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Mangantes o ignorantes

Mangantes o ignorantes

viernes 08 de junio de 2012, 18:54h
Fue Edgar Allan Poe en su famoso poema de "El Cuervo" quien hizo famosa la frase "never more" (nunca más) y ha sido el ex vicepresidente del Gobierno de Zapatero y ex presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, quien va a hacer famosa la frase "nunca, nunca, nunca" al referirse al desconocimiento que él, como presidente del Ejecutivo andaluz, tenía del turbio asunto de los EREs faudulentos. "El Consejo de Gobierno y yo como presidente de este Consejo, en ningún momento, nunca, nunca, nunca ni amparó ni conoció ninguna irregularidad y ninguna ilegalidad", ha afirmado Chaves. Y yo le creo, o quiero creerlo aunque me cueste un ejercicio mental inmenso y un soberano disgusto el pensar que los andaluces hemos estado casi veinte años gobernados por un señor que no se enteraba de la misa la media sobre lo que se decidía en los consejos de Gobierno que él presidía. Preocupante, francamente muy preocupante porque parece ser que a su sucesor en el cargo, Pepe Griñán, le ocurre otro tanto de lo mismo y, claro, destinar millones de euros como se destinan cada semana en el Palacio de San Telmo a proyecto y finalidades que los consejeros o el presidente ignoran es algo que le pone los pelos de punta a cualquiera que tenga dos dedos de frente. Y mira que ambos dirigentes socialistas, Chaves y Griñán, tienen frente, sobre todo el primero. Y cara, mucha cara y muy dura.

Uno no sabe si es mejor que haya tres o cuatro Guerreros del antifaz con chófer, que se gasten el dinero público en cocaína y gin-tonics o que estemos en manos de una pandilla de ineptos que no se enteran de lo que firman. Porque los primeros son descubiertos antes o después cuando se pasan de la rosca y gastan a manos llenas, pero los segundos pueden pasar desapercibidos durante muchos años dada su inoperancia y su "laissez faire, laissez passer" con el que conviven día a día. Vamos, que si tengo que elegir, aunque les cueste creerlo, prefiero estar en manos de mangantes que de ignorantes. Los primeros suelen tener una trayectoria política corta si caen en manos de jueces como Mercedes Alaya, pero los segundos, y véase el ejemplo de Chaves o de Griñán (ambos ya casi setentones), pueden durar en el cargo sin despeinarse toda una vida. Y, además, jubilarse con pensiones, rentas suculentas, reconocimientos y honores por haber entregado si existencia a la cosa pública.

El pasado miércoles asistí a una conferencia que el coordinador general de IULV-CA y vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, pronunció en el Foro Nueva Economía-Tribuna Andalucía. De todo el largo y tedioso discurso me quedo con dos momentos. El primero se refirió a la negociación con el PSOE para entrar a formar parte del Gobierno de coalición: "Esperábamos encontrarnos con un miura de seiscientos kilos muy difícil de lidiar, pero los hechos nos han demostrado que ha sido aún peor que un miura" Sólo una apostilla, Diego, ni tú eres Padilla ni tu formación, IULV-CA, está toreando otra corrida que la de colocar a sus dirigentes en puestos claves de la Administración para aprovechar estos cuatro años y trincar lo máximo posible antes de que se os acabe el chollo que el PSOE os ha `puesto en bandeja de plata. El 25-M os tocó una primitiva que hay que saber invertir en estos momentos de crisis en los que las arcas de la coalición están vacías. Así que menos lobos, Caperucita Roja, que es tiempo de hacer caja cueste lo que cueste y le pese a quien le pese, que dentro de cuatro años a lo peor volvemos a la dura travesía del desierto que sufren todos aquellos que han pactado gobernar con el PSOE de Andalucía.

Con todo, lo que más me llamó la atención fue el segundo momento destacable de la conferencia fue la referencia a la Comisión de Investigación parlamentaria sobre los EREs fraudulentos. Valderas dijo que (sic) "no debe plantearse ni prisas, ni vetos, ni líneas rojas, pero tampoco estrategias y cacerías de los que no tienen legitimidad para exigir lo que no predican". Más claro, agua. Valderas, que hace tan sólo tres meses pedía públicamente desde la tribuna del Parlamento la dimisión de Griñán al considerarlo responsable del fraude, ha cambiado de parecer de la noche a la mañana, o más bien de la oposición al sillón de consejero, y le ha dicho a su jefe, "no te preocupes, tú tranquilo, Pepe, que no vamos a permitir de ninguna manera que el PP utilice la comisión para atacar al Gobierno". Y dicho y hecho. La comisión, tan largamente pedida por PP e IULV-CA y rechazada por el PSOE, se puede convertir si nadie lo remedia en un pasillo de comedias, en una astracanada, en un paripé, en una pérdida innecesaria de tiempo ya que, según Valderas, establecerá "responsabilidades políticas y administrativas cuando éstas se produzcan". Dudar a estas alturas de la película, con varios implicados, entre ellos un ex consejero y un ex director general en la cárcel, de que existan "responsabilidades políticas y administrativas" es una perogrullada que suena a un fraude tan grande como el de los EREs. A no ser, claro, que antes de que se constituya. La jueza Mercedes Alaya siga subiendo peldaños en la "pirámide de la corrupción". Que todo puede ocurrir.

Tras oirle, a ninguno de los presentes en la conferencia nos extrañó la sorpresiva presencia estelar del ex presidente Manuel Chaves, quien siempre, desde la época de "la pinza" había despreciado a Valderas. Claro, ahora el panorama ha cambiado y mucho. Tanto para uno como para otro. Uno porque ya no es nadie (un simple diputado en el Congreso) y otro porque ahora lo es todo y tiene en sus manos el futuro de diversos dirigentes socialistas, incluídos Griñán y Chaves. Así las cosas, me da a mí que la citada y esperada comisión de investigación no va a ser, desde luego una cacería ("como la del Rey", según apostillo graciosamente el portavoz de IULV-CA) sino una especia de carrera de galgos en la que se va a perseguir una liebre falsa. Los tiempos cambian una barbaridad, pero habría que recordarle a Diego Valderas el proverbio de Antonio Machado, "el ojo que ves, no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque te ve". Vamos que la realidad de los EREs falsos está medianamente clara y la responsabilidad de Chaves y Griñán, por acción u omisión, también, se pongan como se pongan Griñán, Chaves, Susana, Valderas o Mario Jiménez. Otra cosa es que quieran cerrar los ojos a una realidad que no les interesa destapar. Están en su derecho. Como lo estamos todos los andaluces en conocer los pormenores políticos y las responsabilidades de una trama que se ha prolongado demasiados años y ha dilapidado millones de nuestros bolsillos en beneficio de unos cuantos "compañeros" socialistas.    
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