Andalucía, entre Córdoba y Madrid
sábado 09 de noviembre de 2013, 10:29h
Ya sé que a ustedes se la trae al fresco las habituales convenciones que
los partidos políticos suelen celebrar cada cierto tiempo para hablar
de sus cosas. Sé que a ustedes las peleas internas en el PSOE o en el PP
para ver quien va a ser el candidato a la Presidencia del Gobierno o de
la Junta de Andalucia en las próximas elecciones les importa un bledo
porque tienen en su cabeza otras preocupaciones mucho más importantes
como la de llegar a final de mes o ver de donde sacar la pasta para
pagar los innumerales gastos en regalos, juguetes, cenas y demás que se
avecinan a la vuelta de la esquina o, peor aún, la de hacer virguerías
contables para no tener que acudir a Cofidís tras haber agotado la
prestación del paro. Sabiendo todo ello, como lo sé, me atrevo de
escribir hoy de dos citas políticas que tienen lugar este fin de semana
en Madrid y en Córdoba y que reunen a los principales dirigentes de los
dos grandes partidos, PSOE y PP, y que pueden tener unas consecuencias
fundamentales para el futuro a corto plazo de Andalucía, sobre todo para
dilucidar quien o quienes van a ser los principales rivales que se
batirán el cobre en la cita electoral del 2016 o incluso antes si a la
presidenta de la Junta, Susana Díaz, se le ocurre adelantar los comicios autonómicos para obtener un respaldo popular del que la sucesora de Pepe Griñán actualmente carece.
Ya
saben que en Madrid tiene lugar este fin de semana la tan cacareada y
comentada Conferencia Política del PSOE en la que, según ellos, se va a
debatir la estrategia poítica que debe de seguir el partido en los
próximos años y según el resto de ciudadanos, se va a dilucidar
simplemente si Alfredo Pérez Rubalcaba va a continuar su
lenta agonía en Ferraz o se marcha definitivamente para dejar paso a
nuevas caras que se encarguen de lavarle la cara a un socialismo tocado
de muerte por la nefasta hégira de Zapatero. Los delfines socialistas ya han comenzado a mover ficha para buscarse un buen puesto de salida de cara a las primarias, Carmen Chacón lo va a intentar de nuevo por segunda vez, Ramón Jaúregui está a la espera, Patxi López se lo sigue pensando y Eduardo Madina sopesa
apoyos para presentar batalla. Con todos ellos moviendo peones y
madurando sus jugadas, la estrella de esta Convención no va a ser otra
que Susana Díaz a la que todos temen y a la que todos querrían
que jugara en su equipo. Y no es sólo que Susana sea un valor en alza en
el PSOE, que dadas las carestías actuales, lo es, sino que detrás de
ella está la todopoderosa Federación andaluza que va a ser clave para la
elección del candidato, Tanto es así que, si ella quisiera, (que de
momento no parece quererlo) podría salir el domingo ungida como futuro
relevo de Rubalcaba. De momento parece que la tesis de Susana es la de
mantenerse en la sombra en espera de mejores tiempos para dar la cara
que le puedan asegurar un triunfo en las urnas. Pero no nos engañemos,
si como muchos pensamos, decidiera adelantar las elecciones andaluzas a
la primavera de 2014, junto a las Europeas, y las ganara (algo, por
otras parte bastante probable) tendría en sus manos todas las bazas para
dar el salto definitivo a Madrid. Tiempo al tiempo.
Por otra parte, en Córdoba también se celebra este fin de semana la XX Interparlamentaria del PP que ha inaugurado Maria Dolores de Cospedal y que clausurará el domingo Mariano Rajoy.
Aunque en el resto de España esta reunión no tenga el morbo de la
Convención del PSOE, para los andaluces sí que la tiene porque es más
que probable que de ella salga, por fin, el candidato que se enfrentará a
Susana Díaz en los comicios andaluces, sean éstos cuando sean.
Es posible que oficialmente no se diga nada, pero oficiosamente sí que
se van a clarificar mucho las cosas. La reunión privada al margen de la
convención mantenida entre Maria Dolores de Cospedal, Juan Ignacio Zoido, José Luis Sanz y José Antonio Nieto
ha puesto el punto de mira de los comentaristas políticos en el
secretario general del PP-A y el alcalde de Córdoba, como pricipales
aspirantes dado que Zoido hace ya mucho tiempo que se autodescartó como
posible candidato. El hecho de que haya sido el propio Sanz quien ha
defendido que el candidato no debería de ser un alcalde no significa
absolutamente nada ya que ni él, alcalde de Tomares, ni Nieto, alcalde
de Córdoba, se verían obligados a dejar el cargo antes de las próximas
elecciones municipales, a no ser, claro está, que Susana adelantara las
andaluzas, y si eso sucediera, es muy posible que ni Sanz ni Nieto ni Carmen Crespo ni la mismísima Fátima Báñez, tuvieran nada que hacer. El dilema, pues, sigue en el aire aunque queden cada vez menos nombres en el tablero de juego.
Vale,
de acuerdo. A ustedes todas estas discusiones internas de los partidos
les suenan como a quien oye llover. Lo que ustedes quieren es que se
dejen de pamplinas y se pongan a trabajar para solucionar los miles de
problemas que nos afectan a todos. Yo estoy de acuerdo, pero qué quieren
a los periodistas nos va la marcha.