www.diariocritico.com

La Casa Blanca expresa "preocupaciones" por las futuras negociaciones sobre el cambio climático

domingo 16 de diciembre de 2007, 05:07h

La Casa Blanca expresó este sábado "serias preocupaciones" por las futuras negociaciones para luchar contra el calentamiento global, a la vez que elogió el acuerdo logrado en Bali para lanzar una nueva ronda de conversaciones internacionales sobre el clima.

Casi 200 naciones acordaron en conversaciones lideradas por la ONU en la isla de Bali comenzar las discusiones por un nuevo pacto sobre el cambio climático, en un gran avance que se dio luego de que Estados Unidos se uniera al consenso general tras haberse negado a establecer cifras específicas para el recorte de emisiones de gases de efecto invernadero.

Los países aprobaron una "hoja de ruta" en la que establecieron mantener dos años de conversaciones para adoptar un nuevo tratado sucesor del Protocolo de Kioto, el principal plan para luchar contra el calentamiento global, a partir del 2012.

Aunque llamó "bastante positivas" a muchas partes del acuerdo de Bali, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que Estados Unidos "tiene serias preocupaciones sobre otros aspectos de la decisión mientras comenzamos las negociaciones."

Los negociadores "deben dar suficiente énfasis al importante y apropiado rol que deben tener los países en desarrollo más emisores," dijo Perino.

Washington enfatizó que cualquier acuerdo debe incluir a todos los países con altas emisiones de gases de efecto invernadero, incluidos China e India, países de rápido crecimiento que quedaron exentos de los requerimientos de Kioto. En 2001, el presidente George W. Bush se negó a firmar el pacto de Kioto.

"Es esencial que los principales países desarrollados y en desarrollo estén preparados para negociar compromisos, consistentes con sus circunstancias nacionales, que contribuyan a la reducción de emisiones globales," dijo Perino.

Estados Unidos es el principal emisor de gases de efecto invernadero, seguido por China, Rusia e India.

Aunque reconoce la realidad del calentamiento global, el Gobierno de Bush ha rechazado blancos específicos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como dióxido de carbono -emitido por plantas de energía que funcionan con carbón y vehículos a nafta- argumentando que esto afectaría la economía estadounidense.

La Casa Blanca alabó el sábado las medidas del acuerdo de Bali, reconociendo la importancia de desarrollar tecnologías puras, financiar el despliegue de tecnología en naciones en desarrollo y solucionar la deforestación, entre otras.

Para los participantes de la cumbre en Bali viene ahora lo más difícil.

Los delegados de casi 190 naciones deben de fijar metas para que los países industrializados reduzcan sus emisiones de gases de invernadero, al tiempo de ayudar a los que se encuentran en vías de desarrollo a reducir sus propias emisiones y adaptarse a las crecientes temperaturas.

Los negociadores también deben de considerar mecanismos para animar a los países en desarrollo a proteger sus cada vez más disminuidos bosques. El 20% de las emisiones de dióxido de carbono que se producen proviene de la deforestación, dado que al cortarse, los árboles devuelven a la atmósfera todo el gas que han abosorbido durante años.

El Plan de Bali para las nuevas negociaciones sobre el cambio climático también conduce a una dirección y una fecha: Washington, 20 de enero de 2009. Ese día un nuevo presidente ocupará la Casa Blanca y le acompañará un nuevo equipo de funcionarios que muchos esperan tenga una actitud diferente y asuma el mandato de negociar la agenda que quedó definida el sábado en Bali.

Durante siete años, estas sesiones anuales han sido testigo de una antigua disputa diplomática entre el gobierno estadounidense del presidente George W. Bush -que se opone a que las naciones industrializadas sean obligadas a recortar las emisiones de gases invernadero- y la mayoría del resto del mundo, que está en favor de limitaciones específicas a las emisiones.

La disputa se puso de manifiesto una vez más en Bali las últimas dos semanas, cuando la delegación norteamericana bloqueó un esfuerzo para incluir en el plan una meta específica para negociar en los próximos dos años: una disminución de las emisiones de gases contaminantes de entre 25% y 40% por debajo de los niveles de 1990 antes del 2020.

Los recortes a las emisiones fueron rechazados nuevamente, una repetición de lo que ha sucedido constantemente desde que fue sellado en 1997 el Protocolo de Kioto, que establece reducciones relativamente pequeñas, pero desdeñado por Estados Unidos.

En todo el país, desde California hasta Nueva Inglaterra, los gobiernos estatales están aprobando sus propias limitaciones a la emisión de dióxido de carbono y otros gases industriales y del transporte que han sido culpables de gran parte del calentamiento global.

Decenas de ciudades de Estados Unidos han adoptado objetivos similares a los de Kioto, recortando las emisiones a través de códigos de construcción "verdes", el reemplazo de la flota de vehículos municipales de gasolina por otros híbridos y medidas para conservar energía, entre otras.

A juzgar por los sondeos de opinión recientes, los desastres naturales como el huracán Katrina, la sequía que aqueja al sudeste de Estados Unidos, y los incendios de California, estarían haciendo que los estadounidenses tomen más conciencia sobre los peligros del cambio climático.

"La mayoría de Estados Unidos está con ustedes", manifestó la secretaria de medio ambiente de California, Linda Adams, a cientos de delegados en la conferencia de Bali. "Sabemos que el cambio climático nos afecta a todos".

También en Washington se han registrado algunas medidas tras años de inacción. Un comité del Senado aprobó el primer proyecto de ley que fija un tope a las emisiones de gases invernadero, y lo envió al pleno de la cámara para su aprobación.

"Lo que vemos es la llegada de una nueva dirección", expresó David Doniger, un veterano analista de políticas de clima del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales. "Y esta nueva dirección es un indicador claro de hacia dónde va a ir nuestra política en el futuro".

La política será fijada principalmente por el nuevo presidente, y los precandidatos presidenciales de la oposición demócrata y al menos dos republicanos -el senador John McCain y el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee- han avalado reducciones obligatorias de las emisiones.

Para muchos de los presentes en Bali, el calendario electoral de Estados Unidos controla también el calendario de las negociaciones sobre cambio climático.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios