"Madiba, has acudido al hospital demasiados veces. Está claro que no
te encuentras bien y cabe la posibilidad de que nunca más vuelvas a
estarlo", declaró Mlangeni, uno de los compañeros de Mandela durante
el llamado Proceso de Rivonia, de 1963, iniciado por el Apartheid para
eliminar a todos los líderes revolucionarios sudafricanos.
Mlangeni, que se dirigió a Mandela por su nombre de clan, en señal de
afecto, deseó al antiguo dirigente una "rápida recuperación", pero pidió
a los familiares que "le liberen espiritualmente y pongan su fe en
manos de Dios". "Una vez que le liberen, el pueblo de Sudáfrica hará lo
mismo. Diremos: 'Gracias, Dios. Tú nos has dado a este hombre, y
nosotros te lo devolvemos'", hizo saber en comentarios al diario
'Times'.
Mientras, el portavoz del Congreso Nacional Africano
--el partido del Gobierno, que ha dominado la política del país desde
el final del Apartheid--, Jackson Mthembum, ha reconocido que el país "se prepara para lo peor", aunque ha solicitado a los ciudadanos que recen por la salud de Mandela.
Así lo han hecho cientos de personas se han concentrado en las últimas
horas para rezar por Mandela en la iglesia católica Regina Mundi de
Soweto, en Johannesburgo. "No creo que jamás haya un momento adecuado
para que Mandela nos deje. Si no está Madiba, ¿quién estará", se
preguntó la periodista Chriselda Lewis.