Talleres, cursos, bolsa de empleo, escuela de padres, actividades culturales y de ocio...Todo esto se puede encontrar en el centro Hispano-Peruano que la Comunidad de Madrid tiene en la plaza Pizarro número 3 de Majadahonda. Se trata de un lugar de encuentro entre culturas y de un espacio donde todos están abiertos a la integración y a la convivencia.

El centro es una iniciativa de la Consejería de Inmigración pero está gestionado por la Fundación Social Universidad Francisco de Vitoria. "Gran parte del equipo humano de este centro está formado por alumnos de esta universidad.
Ellos se encargan sobre todo de impartir los talleres”, asegura Óscar Herrera, responsable del centro. La Comunidad de Madrid apoya esta iniciativa “porque participa activamente en la integración del inmigrante en nuestra sociedad”, según Gabriel Fernández, director de inmigración de la Consejería de Inmigración.
Para Óscar y sus colaboradores el objetivo del centro es claro: “Mi deseo es unir las culturas española y peruana, además de la integración de los inmigrantes, sean peruanos o no, en nuestra sociedad”.

Para conseguir este objetivo lo primero que se hace es informar y asesorar jurídica y económicamente a los inmigrantes recién llegados a nuestro país. Luego se les proporciona formación y orientación laboral para ayudarles en su búsqueda de empleo: “Yo llegué a España hace ya dos años y nueve meses.
Al principio tenía la sensación de que me iba a ser imposible acceder a cualquier institución para solicitar ayuda, pero me equivoqué. En este centro pusieron a mi disposición desde el principio diferentes cursos de formación, gracias a los cuales conseguí mi empleo. Pero lo que más me gustó fue el trato humano, todos me trataron con mucha naturalidad y cariño y eso, cuando uno se siente solo, es de agradecer”, declara Coral Manay, inmigrante peruana de 39 años.

Una vez cubiertas las necesidades más básicas, los trabajadores del centro pasan a asesorarles sobre recursos sociales, dar apoyo psicológico a todos aquellos que lo necesiten e incluso darles ayuda familiar.
Así, todas las mañanas el centro se convierte en una guardería para cuidar a los hijos de los inmigrantes más necesitados: “Cuidamos a los bebés más pequeños, solo hasta que cumplen 18 meses, y nos aseguramos de que las familias que reciben esta ayuda, están realmente necesitadas. Normalmente suelen ser hijos de madres inmigrantes, solteras y muy jóvenes. Nosotros nos encargamos de sus pequeños mientras ellas van a trabajar”, declara Julia, trabajadora del centro.

En cuanto a la formación que ofrece el centro hay que distinguir cursos y talleres. “Los talleres los diseñamos y los impartimos nosotros mismos pero los cursos vienen fijados por la Comunidad de Madrid, sobre todo por la Consejería de Empleo y Mujer y a ambos acuden tanto inmigrantes como españoles”, asegura Herrera
Pero el Centro Hispano- Peruano también tiene espacio para las actividades lúdicas. Ofrece conferencias, exposiciones, seminarios, salidas culturales y encuentros con personalidades del mundo hispano: “La primera vez que acudí al centro fue el Día de la Madre, el pasado mes de mayo. Vine acompañada de mis padres que ya eran habituales y nunca me he arrepentido de hacerlo", declara Giovanna, peruana de 28 años.
"Aquí puedo seguir con las costumbres de mi país y además puedo conocer a gente joven e inmigrante como yo pero lo que más me gusta sin duda, es que los trabajadores del centro ayudan mucho a los niños, les enseñan a convivir a pesar de tener diferentes nacionalidades y les dan apoyo escolar para que tengan un futuro mejor”, añade.