Apelarán fallo de deportación de ecuatorianas

El abogado de las ecuatorianas, Valentin Henkinbrant, comunicó al encargado consular en Bruselas, Alfonso Segovia, que en los próximos días introducirá un nuevo recurso ante la Corte de Apelaciones de Bélgica, informó la cancillería  ecuatoriana en un comunicado.
Sin embargo, Henkinbrant indicó a las autoridades consulares ecuatorianas en Bélgica que la recusación que presentará no detendrá la orden de suspender la medida de repatriación de las ecuatorianas, si así lo estiman las autoridades belgas.
La nueva decisión del Tribunal de Primera Instancia "implica que, si las autoridades belgas deciden hacerlo, podrán proceder a la deportación" de los ecuatorianos.
El Tribunal de Primera Instancia de Bruselas decidió el pasado 30 de julio liberar a Ana Cajamarca y a su hija Angélica, en momentos en que las autoridades de ese país intentaban repatriarlas a Ecuador, por residir en Bélgica de forma irregular durante cuatro años, añadió el texto.
Además, las dos ecuatorianas presentaron el pasado 18 de septiembre una petición para regularizar su situación ante el Gobierno de Bélgica, cuyo trámite se encuentra en estudio, precisó la cancillería ecuatoriana.
También el padre de Angélica, Xavier Loja Paute, ha sido detenido en Bélgica por residir de manera irregular en ese país europeo.
El caso de Xavier Loja Paute sigue un trámite independiente al de su ex esposa y su hija, aunque la cancillería ecuatoriana indicó que también en ese proceso la delegación diplomática ecuatoriana en Bruselas "brinda la asistencia y la protección consular correspondiente y ha velado porque se cumpla el debido proceso".
El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración de Ecuador reiteró en el comunicado su compromiso de "velar por los derechos fundamentales de los ecuatorianos que residen en el exterior".
Las autoridades belgas detuvieron a las ecuatorianas el pasado 24 de junio en el aeropuerto de Bruselas, desde donde fueron trasladadas a un centro de retención.
Angélica y su madre pasaron cuatro semanas en ese centro para inmigrantes con una orden de expulsión, pero evitaron su deportación en el último minuto al ganar un recurso de extrema urgencia en el que denunciaban haber sido maltratadas.
Esta expulsión fracasó debido a que el Primer Tribunal de Bruselas consideró que la detención de Angélica, de once años, durante casi un mes en un centro cerrado le causó "un trauma que constituye un trato inhumano y degradante" y violó, por tanto, el artículo 3 de la Convención Europea de los Derechos Humanos.
No obstante, el Departamento de Extranjería del Estado belga recurrió esa decisión y solicitó su vuelta al centro para indocumentados.