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La casta y la Susana

La casta y la Susana

lunes 05 de enero de 2015, 08:30h
Es costumbre en estas fechas que los articulistas políticos escriban sus habituales cartas a los Reyes Magos pidiendo lo todos sabemos, mas empleo, menos corrupción y mas libertades. Será que yo me he hecho republicano tras trabajar más de treinta años en un periódico monárquico, el caso es que, como me enterado que los Reyes Magos son los padres, me evito pedirles chorradas que sé positívamente que no está en su mano el conseguirlas, qué más quisieran ellos. Así que este año paso un taco de enviarle la clásica carta. Como será la cosa que por no tener no voy ni a comer el clásico roscón de Reyes. Me conformaré con una tostada con aceite de oliva y mermelada de naranja amarga, que suele ser mi desayuno habitual. En mi casa hemos decidido que no vale la pena acumular el estrés de estos días en busca de regalos más o menos obligados que después casi nunca sirven para nada. Cuando pase la vorágine consumista de las "entrañables" ya habrá hora de aprovechar las rebajas sin prisas ni bullas. Porque todavía cuando eres niño vale que se respete la ilusión de los pequeños con los Reyes Magos, pero a mi edad, cruzada la frontera de los sesenta, es una verdadera gilipollez soportar las colas y los empujones. ¿Qué mas da recibir el pijama, las zapatillas o la bufanda el día 10 en lugar de la mañana del 6 de enero, si, además, nos van a salir más baratos?

De todas formas sí le aconsejaría a Pedro "Zapatero" Sánchez que olvidase pasados desplantes, fuese cortés y le mandara por Reyes a la compañera Susana Díaz un CD de "La verbena de la Paloma" envuelto en papel blanco y verde con el fin de recordarle lo que puede pasar en las próximas elecciones municipales de mayo, Ya saben que en la conocida zarzuela de Tomás Bretón aparecen dos hermanas, Casta y Susana, una morena y otra rubia hijas del pueblo de Madrid. Como han podido comprobar en el título de este artículo he puesto casta con minúscula porque, como ya habrá adivinado, no me refería a la chulapa morena, sino a esa clase dirigente que los muchachos de Podemos han puesto de moda en las tertulias y en internet. Y es que en las últimas semanas se está detectando un serio nerviosismo en el PSOE con el imparable ascenso en las encuestas de los seguidores de Pablo Iglesias. Lo de la casta, que no deja de ser una chorrada, ha tenido éxito mediático y raro es el grupo de jóvenes a los que la palabrita en cuestión no surja una docena de veces en cualquier conversación. Porque si en algo llevan razón los de Podemos es que tanto Susana Díaz como el líder del PP andaluz, Juanma Moreno, pertenecen a la más enraizada casta política al estar mamando del partido desde su más tierna juventud.

Esa es la casta que puede tener los días contados si alguien no pone algo de cordura en esta imitación griega a la que parecemos abocados. Esta claro que, por más que unos y otros, socialistas y populares, se nieguen a pactar un Gobierno de concentración, si las cosas siguen por el actual rumbo no van a tener más remedio que llegar a un acuerdo para evitar que volvamos a las andadas dictatoriales de la democracia orgánica que propone esta antigua y obsoleta izquierda chavista. Algunos lo ven imposible, pero tenemos ejemplos cercanos de este tipo de coalición, incluso dentro de nuestro propio país para impedir, por ejemplo en Euskadi, que las fuerzas proetarra se hicieran con el Gobierno vasco. Ya veremos. Habrá que estar atentos a la campaña para las municipales porque, les juro que va a ser muy, pero que muy interesante.
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