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Los negociadores europeos del Brexit

viernes 20 de enero de 2017, 17:59h
El discurso que la Primera Ministra Británica, Theresa May, el pasado 17 de enero en Londres para hacer pública su posición con respecto a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, no parece haber estado dirigido a la Unión Europea. Es decir, a sus antiguos y todavía actuales socios, sino a su propio país o, lo que es más preciso, al Tribunal Supremo Británico, que es quien se debe pronunciar, sobre el respeto a la soberanía parlamentaria que supone el referéndum, puesto que el Referéndum no es suficiente para poner en marcha la salida de un Estado de la Unión. En palabras de Araceli Mangas: “no es un procedimiento internacional para poner fin a un Tratado”.

En todo caso, el discurso ha puesto en guardia a los dirigentes europeos, quienes han pedido unidad, fuerza y claridad en las negociaciones, dejando claro que los europeos, en palabras de Angela Merkel, “no nos dejaremos dividir”. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se da por satisfecho precisando que Londres “ha entendido y aceptado que no es posible la táctica de elegir en la negociación solo lo que les interesa” y el Presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha precisado que “los discursos no son por sí mismos un inicio de las negociaciones”. Más lejos ha ido el responsable del grupo Popular Europeo, Manfred Weber, al señalar que “no vamos a permitir una relación a la carta, ni que el mercado financiero en el que se mueve el euro siga manejado desde Londres”.

De todas las intervenciones, la más interesante en nuestra opinión es la que ha realizado un importante político europeo tan conocido como Guy Verhofstadt, líder liberal, Primer Ministro de Bélgica entre los años 1999 a 2008 y actualmente portavoz en el grupo parlamentario Liberales y Demócratas, elegido por el Parlamento Europeo para llevar a cabo las negociaciones, en representación de esta importante institución. En The Guardian, el día 18 de enero, un día después de que la Primera Ministra británica realizara su discurso, contestaba con una serie de precisiones, de las que hacemos una selección:

“the days of UK cherry-picking and a Europe à la carte are over”, algo así como: los días de escoger cerezas a la carta entre Gran Bretaña y la Unión Europea han terminado.
“it is an illusion to suggest that the UK will be permitted to leave the EU but then be free to opt back into the best parts of the European project”. Es una ilusión sugerir que se permitirá al Reino Unido salir de la UE, pero luego ser libre de optar por las mejores partes del proyecto europeo.

El portavoz de las negociaciones futuras en representación del Parlamento Europeo reconoce que hay dos grandes aspectos que preocupan: la cooperación en materia de seguridad, tanto externa como interna, y la cooperación en materia de terrorismo y defensa. En este aspecto, recuerda que es Gran Bretaña la que está dejando la Unión Europea y que, en todo caso, ambos escenarios se enfrentan a una larga lista de seguridad compartida. En segundo lugar, recuerda como prioridad urgente la situación de los ciudadanos de la Unión Europea que trabajan y viven en Reino Unido, así como la de millones de ciudadanos británicos que residen en otros países de la Unión Europea.

En donde Guy Verhofstadt manifiesta mayor desconcierto y realmente indignación, aunque lo suaviza con decir que él y sus colegas están simplemente perplejos, es ante la amenaza del gobierno británico de desregular su economía o alejarse de las negociaciones si no se cumplen las metas del Reino Unido y sugiere que “el uso de la amenaza de los instrumentos fiscales o la advertencia de autodestrucción económica para alcanzar esos objetivos, es una táctica de negociación muy improductiva”.

Le recuerda como una advertencia importante que habrá que buscar una solución para que Irlanda del Norte y la República de Irlanda no tengan de nuevo una frontera y manifiesta que él y en esa medida el Parlamento priorizará esta cuestión en las negociaciones.

Lejos, por tanto, de estar en nada preocupado por las manifestaciones de la Primera Ministra británica, le recuerda que “Brexit will be a sad, surreal and exhausting process”, el Brexit será un proceso triste, surrealista y agotador. Gran Bretaña debe elegir o ser un socio de este proceso, o ser un impedimento. Al fin y a la postre, la ruptura del Reino Unido con el proyecto comunitario sólo servirá para debilitar a Europa y confirmar aquello que Verhofstadt ya afirmó en febrero del año pasado: “los únicos ganadores del Brexit serían Nigel Farage y Vladimir Putin; entusiastas de una Europa dividida”.

Rogelio Pérez Bustamante
Catedrático Jean Monnet

Rogelio Pérez-Bustamante

Catedrático Jean Monnet ad personam

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