Chevrolet, la marca de General Motors, que el pasado 5 de diciembre anunció
que dejaría de comercializar sus coches en Europa, ha tardado poco más de siete
meses en acabar con su red de concesionarios en nuestro país. Según informa la
Tribuna de la
Automoción, hasta ahora la marca ha cancelado el contrato al 95% de sus
concesionarios.
Sólo siete concesionarios han decidido aguantar hasta que legalmente puedan,
es decir hasta diciembre de 2015, por lo que seguirán teniendo una actividad
"normal", dentro de lo posible, teniendo en cuenta que han caído sus ventas más
de un 60% en lo que va de año. Su actividad también se verá dificultada porque
la marca ve complicado mantener su esfuerzo promocional, por lo que sus
productos quedarán desposicionados en precio.
En España había 85 puntos de venta Chevrolet, 60 exclusivos, mientras que el
resto compartían instalaciones con Opel. Después del anuncio de General Motors,
la práctica totalidad de la red se agrupó alrededor de su Asociación, que trató
de negociar la rescisión de los contratos, cuyas indemnizaciones valoró en 50
millones de euros. El presupuesto de Chevrolet para preparar su salida en toda
Europa era de 750.