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Juan Bautista
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Petardo ganadero y oreja facilita para Juan Bautista en Colmenar Viejo

domingo 28 de agosto de 2016, 23:56h

Un festejo plúmbeo y gris merced a un descastado y flojo encierro de Fernando Peña -dos de los toros o lo que fuera eso, volvieron a los corrales por su escasez de fuerza- protagonizó la segunda colmenareña de la Feria de Los Remedios, en la que Juan Bautista se llevó una oreja de escaso fuste, José Garrido le echó ganas y El Fandi anduvo en su línea: horroroso.

Crónica del festejo anterior

Y es que los taurinos han sido capaces del mayor de los surrealismos: corridas de toros sin toros. Porque los ocho de Fernando Peña tenían un cero por cien de sangre brava, eso exagerando, a lo que añadir un poco más de fuerza, tampoco mucho, y, eso sí, toneladas de... nobleza bueyuna. O sea que torear, lo que se dice torear era misión casi imposible para la terna. Lo de casi va por Juan Bautista, frío y pulcro, como siempre, pero que escanció algunas gotas de su clase en el cuarto, que era la hermana de la caridad.

Y aunque no hubo emoción con semejante animal, el francés le extrajo algunas series gustosas por ambos pitones, con la parte negativa del cite ventajista tan habitual ya en la fiesta actual. Pero, al menos se acercó al toreo de clase y tras un pinchazo agarró un aestocada al encuentro que le ayudó a que afloraran suficientes moqueros para que la oreja fuera reglamentaria. En el que abrió el petardo de función, ni siquiera Juan Bautista alcanzó la más mínima dimensión artistica.

Lo intentó en sus dos bueyes José Garrido y se estrelló, porque el tercero llegó cadavérico a la flámula y sólo quería defenderse de un pesadísimo señor vestido de luces a su alrededor -Garrido-, que lo intentó sin sacar nada de aquel pozo de sangre de desbravura (y perdonen el palabro). No tenía mejor condición el último, por lo que el extremeño se apuntó al recurso facilongo del arrimón a ver si caía la orejita, pero ni aún así llegó a interesar en demasía al cotarro.

Escribíamos líneas arriba que con semejantes animales a años luz del 'bos taurus' era casi imposible torear. En el caso de El Fandi, más. Porque el granadino navegó pegando 'trapacinas' con percal y pañosa sin ningún eco en los tendidos. Como tampoco lo tuvieron los vulgarísimos pares de banderillas al quinto, porque a la birria segunda, protestada con razón por su flojera, ni siquiera lo intentó dejando los palitroques a su cuadrilla, que lo hicieron mejor o menos mal.

Toros de FERNANDO PEÑA (4º y 5º, como sobreros), desiguales de presentación y feos de hechuras excepto 1º y 4º; todos flojos y descastados. JUAN BAUTISTA: silencio; oreja. EL FANDI: silencio tras aviso; silencio. JOSÉ GARRIDO: silencio tras aviso; ovación tras aviso. Plaza de La Corredera, de Colmenar Viejo, 28 de agosto. Segunda de la Feria de los Remedios. Un tercio de entrada.

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