La telemática aumenta en un 10% la eficacia de una empresa

Sin embargo, las cifras no quedan ahí. Una empresa, con independencia de su tamaño, puede ahorrar hasta un 20% anual en la partida dedicada a los gastos de combustible conectando su flota a una solución telemática, capaz de identificar dónde están los coches y el uso que se hace de ellos en cada momento, lo que demuestra que estamos ante una solución completamente transversal.
De esta forma, la combinación de una blackbox o caja negra instalada en el vehículo con una plataforma online que permita procesar cada dato registrado en ella, hará tangible una mejora sustancial en diversas áreas de la empresa relacionadas directamente con la productividad, la responsabilidad social corporativa o la seguridad del conductor.
Si lo llevamos a un terreno más práctico, conseguir que el coche deje de ser un ente aislado para conectarlo a la empresa permitirá movilizar los medios materiales y humanos más adecuados en cada caso, optimizando trayectos y recursos, además de reaccionar sobre la marcha ante posibles incidencias, lo que se traduce en menos tiempo destinado a cada operación y mayor eficacia. Sólo por adecuar ya el uso de la flota a la actividad propia de la empresa se estima un ahorro de al menos el 20%.
Con estos resultados sobre la mesa, no es de extrañar que el uso de soluciones telemáticas haya crecido este año doce puntos porcentuales, hasta localizarse ya en el 19% de las empresas españolas, según revelan datos del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) que promueve Arval.
Simplificando el día a día
Más allá de las ventajas cuantificables en cifras, Arval Smart Experience busca facilitar el día a día de las empresas y de los conductores a través de herramientas tecnológicas ergonómicas -adaptadas a sus necesidades- instaladas en soportes de última generación como tablets, smartphones, y con eco en las propias redes sociales, capaces de proporcionar momentos smart que simplifiquen y hagan más divertida y fácil de llevar a la práctica su actividad.
En la práctica se traduce en un panel de servicios dinámico y completamente personalizable para cada flota, que hará posible una gestión de los vehículos y de los trayectos medida al segundo, con funcionalidades que hasta ahora parecían reservadas exclusivamente al mundo de la ciencia ficción.
Nos referimos, por ejemplo, a un sistema de alarmas que la propia empresa puede configurar con un código de colores en función de la gravedad (roja, naranja...). Cada una de las notificaciones estará distribuida por áreas e irá asociada a un código de actuación (sms, stand by, apertura en remoto del vehículo...), de tal forma que gracias a la telemática contará con un perfecto aliado para la toma de decisiones en tiempo real.
Así si la alarma está relacionada con la seguridad sabrá que alguno de los conductores puede estar "en peligro" identificando inmediatamente la situación: ya sea un exceso de velocidad, un contacto directo del coche con los servicios de emergencia (e-call) o una avería que ha hecho que el vehículo entre en contacto con taller (b-call).