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La Reina consigue sacar a los nietos en la cubierta del barco mientras la infanta Cristina permanece en Barcelona con el imputado

miércoles 01 de agosto de 2012, 12:51h

La Familia Real sigue sin acertar. Las imágenes de la Reina subida a un yate (aunque sea prestada) dan imagen de todo sigue igual por aquí, oiga. Y, pese a la crisis, nosotros seguimos navegando que para eso somos reyes.

Esta vez ¡Hola! Ha caído en el más absoluto de los ridículos al seguir usando el photoshop a todo gas con una de sus stars, usease, Preysler. Todos los medios se hacen eco de la entrevista que ha dado generosamente Miguel Boyer a EFE para hablar de su recuperación y posando con señora, Hola hace lo mismo pero lo contrario. Me explico. Los medios no pasan la rocha de arreglo y la cara de la filipina se ve como lo que es, una señora de sesenta años que tiene ya arrugas, sus venas y una boca disminuida por el paso del tiempo. Nada que ver con esas magníficas portadas en las que Preysler parece mucho más joven que Tamara. Está claro que la señora de Boyer sigue siendo una mujer bella pero de ahí a parecer que tenga 20 años, va un trecho. Vayan ustedes sino a www.vanitatis.com y me lo comprueban si son tan amables.

Terelu se ha soltado la melena. Es decir, su incipiente pelo tras el durísimo tratamiento de quimioterapia. Un ole por ella, por lucir tan naturalmente y sin miedos ni tapujos. Puede ayudar con su ejemplo a muchas mujeres. En su nombre, gracias, Terelu.

La familia Real está a por uvas. Nada de lo que hacen parece resultarles bien. Mal resultado da no ser claros y dar sensaciones erróneas de lo que sucede. La Reina con los nietos a bordo de un barquito que no es suyo para dar sensación de austeridad. No, hombre, no. Bájense ustedes de los barcos, caminen por el pueblo, mézclense ustedes con el pueblo llano, ese que jamás se sube a un barco que no sea una chalupa para ir a pescar. Y los príncipes, muy especialmente la consorte, a trabajar por el pan de mañana permaneciendo en la isla lo que duren las vacaciones. Y sin su hermana la pelma, por favor.

Demi Moore sigue luchando en contra del paso del tiempo y para ello no encuentra mejor remedio que buscarse maromos más jóvenes que ella, esta vez 12 años menos. Luego la dejan por muchachas jovencitas y se lleva los disgustos que se lleva. Mujer, un consejo, búscate uno de setenta, siempre pensará que eres superjoven.

La Duquesa de Alba acoge estos días en su casita de San Sebastián a una atribulada Eugenia Martínez de Irujo que todavía no parece dar crédito a las pretensiones de su ex marido, Fran Rivera, de llevarse con él a la hija de ambos. Es lo que tiene casarse y tener descendencia con un tipo como él, Eugenia. De donde no hay, nada puede sacarse. Lourdes, la actual novia del torero, está todavía a por uvas. Lógico, llevan poco tiempo juntos. Fran, hace falta ser poco hombre para quitarle (o intentar quitarle) la custodia de una hija a una madre.

Alba Carrillo y Fonsi Nieto parece que se separan. Ella ha abandonado Ibiza y él se ha quedado haciendo de las suyas, o sea pinchar. Alba, un consejo: ¡huye! Un hombre que tiene un hijo pequeño y no asume que su vida ha cambiado no es un buen padre por muy as que sea cambiando pañales. Será doloroso ahora pero ahorrarás muchos disgustos.

Patricia Olmedilla y su marido se achuchan en la playa y ella dice: mi marido me apasiona. Si no los recuerdan son aquellos que se casaron disfrazados, ella de romana y él de príncipe valiente. Un primor. Ella es ideal de la muerte, la típica que si va de sarao y lleva a la niña o las niñas se lleva a la mucama vestida de mucama. Es genial.

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