Senadores aprueban una protesta diplomática contra Japón

El texto aprobado fue presentado por un grupo de 23 senadores, que pidió a Bachelet que, además, informe de esa medida a todos los países miembros de la Comisión Ballenera Internacional.

En lo fundamental, el documento precisa que el programa de caza científica de ballenas, iniciado por el gobierno nipón en aguas del Santuario Ballenero del océano Austral, "perjudica los esfuerzos internacionales por conservar y proteger a estos mamíferos marinos".

El proyecto aprobado recordó que ante la grave disminución de las poblaciones de ballenas en el mundo, se creó en 1946 la Comisión Ballenera Internacional destinada a garantizar la conservación adecuada de la población de este cetáceo.

Agregó que, aunque dicha entidad internacional ha aprobado diversas moratorias para la caza comercial de ballenas, "Japón, desde la firma de la Convención Internacional para la regulación de la caza de la ballena, ha realizado prácticas atentatorias contra los principios consagrados en dicho convenio, bajo el pretexto de que realiza investigación científica".

El documento señaló que desde la moratoria internacional, Japón ha capturado 10.500 ballenas bajo el pretexto de caza científica. Para el presente año, Japón ha informado que la cuota de "caza científica" será de 1.035 ballenas, cifra que constituye más del doble de lo capturado en 2006.

Los senadores chilenos agregaron que el programa ballenero japonés "es especialmente controvertido este año, pues planea cazar 50 ballenas jorobadas, que, según los ambientalistas, todavía son una especie amenazada".

De hecho, indicaron los legisladores, la migración anual de ballenas jorobadas entre el océano Antártico y las aguas del Pacífico tropical alimenta iniciativas turísticas de observación de estos mamíferos en Nueva Zelanda, Australia, Tonga y América Latina.

Recordaron que la población de la ballena jorobada, gracias a los esfuerzos de la comunidad internacional y la moratoria vigente, ha aumentado en los últimos años, por lo que permitir su captura pondría en grave riesgo los esfuerzos que se han efectuado para evitar su extinción.

En tanto, en Santiago, varios diputados protestaron frente a la embajada de Japón en la capital chilena, ante la decisión del Gobierno de ese país de continuar con la caza de ballena