En lo de “tardía” coincidieron también el resto de los portavoces de los demás grupos parlamentarios pero ninguno llegó a achacar al ministerio la responsabilidad directa de la suspensión de actividad de una compañía que, según reitero la ministra en su larga intervención inicial, no garantizaba la seguridad de sus vuelos. De hecho, la titular de Fomento aseguró que la suspensión de la licencia a la compañía se decidió para “evitar posibles riesgos de accidentes”. Por ello, afirmó que “era preferible dejar a los pasajeros en los aeropuertos” antes que poner en peligro sus vidas.
Magdalena Álvarez, en su larga y farragosa explicación inicial que fue seguida desde la propia sala por el presidente de Aena, Manuel Azuaga, y por numerosos altos cargos de su ministerio, desgranó los pasos seguidos por Aviación Civil contra la compañía, comenzando por las primeras medidas tomadas el pasado 18 de noviembre hasta la definitiva suspensión un mes después de su licencia de vuelos.
La ministra narró que la primera auditoria realizada en mayo de este año sólo se encontraron “discrepancias de nivel 1”, aunque “sí seis de mantenimiento de navegabilidad”. Aún así, se renueva la licencia a la compañía por un año. Dado que las deficiencias detectadas no son subsanadas, -incluso aumentan en la segunda y tercera inspección- a primeros del pasado mes de diciembre se reitera a la compañía la posibilidad de la suspensión de licencia, siendo definitivamente cancelado su permiso de navegabilidad el 11 de este mismo mes al ver que Air Madrid “incumplía significativamente” el plan de acción para subsanar estas deficiencias. Los informas, dijo Álvarez, se basaron en “criterios técnicos y de seguridad”
Álvarez no tuvo empacho en alabar la “celeridad y eficacia” demostrada en la crisis por su propio ministerio mientras achacaba todas las culpas de la situación a la compañía aérea.
En su réplica a los portavoces, la ministra anunció la presentación de una denuncia penal contra los responsables de Air Madrid.
Dura intervención del PP
Sus puntos de vista no fueron compartidos en absoluto por el portavoz de Infraestructuras del PP, Francisco Ayala, quien, tras una dura intervención, exigió a la ministra su dimisión. “Si después de este panorama no está pensando en cesar a algún responsable de este desastre será porque está usted escribiendo su carta de dimisión”, dijo con ironía Ayala. “Una actuación como la suya no tiene parangón en la historia de la democracia”, añadió recordando las palabras de Mariano Rajoy en una de sus ultimas intervenciones parlamentarias contra Zapatero.
El portavoz del PP, tras reprochar a la titular de Fomento su falta de “celeridad, de precisión y de eficacia”, llegó a decirle a la ministra que “cada problema que toca lo convierte en un desastre”.
Ayala comparó la situación de Air Madrid , “una compañera que contaba solo con nueve aviones”, con la vivida en el aeropuerto barcelonés de El Prat, en la que miles de pasajeros se vieron afectados por una huelga de pilotos. Pero entonces el Gobierno adelantó las indemnizaciones a los afectados, algo que ahora exige los populares.
Para los populares “quedan muchas incógnitas sin despejar es esta crisis, una de ellas “cómo funciona la inspección”. A su juicio, había muchos motivos para que Aviación Civil y el ministerio hubieran intervenido antes.
PSOE recuerda el Yak y el Prestige
Llegado el turno del portavoz del PSOE, su portavoz Salvador de la Encina rebatió todas las acusaciones, asegurando que la ministra “cumplió con sus obligaciones” y su actuación fue “rápida y contundente”. “Se actuó -dijo- con eficacia y en un tiempo record”. Para el socialista también es la compañía (una empresa privada, recordó) la “única responsable” de las crisis a cuyos responsables afeó las “delirantes acusaciones que han lanzado al Gobierno mientras daban “la callada por respuesta” a los afectados.
Después de defender a la ministra, De la Encina se centró en atacar al portavoz del PP por los “datos imprecisos” que había utilizado y calificó de “opiniones subjetivas” las utilizadas por Ayala. Luego, inesperadamente, sacó a relucir los trapos sucios del anterior gobierno de Aznar: “aquí los únicos que han acreditado catástrofes, incluso en algunos casos con perdidas de vidas humanas por su irresponsables actuaciones, han sido dos ministros del PP, Álvarez Cascos y Federico Trillo”, en alusión al caso del Yak 46 y el hundimiento del Prestige.
El coordinador de IU, Gaspar Llamazares criticó “la huida hacia delante” de los gestores del ministerio y la “laxa reglamentación” que existe en materia de navegabilidad. Para Llamazares faltó “celeridad” a la hora de atajar la “enfermedad degenerativa y crónica” de Air Madrid y pidió que esto sirva para que no haya más casos como este.
Juan Ramón Beloki, portavoz del PNV, opinó que “esta es la historia de un fracaso anunciado del que habrá que sacar lecciones”. Jordi Jané, representante de CiU, aseguró que la crisis había sido “inevitable” pero se sumó a las críticas generalizadas por la tardanza del ministerio en intervenir. “Les falla el cronómetro en temas de navegación aérea”, concluyó, mientras pedía “tolerancia cero” cuando se trate de garantizar la seguridad de los pasajeros.