se elaborado un pliego total y absolutamente excluyente? Sólo ha faltado poner que el nuevo empresario tenía que llamarse..., ser mayor de... años, y haber nacido en...
¿Que se podía haber impugnado y que los empresarios no han estado atentos? Pues sí, pero igual por excluyente y desde un principio. ¿Qué no quisieron presentarse más empresarios ni impugnar después de conocer que no se trataba de "los tres últimos años"? Y, ¿pa' que? Por cierto, ha debido ser este el único pliego administrativo hasta ahora que iba acompañado de un cd de audio que aclaraba una cláusula. Si lo desean, quizá lo pueda facilitar o bien Carlos Abella, autor de la locución y la metedura de pata, o bien uno de los medios de comunicación que dedicó a todos los oyentes la canción. ¿Que lo de Carlos Abella y los tres últimos años ha sido un hecho revelador y de "confirmación de alternativa"? ¿Y qué? ¿Para qué van a impugnar? ¿Que tiene que dimitir Carlos Abella? Pues no sé. ¿Pa' qué? Y... dentro de tres meses recolocado en un puesto mucho mejor y más cómodo. Igual le compensa visto lo visto con anterioridad. En el Boletín Oficial del Estado del año 1996 figura un nombramiento de Carlos Abella en el gabinete del Presidente del Consejo Superior de Deportes.

 ¿Quién estaba de Presidente? El del año 1998 es más divertido aún. Apunte 17.239 y apunte 17.240 con nombramientos al unísono: Pedro Antonio Martín Marín, Secretario de Estado de la Comunicación, y Carlos Abella, Director del Gabinete del Secretario de Estado de la Comunicación, respectivamente. Y ahora entra de nuevo el estribillo de la canción: en el mismo sitio y a la misma hora. ¿Qué José Antonio Martínez Uranga dijo en la rueda de prensa que no se podía presentar ninguna empresa más con esas condiciones que figuraban en el pliego? ¿Y por qué no lo iba a decir? Qué espectáculo dieron en la rueda, la de prensa, no la de la fortuna. Ninguno había dado el primer paso y definitivo para llegar al acuerdo de presentarse conjuntamente. Que si habían hablado la semana pasada, que si el año pasado, que si llevaban años hablando. Pues claro hombre, pues claro, en los juzgados llevaban años hablando Casas y Martínez Uranga para presentarse juntos a la licitación de la plaza ¿no? Y lo mejor ha sido cuando un día o dos después de esa rueda de prensa, en la que nadie había dado ese primer paso, Manuel Martínez Erice aseguraba que lo había dado él. Lean los portales taurinos: "porque yo", "yo fui", "yo", "yo", "yo". Qué raro, ¿no?, que un día o dos antes no se acordaba de que había sido "él".

Casas, que estaba contra los "Choperita", ahora con ellos. Beca Belmonte que estaba con los "Choperita", ahora contra ellos.
La grabación de aquella rueda de prensa no tiene desperdicio. Casas diciendo que los periodistas teníamos que concienciar a no sé quién de no sé qué. No nos dio tiempo a contestar a tal necedad, porque él mismo habló de sus problemas patológicos. ¿Pa' qué? Y "Choperita" y Casas aleccionando sobre dineros y precios; de lo que tenían que hacer los ganaderos y los banderilleros... Así, sin sudar. Tienen que dar una clase magistral sobre ello, sobre lo del dinero, para que podamos acudir todos. Si no nos vetan... Claro, el esfuerzo monetario lo tienen que hacer ganaderos, toreros y banderilleros. Pero ellos están exentos, de hecho van a subir el precio de los abonos. Así lo solicitó "Choperita" desde un micrófono antes de que saliera el pliego. El hada madrina lo concedió. Le quedan dos deseos... o más. Qué desastre. A Casas le corrigió días más tarde su compatriota André Viard desde los micrófonos radiofónicos respecto a la plaza de Arles.

¿Que estaremos atentos de lo que va a ocurrir con el juicio que Simón Casas tenía pendiente con la Comunidad de Madrid? ¿Pa' qué? Pero qué juicio va a haber. Luego, a esta historia, llegó alguna organización empresarial y se metió donde no le llamaban y dictaminó categoría de plazas del país vecino. Venga, todos a una o, mejor dicho, contra una.
Y más tarde lo de Tomás Entero y sus asesores jurídicos o no jurídicos. Lo de estos últimos ha sido de libro. No sé de qué libro exactamente, pero se acerca al básico, al de Petete. ¿Ha sido un error como tal? ¿De verdad que no se dieron cuenta a la hora de redactar la oferta? ¿Y la empresa de seguridad tampoco se dio cuenta, esa misma que se ha presentado a no sé cuántos concursos? Sea como sea y lo que sea, hay que ver cómo han dejado la imagen de Entero y la de Rui Bento (el tercero en discordia, la empresa de seguridad, sin comentarios ¿Pa' qué?). Ya sabrán ellos qué hacer cuando les presenten la minuta; yo por esto pedía "presuntamente" daños y perjuicios; y de pagar... ni un café. Si todo ello es tal y como ha asegurado la Comunidad de Madrid, de primero de carrera (de Derecho) que se dice..., señores. Y si son capaces de volver a encontrar la llave sería un milagro. Pero, vamos, aunque la encuentren... Quizá no habría sido mala la baza inicial, de la que en su momento se habló, junto a Alain Lartigue, además de Rui Bento (no tengo nada personal contra él). Al menos había un francés en cada oferta. El apoyo "diplomático" (¿qué papel habrá jugado realmente esto de lo que apenas se habla?, como de otras tantas cosas) se habría "dividido".

Otra sombra: Taurodelta y Zaragoza

Y cómo iba diciendo: ¿Por qué será que los nervios no ceden? ¿Será porque ya está en circulación cierta documentación sobre Taurodelta y la plaza de toros de Zaragoza... y alguna cosita más? ¿Será porque, según dichos folios, parece ser que Ignacio Zorita se quedó con la exclusividad de la gestión de esta plaza de toros? ¿Será porque la Diputación de Zaragoza quizá tenga algo que decir al respecto si repasa las condiciones de su pliego? ¿Vale Zaragoza como plaza de primera para Taurodelta cuando no la gestionaron más que un año o me llevo el Scatergori? Los papeles ya "se tientan" por las redacciones y las mesas y despachos de algunos periodistas. Se han visto, se han leído y se han puesto a buen recaudo (como todo el mundo sabe, un periodista no guarda documentación en su propio domicilio). Ya llegarán a "la plaza". Sólo hace falta tirar un poquito del hilo o el cerrojo de toriles. A priori esto se puede complicar. Sólo a priori. Se pueden empezar a abrir todas las cajas, la de los truenos, la de la mierda (con perdón). Porque oler, lo que se dice oler, ya huele. Huele a guano, a moho, a revenido, a "cuerno quemao"; digo a pitón, pitón...

Y sólo a priori porque el perro no se va escapar, está muy bien atado, lo han atado con longaniza. Y todo lo demás..., pues es perder tiempo y salud. De ahí que no se haya presentado nadie más al concurso y de ahí que no merezca la pena ningún esfuerzo más. La indiferencia es el mayor desprecio; eso y el dar la razón como a los tontos. No tenía que haber acudido ningún segundo, tercero, cuarto... empresario a este concurso. Cuando los medios de comunicación les hubieran preguntado ellos tendrían que haber respondido de manera muy sencilla con eso de ¿Pa' qué? Que responder... respondieron así, pero en petit comité. Permaneceremos atentos a "los aconteceres" para ver con qué titulares nos van a ir obsequiando los próximos tres años y dos prórrogas de uno, es decir, cinco, y para ver qué titulares podemos obsequiar a los lectores.
Visto lo visto y en referencia a mi profesión, es mejor que generemos y engordemos cada día más el escepticismo periodístico, que no nos precipitemos y, sobre todo, que seamos capaces de estar en contacto e intercambiar información entre nosotros. El toreo, en los cosos taurinos, y no en las redacciones.