La encuesta de la población activa (EPA) del
primer trimestre de 2013 nos ha dejado, además del dato crudo de los 6.202.700
desempleados, la constatación de una clara tendencia de pérdida de empleo en la
industria de este país, con 66.800 parados más.
Con todo, la realidad es que comunidades industrializadas
están soportando mejor la crisis. Ahí están los ejemplos del País Vasco o
Navarra, con tasas de paro por debajo del 20% (16,28% y 18,98%, respectivamente),
cuando la de CLM es del 31,51%.
Los países más desarrollados de la Unión Europea han
apostado por la industria para estimular su crecimiento porque ha demostrado
ser el sector económico más adecuado para superar la crisis, al garantizar un
crecimiento económico equilibrado, generar empleo estable y basarse en la
internacionalización, la innovación y la cualificación de sus recursos humanos.
De una vez por todas, nuestro Gobierno
debiera también diseñar y ejecutar una política
industrial dirigida a recuperar la inversión productiva, como objetivo
prioritario para salir de la crisis. En unos momentos de dificultad como los
actuales, solo una industria fuerte, apoyada en una apuesta por el crecimiento
y la inversión, puede garantizar el necesario impulso para salir de esta
situación.
Es urgente adoptar medidas que pongan a la
industria en el centro del crecimiento que necesita el país, pero los gobiernos
del Partido Popular se niegan a hacerlo. En lugar de impulsar el crecimiento
del tejido industrial, está obsesionado con ajustar el déficit público a base
de una política de recortes que ataca al Estado del Bienestar, genera más
desempleo y más destrucción industrial.
Castilla-La Mancha se está inundando ahora de
publicidad del denominado Plan de Inversión y Crecimiento en el Empleo
2013/2020 (PICE), basado en cuatro ejes, el comercio, el turismo, la
agricultura y las infraestructuras.
Sin desmerecer los sectores económicos
priorizados por el PICE, creo que es un error de bulto que nuestro gobierno
regional haya obviado a la Industria. Este
olvido descalifica por completo, a mi juicio, a los redactores del PICE. Ahora es más necesario que nunca que el Gobierno de Castilla-La Mancha, se preocupe por
el modelo de industria que quiere para nuestra región y por el futuro de
nuestro sector industrial en un contexto de crisis.
El Gobierno debe actuar como dinamizador con una política industrial
definida, aprovechando y potenciando sobre todo las actividades que ya cuentan
con implantación en la región, tales como, las Energías Renovables, la Aeronáutica, la Cuchillería, la Automoción, el Calzado,
la Industria Química,
la Industria
Agroalimentaria...; en lugar de esperar a que todas ellas caigan
definitivamente y arrastren aún más al resto de sectores económicos.
Por lo demás, el PICE adolece por completo de
financiación pública. Salvo las infraestructuras, lo fía todo a la iniciativa
privada, lo que es ciertamente una entelequia en un país en el que las empresas
tienen cerrado el acceso al crédito. No ya para invertir: ni siquiera para hacer frente compra de materia prima o el pago de nominas, etc.
Estamos viendo cada día como empresas de Castilla-La Mancha con proyectos
viables y muy serios y con capacidad para la creación de empleo; y actividades
económicas y empresariales en su entorno; se encuentran bloqueadas y sin poder
desarrollar esos proyectos porque no hay flujo financiero, ni para ellas ni
para nadie.
Considero, en definitiva, que nuestros Gobiernos deben aclarar sus
prioridades. Las políticas de ajuste están arrasando con las empresas y con el
empleo y con brindis al sol como el PICE no vamos a conseguir cambiar la
tendencia.
Ángel León
Secretario general de la Federación de Industria de CCOO CLM