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El chico de ayer

El chico de ayer

viernes 21 de diciembre de 2007, 13:04h
TITO B. DIAGONAL
Barcelonés de alta cuna y más alto standing financiero, muy apreciado en anteriores etapas de este diario, vuelve a ilustrarnos sobre los entresijos de las clases pudientes.

Nada, que hoy las ciencias y la tecnología adelantan que es una barbaridad. Un signo de modernidad y de modernez, tal que así. Por eso, amadísimos, globalizados, megaletileonorisofiados y marianeados niños y niñas que me leéis, el Partido Popular de las Españas, ha decidido echar el resto y poner sus webs al servicio de su candidato, Marianito Rajoy Brey. En la nueva web se encuentra el programa electoral para las siguientes elecciones generales, los "voluntarios populares", los vídeos, fotos oficiales,... Pero hay muchos más. ¿Cómo era Mariano Rajoy de niño? Porque Rajoy fue niño, aunque algunos malpensados piensen y afirmen lo contrario. Y por ahí, en esa web-popular-al-servicio-del-candidato, aparecen entrañables instantáneas que lo demuestran. Ya llevaba gafas, pero eran modernísimas y eso que, de aquellas, no andaba por ahí el Afflelou de las dioptrías… Aquellos tiempos en los que “los niños iban con los niños y las niñas con las niñas”. Eso sí, sin las connotaciones homogays y lesbollos que la frase tendría en tiempos hodiernos (es un adjetivo que me sopla Damián, mi redicho valet de chambre, al que un día colocaré en la Real Academia Española, con más méritos, si cabe –como que sí— que Juan Luis Cebrián). Tiempos de Marianito seguidor de vueltas ciclistas. Tiempos en los que los vestuarios y las duchas de los gimnasios olían a áspero jabón, a viriles sudoraciones varias y no apestaban, como ahora, a Eau de Rochas pour Homme.

Porque Rajoy fue niño. Y adolescente con granos y excesos hormonales. Y joven promesa del Registro de la Propiedad. Y alocado conductor automovilístico (en Palas de Rey, provincia de Lugo, aún recuerdan el leñazo que se pegó muy cerca del desvío de Vilar de Donas y en una recta despejada). Y también presidente de la Diputación de Pontevedra. E, incluso, receptor del consejo –bienintencionado—que le diera en su día el patrón Manuel Fraga Iribarne (tan amigo de mi tío Manolo): “Mi querido amigo –le dijo—aprenda gallego y cásese”. Marianito, obviamente, se fumó un puro e hizo caso omiso del primer mandato-consejo, aunque no del segundo. Porque hay un Rajoy felizmente matrimoneado y padre de familia.

 Con esta web se trata, pequeñines/as míos/as, de presentar la cara humana del presidente del PP. Que la gente vea que es un señor educado de provincias, pero con su corazoncito y un pasado juvenil y dicharachero, de chico de su tiempo, de un moderno con causa. Por ejemplo, en su día, le gustaba “La chica de ayer”, una canción ochentera de Nacha Pop, de cuando la movida madrileña (o sea, un período situado entre el Jurásico y Atapuerca, al doblar la segunda glaciación a la derecha. A droite, toujours a droite, mes enfants!!). 

Y ahora, gracias al aparato de agitación y propaganda del Partido Popular de las Españas, el chico de ayer, Marianito Rajoy Brey, es el candidato de hoy (el de mañana ya se verá después del 9M). Vamos, el colmo de la modernez internáutica. Eso sí, siempre dentro de un orden. Como debe ser. ¡Manda webs!

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