Cáncer es una palabra que da miedo. Vivimos con ella a diario, oímos su nombre en cualquier momento y aún así nos provoca pánico. Si a esta terrible enfermedad la asociamos a un niño, entonces el miedo nos estremece. Nada más insoportable para un ser humano que ver sufrir a un niño. Si además ése niño es tu hijo, no hay palabras que describan el dolor. Y si las hay, son claramente insuficientes.
Hoy día hay muchos avances, cada vez más, contra el cáncer. Por desgracia, para investigar hace falta dinero, mucho dinero. De conseguir ese dinero se encargan muchas organizaciones. A veces grandes fortunas depositan generosas sumas de dinero y entonces todos avanzamos un poco.
Una de estas Fundaciones, Caíco, tiene como fin paliar el sufrimiento de las familias que tienen la mala suerte de recibir un día la noticia de que su hijo tiene cáncer. Y esto no es una cuestión baladí. El cáncer, como muchas otras enfermedades, genera unos gastos que no todo el mundo es capaz de asumir. Al problema de la enfermedad se añade el económico. Y es ahí donde ellos (los de Caíco) intervienen. También dan soporte psicológico. No es fácil aceptar que tu hijo está enfermo y que se puede morir.
Caíco se nutre de muchos amigos generosos que aportan dinero para seguir ayudando a las familias que lo necesitan y de vez en cuando hacen fiestas para recaudar fondos. La del otro día, celebrada en el Palacio de los Duques de Pastrana, reunió a cientos de personas. No es ésta la columna para hablar de quienes fueron ni para decir cosas que les cabreen como se hace en otros canaperos porque todos estaban allí por una causa solidaria y eso siempre es loable. Norman Broadbent, de la mano de una persuasiva y siempre amable Loreto González, organizó el evento demostrando una increíble capacidad de convocatoria y eficacia. Los canapés, esta vez, era lo de menos pero, ¿por qué no decirlo? estaban buenísimos.
Así que felicidades a todas las personas de buena voluntad (vale, queda cursi pero es que es verdad) y para los que no se hayan todavía animado a ejercer de buen samaritano, aquí tienen una pista: www.fundacioncaico.org
Feliz Navidad y nos vemos en Enero, mientras, me retiro a hacer una cura de desintoxicación de canapés para poder hacer frente al 2008.