Un año especialmente áspero con los funcionarios

Llegados a 2012, el nuevo año arranca en España con subidas en el gas natural y las tarifas de Correos, mientras se congelan los precios de la luz y el butano. Pero también se congelan el sueldo de los funcionarios y el salario mínimo, y se incrementan pensiones e impuestos. De los primeros cálculos efectuados, tras conocerse las noticias del ajuste duro anunciado por el gobierno el viernes, tras su segundo consejo de ministros, también cabe concluir que más de tres millones de pensionistas -es decir, la mitad de los pensionistas de nuestro país-,  se verán afectados por la subida del IRPF. Y por consiguiente, el alza fiscal anunciada, de un uno por ciento -equivalente a 8,11 euros al mes-,  se comerá toda la subida del 1% para más de 100.000 beneficiarios.

Los funcionarios también han hecho su correspondiente cálculo: no es que su el sueldo les haya quedado congelado, que sí lo estará, sino que, al tener que trabajar dos horas y media más, hasta 37,5 horas semanales, por el mismo salario, se les reduce su poder adquisitivo... Más aún: Junto a la congelación salarial, el aumento de la jornada laboral y la reducción al mínimo de la oferta de empleo público, el decreto-ley de prórroga de los Presupuestos Generales del Estado que este domingo, primero de año, publica el Boletín Oficial del Estado encierra otra sorpresa, también negativa para los funcionarios, que no fue anunciada por la portavoz del Gobierno, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Se trata de que los funcionarios se quedarán en 2012 sin aportación para sus planes de pensiones, según relata este domingo el diario El País en su versión digital.

Dice textualmente el texto que "durante el ejercicio 2012, las Administraciones, entidades y sociedades (...) [públicas] no podrán realizar aportaciones a planes de pensiones de empleo o contratos de seguro colectivos que incluyan la cobertura de la contingencia de jubilación". El texto de la norma publicada hoy supone una vuelta de tuerca más al capítulo de gastos de personal. Tras el recorte medio del 5% de los sueldos aprobado en mayo de 2010, la retribución de los funcionarios quedó congelada en 2011, pero pese a ello se permitió destinar hasta un 0,3% de la masa salarial a la financiación de aportaciones a planes de pensiones de empleo o similares. Ahora, esa partida desaparece, y además lo hace para todas las administraciones, organismos y empresas públicas. Se trata, en la práctica, de un recorte más en la retribución total de los funcionarios. A ese recorte se une la disminución de más de un 6,6% en el salario por hora de jornada laboral, pues en eso se traduce con carácter general el hecho de mantener el mismo sueldo y aumentar la jornada de 35 a 37,5 horas.

Según la nota difundida por el Gobierno, se puede mantener el horario de 35 horas semanales pero, en tal caso, con una reducción de salario proporcional. Esa reducción (en el caso de querer mantener las 35 horas de jornada en lugar de las 37,5 nuevas) supondría un recorte de ese 6,66% citado. Otro recorte significativo, que también recae sobre un grupo de personal de la función pública, es el relativo a la investigación científica y tecnológica, que sufre una reducción de 600 millones de euros, tanto en subvenciones como en préstamos, en el plan de choque de recortes aprobado por el Consejo de Ministros. El presupuesto total en 2011 es de 8.600 millones de euros. La reducción agrava más aún la situación de la I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) española, cuya financiación pública está en claro declive desde su congelación de 2009. El panorama que afronta, por tanto, la nueva secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, es claramente difícil, según pone de relieve El País. Los 8.600 millones de euros de 2011 (5.200 de créditos y 3.400 de subvenciones y transferencias) suponen ya un recorte del 8% respecto a 2010, cuando la reducción fue del 15% sobre el año anterior.

Las medidas de contención del gasto en ciencia y tecnología en los últimos años del Gobierno Zapatero se habían concretado, sobre todo, en los organismos públicos de investigación, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o el Centro de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (Ciemat), que tienen las arcas vacías y han restringido ya notablemente sus actividades y contrataciones de personal. Los investigadores y expertos alertan sobre la contradicción política de defender, por un lado, la I+D+i como clave para avanzar hacia la economía del conocimiento y, por otro, la escasez presupuestaria en el sistema, que disfrutó de unos años de clara expansión con los primeros Gobiernos de Zapatero. En la congelación de la tasa de reposición de las plantillas de la administración, se exceptúan algunos sectores, entre los que no figura la I+D+i.

Esto se traduce en que no se cubrirán las plazas que queden libres, sobre todo por jubilación, de investigación en las instituciones públicas. No es de extrañar que la primera encuesta del año, que proporciona El Mundo en su página web, se nos hable de unos españoles, en términos muy amplios,  bajos de ánimo. Cuatro años de crisis parecen haber agostado los ánimos. La inmensa mayoría -un 70,6%- está convencida de que, en este nuevo año, el estado de la economía será igual o peor que en 2011. El Gobierno no ha colaborado, precisamente, a subir los ánimos, salvo en la no subida de la luz y del butano... En el resto de las noticias hay escasos motivos para la satisfacción y las celebraciones por el año nuevo.